El Gobierno ha vuelto a asomarse al precipicio con la tramitación parlamentaria de la reforma laboral. Sin conseguir recabar apoyos entre tres socios de legislatura como EH Bildu, PNV y ERC, el Ejecutivo no consiguió cuadrar las cuentas hasta última hora de este miércoles. Con los votos de Ciudadanos y del PdCAT amarrados, la coalición aún dependía del apoyo de los dos diputados de UPN, que ejercen una férrea oposición en el Congreso al Gobierno de Pedro Sánchez. El sí oficial de la marca navarra del PP llegó pasadas las ocho de la tarde, asegurando a la coalición sacar adelante este jueves la nueva legislación laboral. Algo que, si no hay sorpresas de última hora, ocurrirá por 176 votos a favor y 173 en contra.
La jornada en el Congreso estuvo marcada por el cruce de reproches públicos entre ERC y el Ministerio de Trabajo y por negociaciones agónicas y a contrarreloj para intentar salvar una de las leyes estructurales de la legislatura. "Tendrán que explicar por qué votan en contra de recuperar derechos para los trabajadores y a favor del mantenimiento de la reforma del PP", recriminaba Yolanda Díaz a ERC en los pasillos del Congreso. El portavoz republicano, Gabriel Rufián, le contestaba inmediatamente: “Nos han presentado un trágala y ERC no puede aceptarlo. La responsabilidad es suya. Aquí alguien se ha pasado de frenada pensando que lo firmaríamos como si fueran las tablas de Moisés".
Tal y como contó infoLibre, en el Ejecutivo ya daban por inamovible la postura de ERC desde este pasado martes. El problema es que, con tres de sus principales socios parlamentarios instalados en el no a menos de 24 horas de la votación las cuentas seguían sin estar nada claras. El PSOE había conseguido apalabrar en las últimas horas el apoyo tanto de Ciudadanos como de los cuatro diputados del PdCAT, que también oficializaron su ‘sí’ a última hora del miércoles. Un escenario que situaba todos los focos sobre los dos diputados de UPN, claves para que la reforma laboral no acabara decayendo.
Durante los últimos días, los diputados navarros no se habían cerrado a la posibilidad de apoyar la reforma laboral aunque tampoco terminaban de ser concluyentes en público sobre su postura ni en privado durante sus negociaciones con la parte socialista del Gobierno. Ante esta situación límite de incertidumbre y a pocas horas de una votación decisiva, la propia Yolanda Díaz y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, mantuvieron una reunión de trabajo en la que acordaron intensificar la maquinaria negociadora de la coalición para un último intento con PNV y ERC.
Según ha podido saber infoLibre, desde la Vicepresidencia segunda se convocó a ERC a una reunión en la sede del Ministerio de Trabajo para negociar hasta cinco propuestas que desde el equipo de Yolanda Díaz trasladaron a los republicanos para intentar alcanzar un acuerdo. En la noche de este miércoles, Trabajo aún no había recibido respuesta alguna. En el Gobierno no se contempla, por tanto, que quede ningún margen de acuerdo con los independentistas catalanes, aunque fuentes del Ejecutivo insisten en que “la mano sigue tendida” hasta última hora.
Las conversaciones también seguían durante la noche del miércoles con el PNV, con quien la comunicación no se ha roto en ningún momento, a diferencia de ERC. Cualquier ofrecimiento a los nacionalistas vascos incluye, eso sí, el riesgo de perder los apoyos de formaciones como Ciudadanos o UPN, por lo que las esperanzas de un acuerdo de última hora con el PNV eran casi inexistentes ya en el Ejecutivo a pocas horas de la sesión plenaria.
"Responsabilidad y sentido de Estado"
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Hasta pasadas las ocho de la tarde del miércoles el Gobierno no pudo respirar tranquilo. A esa hora y desde Pamplona, el presidente de UPN, Javier Esparza, oficializó el apoyo a la reforma laboral que se debatirá este jueves en el Congreso de los Diputados. Aseguró Esparza que lo hará con "convencimiento" y por "responsabilidad y sentido de Estado" a pesar de que “lo cómodo era votar 'no'”. Esparza recordó que la Unión Europea "puso como condición para que llegaran una parte de los fondos aprobar esta reforma y hacerlo de forma pactada con la patronal y los sindicatos", que han llegado a un acuerdo "de mínimos pero suficiente para mejorar la empleabilidad y la de nuestro mercado de trabajo", añadió.
Tras subrayar que "es evidente que el Partido Socialista no merece" el apoyo de UPN, remarcó que "España y Navarra siempre lo van a tener" y que, con sus luces y sombras" la reforma "es positiva”. "Sin el apoyo de UPN no se aprobaría y pondríamos en riesgo la llegada de los fondos de la Unión Europea, que nos tienen que servir para hacer frente a la recuperación económica, y tiraríamos por la borda un acuerdo histórico entre los sindicatos más representativos de este país y la patronal", concluyó.
Si no hay cambios de última hora, los votos favorables de PSOE, Unidas Podemos, Más País, Compromís, Ciudadanos, PdCAT, UPN, Coalición Canarias, Nueva Canarias, Teruel Existe y PRC aseguran una mayoría absoluta de 176 síes en el Congreso. Enfrente, los 173 votos en contra de PP, Vox, PNV, Bildu, ERC, CUP y BNG. Un resultado agónico para uno de los hitos legislativos del Gobierno, que ha tenido que ahormar una mayoría alternativa a la que le viene dando respaldo desde el principio de la legislatura.
El Gobierno ha vuelto a asomarse al precipicio con la tramitación parlamentaria de la reforma laboral. Sin conseguir recabar apoyos entre tres socios de legislatura como EH Bildu, PNV y ERC, el Ejecutivo no consiguió cuadrar las cuentas hasta última hora de este miércoles. Con los votos de Ciudadanos y del PdCAT amarrados, la coalición aún dependía del apoyo de los dos diputados de UPN, que ejercen una férrea oposición en el Congreso al Gobierno de Pedro Sánchez. El sí oficial de la marca navarra del PP llegó pasadas las ocho de la tarde, asegurando a la coalición sacar adelante este jueves la nueva legislación laboral. Algo que, si no hay sorpresas de última hora, ocurrirá por 176 votos a favor y 173 en contra.