Golpe al cártel de los Balcanes en Galicia que introducía alijos de cocaína en contenedores por el puerto de Vigo
Una inusitada presencial policial en el Centro Comercial Vialia de Vigo llamó la atención de los ciudadanos. Agentes de la varias comisarías, algunos de fuera de Galicia, otros de Pontevedra y también de la propia ciudad olívica estaban en plena fase de explotación de un operativo que puede considerarse histórico. El Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y el Cuerpo Nacional de Policía consiguieron lo que hasta ahora parecía una quimera: desarticular gran parte de la organización criminal de origen balcánico que se dedicaba a ‘rescatar’ grandes alijos de cocaína en la dársena viguesa y, tal vez, también en otros puertos. La más reciente novedad señala que estas organizaciones tienen capacidad para moverse por toda Europa recogiendo cargamentos de droga.
La operación se gestó con una combinación de trabajo de campo por parte de los dos cuerpos actuantes y colaboración de autoridades internacionales, muy relevante en una ruta que ya es conocida por la infiltración de mercancía clandestina: la que une los puertos de Ecuador con el de la provincia de Pontevedra.
El método de ocultamiento que empleaba la organización criminal desarticulada (ayer se produjeron nueve detenciones para poner la guinda a la acción policial) era el conocido como gancho ciego o gancho perdido. Era por ese procedimiento por el que intentaron introducir 1.200 kilos de cocaína, que llegaron al lado de la mercancía legal del interior de uno de los contenedores del buque Cape Ciprius, el único de la ruta regular entre Sudamérica y Galicia que llegó ayer a Vigo y que, tras descargar la mercancía (incluida la droga), continuó viaje hacia el puerto de Málaga. Se trata, según pudo saber este periódico, el segundo de los barcos que realiza la misma ruta en la que hace un mes se intervino otra media tonelada tras una gran inspección en la dársena de Guixar, en aquel caso a manos de la Guardia Civil de forma conjunta con Vigilancia Aduanera.
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El gancho ciego consiste en la introducción de sustancia estupefaciente en el interior de un contenedor sin el conocimiento de la empresa exportadora ni tampoco de la importadora, lo que da un valor inmenso a las detenciones que consiguieron realizar los agentes en la jornada de ayer. Los narcos acceden al contenedor en el puerto de origen, en este caso en Ecuador, después de romper los precintos, colocan la droga y vuelven a sellar el depósito de mercancías sin dejar rastro. Una vez en destino, en este caso en Vigo, la organización cuenta con otra célula, la que fue desmantelada, que dispone de capacidad para acceder al interior del puerto y hacerse con la droga siguiendo los mismos pasos: apertura de los precintos de forma clandestina, retirada de los fardos y precintado. En muchas ocasiones precisan contar con el apoyo de personal portuario o bien de transportistas con acceso al mismo para abandonar la instalación con la droga, en especial cuando, como en el caso de ayer, el alijo es de una cantidad importante.
La ventaja de los narcos que emplean el sistema del gancho ciego es que si se percatan de la presencia policial no se acercan al puerto, por lo que es muy difícil dar con ellos. El valor de esta operación aumenta al saberse que los investigadores consiguieron detectar la llegada de los balcánicos, de origen albanés y serbio, entre otras nacionalidades. Nueve personas pudieron ser detenidas, algunas de ellas en Vialia, donde habían llegado para hacerse cargo del alijo, y otras ya en distintos puntos de la ciudad olívica.
La presencia de criminales de origen balcánico dominando el tráfico de cocaína en Galicia es bien conocida desde hace años. Su especialidad es el contenedor (se piensa que eran los receptores de los 7.500 kilos de Cambre, por ejemplo) pero también ‘trabajan’ los pesqueros o los veleros. Se les considera también los dueños de alijos como los 13.000 kilos incautados en Algeciras, el mayor cargamento de esa droga jamás decomisado en España.