Máximo González Jurado es el presidente del Consejo General de Enfermería, Consejo General de Enfermeríauna organización profesional con más de 100 años de historia y que representa a 200.000 colegiados. Aplaude el giro dado en la política de comunicación del Gobierno desde que el viernes pasado se creó un comité especial para la coordinación de la crisis del ébola. Un día antes de que se conociera el contagio de Teresa Romero llegó a sus manos un informe sobre el protocolo seguido en los hospitales en el tratamiento de los posibles casos de ébola. Este documento está en estudio. Pero de él ya se desprenden algunas conclusiones: "Creemos, en un primer avance, que la directiva de Prevención de Riesgos Laborales y la directiva de Riesgos Biológicos han podido ser vulneradas", subraya González Jurado. Atiende a infoLibre en conversación telefónica en la tarde del lunes 13 de octubre.PREGUNTA: Ha pasado una semana de este contagio. ¿Cree usted que es posible establecer una escala de responsabilidades?
RESPUESTA: Tendrá que establecerse, qué duda cabe. Lo que es cierto es que hay una persona infectada por el virus y otras que están en observación. Y habrá que determinar qué ha pasado y qué se podría haber hecho mejor, teniendo en cuenta que el riesgo cero no existe. Lo que nosotros hemos identificado son fallos del sistema. En su momento habrá que determinar quiénes son los responsables últimos y exigir esas responsabilidades, sin ninguna duda. Yo siempre empecé este proceso –como Consejo General de Enfermería– con el ánimo no tanto de la exigencia de responsabilidades, que es algo que tendrá que venir necesariamente, sino con el de averiguar qué había pasado, qué no se había hecho bien o qué no se estaba haciendo bien. En una situación de alto riesgo como la que se está viviendo y se ha vivido es evidente que hay muchos puntos en los que se puede tener un accidente o en los que puede haber un error humano. Se trata de identificar lo que marcan tanto la ley europea como la ley española y minimizar el riesgo poniendo todos los medios. Creo que se podían haber puesto medios diferentes a los que se han puesto y yo no sé si a pesar de ello habría ocurrido el accidente, pero evidentemente estaríamos hablando de otra cosa en este momento.
P.: ¿Han echado ustedes de menos coordinación entre la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Sanidad?
R.: Nosotros lo que hemos visto es, de un lado, unos protocolos generales que pueden ser discutibles. Yo precisamente el mismo lunes [6 de octubre], en las informaciones que di a los medios de comunicación dije que desde el día anterior, desde el domingo, muy ajeno a saber que iba a dar positivo esta señora, ya tenía un informe encima de mi mesa donde se decía que el protocolo tenía deficiencias y que eran mejorables desde el punto de vista de la seguridad de los profesionales. Eso como siempre es discutible. Son opiniones bien fundadas por expertos, pero que pueden ser discutibles encima de una mesa. Pero, en cualquier caso, existía un protocolo que debía haber sido ejecutado fielmente por las comunidades autónomas y en este caso por la Comunidad de Madrid. Y en nuestra opinión, eso no ha ocurrido a pesar de las muchas veces que se dice por las autoridades de la Comunidad de Madrid que se ha cumplido ese protocolo. Yo le puede garantizar que es cierto, que ha tenido muchas lagunas el cumplimiento, no solo del protocolo, sino también de la propia legislación. Es que tenemos directivas europeas, es que tenemos leyes en España, ley de prevención [de riesgos laborales], hay reales decretos... Y en nuestra opinión –es una opinión, luego también podrá ser contrastada en su momento– creemos que se han vulnerado esas normas, que no se han respetado de forma adecuada por quien tiene la obligación de gestionar esos recursos humanos.
Hay que diferenciar lo que es una regulación global para el país y la ejecución en cada una de las comunidades. Este es uno de los problemas que tenemos desgraciadamente en España, que hay una regulación en el ámbito del Estado y luego cada comunidad lo aplica como le parece oportuno. En tema de salud pública las cosas no pueden ser de esta forma, deben ser absolutamente coordinadas y cohesionadas, no que cada comunidad esté adoptando las medidas que considere oportunas en virtud de esos criterios. Creo que las cosas se debían haber hecho mejor. Ahora ya se están poniendo medidas, afortunadamente. Esto es lo que estábamos demandando: que hubiese autoridad por parte del Gobierno de la Nación y que se viese que esto es un tema serio, de Salud Pública que nos puede afectar a todos y que, por tanto, tiene que haber una autoridad por un lado y una comisión rigurosa y seria y un seguimiento lo más serio posible. Pero se ha tardado. Se ha tardado unos días en esto. Han sido unos días de confusión. Estas enfermeras están sufriendo una presión tremenda por parte de las autoridades sanitarias de la Comunidad de Madrid, se están haciendo las cosas muy mal. Se está intentando contratar a enfermeras de las están en el paro sin ningún tipo de preparación y si ellas se niegan se les está diciendo que se les va a sancionar. Realmente no es razonable que en un país tan fuerte, tan serio, tan avanzado como el nuestro y con un Sistema Nacional de Salud tan excelente... No nos merecemos los profesionales tener alguna de estas autoridades. Y desde luego el comportamiento aquí en la Comunidad de Madrid dista mucho de lo que sería ejemplarizante en una comunidad avanzada como la nuestra y con un muy buen sistema de salud. Es un problema que las autoridades estén fallando aquí en la Comunidad de Madrid así de esta forma.
P.:¿Le ha trasladado estás quejas usted bien a la consejería o al ministerio?
R.: No. Pero estoy convencido de que vamos a hacer cosas y que, al final, el sentido común va a imperar, que toda esta buena información va a ser aprovechada. Nosotros vamos a anunciar la celebración en Madrid de una conferencia mundial de enfermería sobre el tema del ébola donde van a venir los mejores expertos del mundo, donde van a venir colegas, enfermeras y enfermeros de los países donde ha habido incidencias con pacientes de ébola. Estados Unidos, Alemania, Noruega, Reino Unido… Vamos a hacer algo fuerte para poner en valor y para consensuar como profesión qué es lo que ha pasado en todos los países, qué tratamiento se le ha dado al proceso y cómo debemos actuar en el futuro con un auténtico protocolo desde el punto de vista enfermero, estableciendo también los modelos de formación que se deben establecer desde el ámbito internacional. Aquí no se trata de buscar culpables, se trata de hacer las cosas bien hechas. Esta epidemia o pandemia no ha desaparecido y por lo tanto podemos volver a tener otros casos similares en Madrid o en cualquier otra parte del territorio nacional. Y necesitamos estar preparados, cohesionados, armonizados, como ha pasado con otras epidemias anteriores. Como pasó con la gripe A, con las vacas locas… donde al final se han hecho dispositivos muy serios y se han extraído conclusiones muy buenas. Las responsabilidades se exigirán en su momento.
¿Cree usted que esto debe saldarse con alguna víctima política?
R.: No quiero entrar en ese territorio… somos un colegio profesional. No somos un partido político. Ahora, sí que desde luego nos parece inaceptable si no presenta la dimisión el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid [Javier Rodríguez] porque es un hombre que está desautorizado por las profesiones sanitarias. Un señor que es la máxima autoridad de una comunidad tan importante, culpar a una persona que voluntariamente se ha expuesto a poder fallecer, a poder morir, a sabiendas del riesgo que estaba corriendo y de forma voluntaria y que por un error o accidente que, en su momento, si alguien es capaz lo demostrará… Que en vez de hacerle un homenaje la criminalice y deteriore su imagen públicamente estando en el lecho de dolor es tan inhumano que esa persona ya no puede seguir siendo consejero de Sanidad. Es imposible. Porque no lo respetamos. No puede serlo. En ese caso, fíjese que yo soy prudente a la hora de pedir dimisiones y cosas de estas... No me gusta. Yo creo que cuando pase todo habrá que valorar muy bien lo que ha pasado y exigir donde proceda las responsabilidades. Pero vamos, esto es inaceptable. Estamos en un país que queremos que sea respetado. Al día siguiente de esas declaraciones ¿qué enfermera o qué auxiliar entraría [al hospital] a exponerse nuevamente a sabiendas de que si vuelve a ocurrir una situación parecida va a ser ajusticiada públicamente. Es de un sinsentido al que es difícil buscar calificativos.
P.: El domingo, antes de conocer el positivo de Teresa ya tenía sobre la mesa un informe sobre las condiciones laborales de enfermeros y auxiliares. ¿Me puede dar algún detalle? ¿Van a hacer un informe posterior?
R.: El informe se está haciendo. Primero, lo que estamos recabando es muchísima información. No queremos ni equivocarnos ni equivocar a nadie. Las cosas hay que hacerlas bien. Creemos en un primer avance que la directiva de Prevención de Riesgos Laborales y la directiva de Riesgos Biológicos han podido ser vulneradas. Tenemos elementos para poder decir que se han vulnerado. Eso ha provocado un riesgo innecesario en los profesionales que se podría haber evitado y se podría haber minimizado. Ahora se está intentando a toda máquina paliar esta situación. Y eso no es malo, porque es reconocer que no se ha hecho bien. El error estriba en la falta de humildad y en no decir: 'Pues mire usted, es verdad". Es lo que han dicho los norteamericanos: 'Ha habido un fallo del protocolo, vamos a buscar para mejorar'. Eso es lo que aquí se debería haber dicho. No se puede decir: 'Se ha hecho todo perfecto'. No puede ser que el sistema no se equivoque nunca, sea infalible y que los profesionales sean tontos y sean los que se equivocan siempre.
Cuando hay un fallo, es un fallo global y entonces hay que analizar y si aquí hay, como vamos a demostrar en su momento que ha habido, incumplimientos legislativos. Yo no puedo decir que esos incumplimientos son los que han provocado ese contagio porque sería un demagogo. Eso no lo voy a decir nunca. Lo que sí digo es que la seguridad de los trabajadores no ha estado protegida como las leyes establecen en España.
P.: ¿Cree que se invierte poco en Prevención de Riesgos Laborales en los hospitales públicos?
R.: No. Aquí lo que pasa yo creo, y también es una opinión personal, igual que con los accidente de tráfico. Ni usted ni yo creemos que mañana vayamos a tener un accidente. Y estamos confiados. Y creo que se ha pensado que el ébola estaba demasiado lejos y que con estos protocolos era suficiente porque no tenía el impacto de la gripe aviar. Aquí seguramente ha habido un poquito más de relajación y de confianza y nos ha pillado el toro. No porque no haya buenos servicios de prevención; sí los hay. No creíamos que nos iba a tocar a nosotros. Pensamos que estábamos vacunados contra cualquier cosa de estas. Y fíjese Alemania las unidades especiales que tiene. Y el Reino Unido… Esto es como un seguro de vida. Es lo mismo. Hay que invertir y prepararse sobre todo cuando se sabe que hay un riesgo real.
P.: Que podríamos haber reaccionado un poco mejor…
R.: En abril las enfermeras estaban diciendo ya al gerente del hospital y al consejero por escrito: 'Oiga, que no tenemos medios y que no estamos preparados, que queremos preparación'.
P.: ¿Los protocolos son públicos?
R.: Deberían haberlo sido.
P.: ¿Pero no sabemos si lo fueron?
R.: Bueno, sí lo sabemos pero vamos a esperar para ver la evolución.
P.: En 2008 la Comunidad de Madrid suprimió dos organismos clave para el control de epidemias como la Dirección General de Salud Pública y el Instituto de Salud Pública. ¿Cree a día de hoy que fue una buena decisión?
R.: Ya lo critiqué en su día y lo sigo criticando. Creo que fue un disparate. Un auténtico disparate. Porque, además, teníamos un Instituto de Salud Pública que era relamente el paradigma, una maravilla. Y una Dirección General de Salud Pública fantástica. Estaban haciendo una labor en Madrid extraordinaria. Con un sistema de alertas impresionante. Y claro. Se lo cargan. Te quedas impresionado.
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P.: Ellos argumentan que las competencias han ido a otra dirección general.
R.:
Resulta que el Ministerio tiene una Dirección General de Salud Pública. Y todas las comunidades también. ¿Quién lleva la razón?
Máximo González Jurado es el presidente del Consejo General de Enfermería, Consejo General de Enfermeríauna organización profesional con más de 100 años de historia y que representa a 200.000 colegiados. Aplaude el giro dado en la política de comunicación del Gobierno desde que el viernes pasado se creó un comité especial para la coordinación de la crisis del ébola. Un día antes de que se conociera el contagio de Teresa Romero llegó a sus manos un informe sobre el protocolo seguido en los hospitales en el tratamiento de los posibles casos de ébola. Este documento está en estudio. Pero de él ya se desprenden algunas conclusiones: "Creemos, en un primer avance, que la directiva de Prevención de Riesgos Laborales y la directiva de Riesgos Biológicos han podido ser vulneradas", subraya González Jurado. Atiende a infoLibre en conversación telefónica en la tarde del lunes 13 de octubre.PREGUNTA: Ha pasado una semana de este contagio. ¿Cree usted que es posible establecer una escala de responsabilidades?