Una vez más, el Gobierno aumenta el gasto en Defensa a mitad de ejercicio. El Consejo de Ministros aprobó este viernes la adquisición de dos nuevos patrulleras para la Armada que se financiarán a través de un aumento extraordinario del presupuesto y que costarán al Ministerio de Defensa hasta 333,48 millones de euros.
Según explica el propio Gobierno en la página web de la Moncloa, para la construcción de estos "buques de acción marítima" –que llevará a cabo la compañía pública Navantia entre 2014 y 2019– "se modifican los límites y el mínimo de anualidades establecidos en la Ley General Presupuestaria para adquirir compromisos de gasto con cargo a ejercicios futuros". ¿Qué significa esto? Pues, tal y como explica un portavoz de Defensa, que "se aumenta el techo de gasto" para sufragar una compra que no estaba contemplada en el presupuesto inicial del departamento y que se pagará en los próximos años.
"A principios de año no teníamos el dinero para realizar la inversión", abunda en este sentido el Ministerio, que aunque admite que la adquisición de los dos buques estaba prevista porque se enmarca en un proceso de "renovación de las patrulleras" con las que cuenta la Armada, es ahora cuando el Ministerio de Hacienda ha aprobado el aumento del presupuesto. Sin embargo, y preguntado por el motivo por el cual no se incluyó en el presupuesto inicial el gasto, el portavoz de Defensa asegura que la aprobación de este tipo de partidas extraordinarias para gastos no previstos son "habituales".
Los gastos extra en Defensa se repiten cada año
Y no le falta razón. Tan sólo en 2013, Defensa se gastó casi 2.000 millones de euros más de lo que tenía presupuestado a principios de año: frente a los 5.937 millones de euros que fueron aprobados en los Presupuestos Generales del Estado, el gasto del departamento ascendió a prácticamente 8.000 millones, lo que supone una desviación del 32%. Y en otros ejercicios el desfase ha sido incluso mayor: es el caso de 2012, cuando el presupuesto inicial de Defensa fue de 6.316 millones de euros pero finalmente se gastaron 9.066 millones. Un 43% más de lo previsto.
La situación no es precisamente desconocida para el Gobierno, ya que de hecho el pasado octubre el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, tuvo que admitir en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados que el Ministerio tendrá que recurrir en este 2014 a créditos extraordinarios por un valor de hasta 1.000 millones de euros, tras haberse reducido –al menos en las cantidades aprobadas en los Presupuestos Generales del Estado– en casi 3.000 millones el gasto en defensa desde el inicio de la crisis en 2008.
Las vías más habituales para aumentar la dotación económica de Defensa son la ampliación de partidas presupuestarias y la concesión de créditos extraordinarios vinculados a las inversiones necesarias, informa Ibon Uría. Y que el aumento del gasto se haya aprobado precisamente en estas fechas veraniegas tampoco es una novedad, sino más bien la práctica habitual: de hecho, en el verano de 2012 se aprobó un crédito extraordinario de 1.782 millones, mientras que en el de 2013 fue suscrito otro de 877. Ambos sirvieron hacer frente al pago de armas y vehículos de guerra.
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Los trabajadores temen que no genere gran cantidad de empleos
Las dos patrulleras que adquirirá Defensa se unirán a las cuatro de esta clase que ya posee la Armada y que, según explica el cuerpo en su página web, se encargan de actividades de vigilancia marítima, control de mercancías peligrosas y tráfico de armas u operaciones contra el tráfico de personas. Según explica el portavoz del Ministerio, aunque la partida aprobada es de 166 millones de euros para cada uno de los buques, se trata de una cantidad holgada para hacer frente a posibles imprevistos y, en este sentido, afirma que si no hay ningún contratiempo las patrulleras tendrán un precio menor. No obstante, en su intervención tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró que esos 166 millones son el "coste estimado" de cada una de las unidades.
El aumento del techo de gasto de Defensa para sufragar esta compra es el último paso de un proceso que se inició el pasado 23 de mayo, cuando el Consejo de Ministros aprobó que el Ministerio de Industria suscribiese un convenio de colaboración con Navantia, que construirá los buques en sus astilleros de Ferrol y Cádiz. Ese día, Sáenz de Santamaría se felicitó porque el acuerdo con la compañía supondrá, a su juicio, "una importante carga de trabajo" y, además, "el impacto en el empleo se extenderá a la industria auxiliar". No obstante, según informa La Voz de Galicia, los trabajadores no son tan optimistas, ya que según sus cálculos la construcción generará ocupación para menos de 300 personas.
Una vez más, el Gobierno aumenta el gasto en Defensa a mitad de ejercicio. El Consejo de Ministros aprobó este viernes la adquisición de dos nuevos patrulleras para la Armada que se financiarán a través de un aumento extraordinario del presupuesto y que costarán al Ministerio de Defensa hasta 333,48 millones de euros.