El Ministerio de Igualdad ha recuperado su autonomía en esta XIV legislatura. Lo ha hecho, además, bajo la batuta de la líder de Unidas Podemos Irene Montero que, poco después de recoger su cartera de ministra, aseguró que la institución "será feminista", "igual que el Gobierno". Precisamente, el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha insistido en esa idea en varias ocasiones: "Somos un Gobierno feminista", aseguró al cumplir 100 días en la Moncloa. Una afirmación que ahora tendrá que demostrar. No obstante, esa no es una tarea exclusiva del Ministerio de Igualdad, por lo que algunos miembros de su equipo ya se han puesto manos a la obra. Este jueves, el consejero en asuntos internacionales de Sánchez y próximo embajador en París, José Manuel Albares, aseguró que el Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación —al frente del cual está la ministra Arancha González Laya— hará un esfuerzo para aumentar el número de mujeres embajadoras de España en el mundo. Porque el dato actual, tal y como ha comprobado infoLibre con los datos que aparecen en la página web del Ministerio, refleja un techo de cristal para las diplomáticas: sólo hay un 16,2% de mujeres al frente de embajadas.
Las mujeres profesionales han denunciado sufrir el techo de cristal en casi todos los ámbitos. Pueden acceder a un puesto de trabajo, sí, pero escalar puestos una vez dentro les resulta más complicado que a sus compañeros. Un reflejo de la desigualdad de género que también se ve en la diplomacia. Por eso algunas decidieron unirse y crear la Asociación de Mujeres Diplomáticas de España (AMDE). Se registraron como organización, precisamente, el pasado 7 de marzo, un día antes de la celebración del Día Internacional de la Mujer. La meta estaba —y está— clara: querían tener más presencia en este cuerpo del Estado. Porque por ahora es minúscula: de las 117 embajadas españolas en el exterior, sólo 19 están dirigidas por una mujer. Las otras 98 tienen al frente a un hombre. Es decir, ellos ocupan el 83,7% de todas estas instituciones.
La explicación, dijo Albares, radica en que la incorporación de las mujeres a la Carrera Diplomática no se permitió hasta la década de los 60 del siglo pasado. Según añadió, le "consta" que la nueva ministra González Laya quiere revertir la situación. Sin embargo, él mismo es el único nombramiento que por ahora parece confirmado.
Casi todas en Europa
La mayoría de embajadoras que sí han llegado a serlo ejercen su profesión en Europa. Es el caso, por ejemplo, de Beatriz Larrotcha Palma, licenciada en Derecho y embajadora en Bélgica. O de Teresa Orjales Vidal, embajadora de Estonia desde 2017 y con experiencia en la profesión desde hace casi 26 años. Anunciada Fernández de Córdiva y Alonso-Viguera, también licenciada en Derecho, dirige la Embajada de Hungría; y Susana Cámara Angulo, por su parte, lo hace con la de Letonia. Ella es, además de licenciada en Derecho, licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales.
La Embajada de Malta también está dirigida por una mujer. Se trata de Consuelo Femenía, también licenciada en Derecho y miembro de la Carrera Diplomática desde 1992. Noruega, Países Bajos y Portugal también tienen a mujeres al frente de sus embajadas españolas. Son, respectivamente, María Isabel Vicandi —licenciada en Filosofía y Filología—, María Jesús Alonso Jiménez —miembro de la Carrera Diplomática desde 1983— y Marta Betanzos Roig —diplomada en Psicología—. Por último, María del Carmen de la Peña Corcuera —licenciada en Derecho— , Aurora Díaz-Rato Revuelta —que también fue embajadora en Uruguay— y Silvia Josefina Cortés Martín —licenciada en Historia Moderna— dirigen las embajadas españolas en la Santa Sede, en Suiza y en Ucrania.
En otros lugares del mundo, en cambio, la presencia de mujeres es menos habitual. Es lo que ocurre, según los datos del Ministerio de Exteriores, en África, donde las mujeres sólo están al frente de tres embajadas españolas: en la de Cabo Verde —María Dolores Ríos Peset, licenciada en Derecho—, en la de Ghana —Alicia Rico Pérez del Pulgar, en la Carrera Diplomática desde 1991— y en la de Tanzania —Francisca María Pedrós Carretero, licenciada en Derecho y en Ciencias Económicas y Empresariales.—.
En Asia ocurre lo mismo: sólo hay tres mujeres embajadoras de España. Aránzazu Bañón Dávalos —funcionaria de la Carrera Diplomática desde 1989— dirige la más alta representación española en Jordania, mientras que Belén Alfaro Hernández lo hace en Qatar y María Jeús Figa López-Palop —exembajadora en Finlandia— en Vietnam.
Donde menos mujeres hay, en cambio, es en América. Tan sólo dos al frente de embajadas: Cristina Pérez Gutiérrez —máster en Derecho Comunitario—, que dirige la de Costa Rica, y María del Mar Fernández-Palacios Carmona —licenciada en Geografía e Historia—, que dirige la de Nicaragua.
En todo el listado, no obstante, no se han incluido aquellos lugares donde es la embajada de otro país la que cumple las labores diplomáticas. Si los tenemos en cuenta, hay 193 lugares con representación del Estado español, pero muchos están a cargo del mismo embajador o la misma embajadora. Es el caso, por ejemplo, de la Embajada de Filipinas, que realiza estas funciones en tres territorios además del suyo propio: Islas Marshall, Micronesia y Palaos. En todos ellos está al frente el exdiputado del PP Jorge Moragas.
Ellos, por su parte, controlan 98 de las 117 embajadas con las que cuenta España en el exterior. Como suponen el 83,7% de todas ellas, están al frente de casi todas las que tienen competencias en más de un territorio y, además, tienen una presencia mucho más repartida en todos los continentes.
Ver más42 tribunales españoles incumplen la igualdad al estar copados por hombres
Parte de los objetivos del Gobierno de coalición
La meta de conseguir más presencia femenina en las embajadas españolas en el exterior es importante, pero tan sólo es una pieza más de una meta más ambiciosa. Uno de los objetivos del nuevo Gobierno de coalición, tal y como se refleja en el pacto con el que PSOE y Unidas Podemos lo sellaron, es alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres. Para ello hay que intervenir en varios ámbitos y el laboral es uno de ellos. Tal y como recoge el acuerdo, el Ejecutivo trabajará en una ley que "profundice en la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación".
Y además, aseguran, trabajarán para impulsar "la equiparación por ley de los permisos de paternidad y maternidad iguales e intransferibles". La conciliación entre la vida familiar y laboral les afecta más a ellas. Y eso también repercute en el techo de cristal. Según el estudio europeo elaborado por Sitly y publicado el pasado mes de febrero, nueve de cada diez mujeres encuentran dificultades para compaginar estos dos aspectos de la vida y, además, el 75% de las madres españolas se siente culpable por no pasar más tiempo con sus hijos.
El Ministerio de Igualdad ha recuperado su autonomía en esta XIV legislatura. Lo ha hecho, además, bajo la batuta de la líder de Unidas Podemos Irene Montero que, poco después de recoger su cartera de ministra, aseguró que la institución "será feminista", "igual que el Gobierno". Precisamente, el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha insistido en esa idea en varias ocasiones: "Somos un Gobierno feminista", aseguró al cumplir 100 días en la Moncloa. Una afirmación que ahora tendrá que demostrar. No obstante, esa no es una tarea exclusiva del Ministerio de Igualdad, por lo que algunos miembros de su equipo ya se han puesto manos a la obra. Este jueves, el consejero en asuntos internacionales de Sánchez y próximo embajador en París, José Manuel Albares, aseguró que el Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación —al frente del cual está la ministra Arancha González Laya— hará un esfuerzo para aumentar el número de mujeres embajadoras de España en el mundo. Porque el dato actual, tal y como ha comprobado infoLibre con los datos que aparecen en la página web del Ministerio, refleja un techo de cristal para las diplomáticas: sólo hay un 16,2% de mujeres al frente de embajadas.