El tan vendido por parte del Gobierno paquete de medidas para la "regeneración democrática" creció de forma inesperada el pasado lunes en la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Popular. A su término, la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, ofreció una rueda de prensa en la que admitió que el líder del Ejecutivo y del partido había abierto el debate sobre la reducción del número de aforados y sobre la elección directa de alcaldes. A nadie le pasó inadvertido que se trata de dos medidas que llegan en un momento en el que las críticas al Ejecutivo por el aforamiento exprés del rey Juan Carlos se han agudizado y a las puertas de unas municipales en las que los conservadores no tienen consigo el mantenimiento para sus siglas de ayuntamientos de calado. Baste citar como ejemplo los de Madrid y Valencia. Hecho el anuncio, el trazo grueso, lo importante ahora es la letra pequeña. Conocer hasta qué punto se trata de un órdago del Gobierno o de una voluntad real. Este viernes, la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros dio algunas pistas al respecto.
En más de una ocasión, la vicepresidenta del Gobierno fue preguntada sobre el tema de la elección directa de responsables municipales. Y sobre hasta qué punto el Ejecutivo y el PP, el partido que le sostiene, estaba dispuesto a hacer realidad esta iniciativa en solitario sin el apoyo de, al menos, el principal partido de la oposición. En su respuesta, Soraya Sáenz de Santamaría dio a entender que no quieren dar ese paso en solitario.
“Es una cuestión que afecta a los partidos y hay que construirla paso a paso, hay que trabajar en una propuesta y el PSOE esta dispuesta a estudiarla, según han manifestado”, añadió la mano derecha de Mariano Rajoy en el Gobierno. “La propuesta del partido que apoya al Gobierno se ha presentado en el programa electoral y, también, en los de otros partidos”, afirmó para subrayar que “si los grandes partidos” llevaban estas propuestas en sus programas “será porque algo tenga de buena”. Efectivamente, el PSOE lo llevó en el programa con el que concurrió a las municipales y autonómicas de 2007. Pero en un sistema de "doble vuelta".
Un debate recurrente
Fuentes del PP y del Gobierno consultadas por infoLibre insisten en la necesidad de que cualquier cambio en la ley electoral no se realice en solitario, sobre todo a las puertas de unas elecciones autonómicas y municipales. Se trata de un debate que no es nuevo. Ya fue abordado en los meses previos a las europeas del pasado 25 de mayo, cuando los conservadores resucitaron su promesa electoral de permitir que aquellos ciudadanos que tuvieron que mudarse del País Vasco o de Navarra por motivos relacionados con el terrorismo pudiesen votar en estos territorios. Esto fue frenado por falta de acuerdo con los socialistas. Ahora, a la espera de que el PSOE escoja un nuevo líder, las relaciones entre los dos principales partidos han sufrido un parón.
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PSOE: elegido en una segunda vuelta
Esta misma semana, la portavoz socialista en el Congreso fue preguntada sobre el anuncio de los conservadores. Soraya Rodríguez, achacó la propuesta del PP a su "preocupación" por perder la mayoría absoluta en "muchos ayuntamientos". En todo caso, en declaraciones a los periodistas tras la reunión de la Junta de Portavoces, aseguró que el PSOE está abierto a negociar esa propuesta y a plantear la suya propia pero, eso sí, en sede parlamentaria para estudiar, por ejemplo, la posibilidad de que el alcalde sea elegido en una segunda vuelta.
"Estamos dispuestos a hablar de esto, pero no de recortes democráticos", como el "pucherazo electoral" que, a su juicio, supuso la decisión del Gobierno de María Dolores de Cospedal de reducir el número de parlamentarios en las Cortes de Castilla-La Mancha de forma unilateral..
El tan vendido por parte del Gobierno paquete de medidas para la "regeneración democrática" creció de forma inesperada el pasado lunes en la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Popular. A su término, la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, ofreció una rueda de prensa en la que admitió que el líder del Ejecutivo y del partido había abierto el debate sobre la reducción del número de aforados y sobre la elección directa de alcaldes. A nadie le pasó inadvertido que se trata de dos medidas que llegan en un momento en el que las críticas al Ejecutivo por el aforamiento exprés del rey Juan Carlos se han agudizado y a las puertas de unas municipales en las que los conservadores no tienen consigo el mantenimiento para sus siglas de ayuntamientos de calado. Baste citar como ejemplo los de Madrid y Valencia. Hecho el anuncio, el trazo grueso, lo importante ahora es la letra pequeña. Conocer hasta qué punto se trata de un órdago del Gobierno o de una voluntad real. Este viernes, la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros dio algunas pistas al respecto.