José Antonio Griñán deja la política activa. Abandonará su escaño en el Senado, en principio, en cuanto se produzca la investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta de Andalucía.
El exjefe del Ejecutivo autonómico ya había avanzado a su entorno que había tomado la decisión de marcharse, "pase lo que pase" con su situación procesal, según adelantó este 21 de abril El Mundo. El propio Griñán confirmó a infoLibre que esa es su intención, dejar la política activa.
El expresidente declaró en el Supremo el pasado 9 de abril como imputado por el caso de los ERE. Entonces dijo que había abandonado su cargo de jefe de la Junta en 2013 por "responsabilidad política" tras conocer la "barbaridad" de los falsos expedientes de regulación de empleo (ERE). "No hubo un gran plan, pero hubo un gran fraude", dijo entonces ante los medios. El instructor en el Alto Tribunal, Alberto Jorge Barreiro, tras haber desfilado ante él otros cuatro imputados: el expresidente Manuel Chaves y los exconsejeros José Antonio Viera, Gaspar Zarrías y Mar Moreno. Esta fue la última, y prestó su declaración este mismo martes. Ahora, el magistrado deberá decidir qué hacer. Si pide al Ministerio Público que se pronuncie, si practica más diligencias, o si levanta alguna imputación o las concreta. Por lo pronto, la Fiscalía del Supremo ha solicitado al instructor que cite a declarar, en calidad de imputados, al que fuera interventor general de la Junta entre los años 2000 y 2010, Manuel Gómez Martínez, y al exconsejero de Empleo Antonio Fernández García, informa Europa Press.
Griñán dejará su acta de senador por designación autonómica "pase lo que pase". Tanto si el juez le acusa de algún delito como si archiva la causa contra él. Si ocurre lo primero, el expresidente podría acabar siendo investigado por Mercedes Alaya, la instructora de la macrocausa en Sevilla, ya que habría perdido su aforamiento. Como comenta una dirigente del PSOE andaluz que le conoce muy bien, este tenía la decisión tomada desde tiempo atrás, y la comunicó al partido al día siguiente de su comparecencia en el Supremo, porque ya había logrado su objetivo: explicarse en sede judicial.
"Es él el que toma la iniciativa, el que decide marcharse", decía esta fuente. La fecha exacta de su partida no está aún clara. Se toma como referencia la investidura de Díaz porque suele ser tras la elección del presidente de la Junta cuando se nombra a los representantes para la Cámara alta.
La posición de Díaz
Al ser él mismo el que da el paso atrás, libera a su partido de decidir si le mantenía o no como senador autonómico. Los gestos del PSOE andaluz en las últimas semanas daban a entender que no iba a ser posible. Por varias razones. Primero, por el distanciamiento de Griñán hacia su sucesora en la Junta y por sentirse cada vez más "aislado", según describen quienes han podido hablar con él. Y segundo, porque tanto Podemos como Ciudadanos han condicionado la investidura de Díaz a la marcha de sus escaños de los dos expresidentes.
De hecho, la decisión de Griñán sitúa en la diana a Chaves. Este es diputado en el Congreso, y su acta no depende de la decisión del partido de renovarle. Su mandato acabaría con el fin de la legislatura, salvo que él optara por marcharse antes.
Díaz ya había advertido –y el secretario general, Pedro Sánchez, apoyado– de que sólo pediría sus actas a todos los aforados si la Justicia les acusaba de delitos concretos. Hasta el momento, los dos expresidentes y los tres exconsejeros habían sido citados a declarar como imputados. Ellos mismos habían pedido hacerlo antes de que el Alto Tribunal solicitara el suplicatorio a las Cámaras. Ahora el juez instructor ha de determinar cuál es su situación procesal.
Griñán es senador desde septiembre de 2013, en cuanto abandonó la Presidencia de la Junta, que ocupó desde abril de 2009. Antes, bajo el mandato de Chaves, fue consejero de Economía y Hacienda (2004-2008) y titular de la misma cartera y vicepresidente segundo (2008-2009). Entre 1992 y 1993 fue ministro de Sanidad y Consumo en el Gobierno de Felipe González, quien después le nombró titular de Trabajo y Seguridad Social (1993-1996). Entre 1996 y 2004 fue diputado socialista en el Congreso.
La Junta no tiene "conocimiento directo"
El Parlamento andaluz ha elegido tradicionalmente a sus senadores por designación autonómica en el primer pleno que sucede a la investidura del presidente de la Junta. Aunque ahora el PSOE no controla la Mesa: dispone de tres asientos –el presidente, Juan Pablo Durán; la vicepresidenta primera, Teresa Jiménez, y la secretaria primera, Verónica Pérez–, por los cuatro que tiene la oposición (uno el PP, uno Podemos, uno Ciudadanos y uno IU). Esto quiere decir que si los otros cuatro grupos se ponen de acuerdo, podrían adelantar ese pleno.
La exconsejera andaluza Mar Moreno dice que no tuvo relación con los ERE
¿Pero cuándo será la investidura de Díaz? No se sabe, porque sigue bloqueada. Este martes, se reunió por primera vez la Mesa. Durán mantendrá el próximo lunes y martes la ronda de consultas con los cinco grupos parlamentarios, con el fin de realizar la propuesta de candidato a la Presidencia de la Junta. Así, el debate de investidura se celebrará, con toda probabilidad, la semana siguiente, entre el 4 y el 8 de mayo. Se producirá entonces la primera votación, en la que la socialista necesitaría mayoría absoluta para ser reelegida. En las siguientes rondas, separadas por 48 horas, precisará sólo mayoría simple. Pero para ello ha de conseguir, como poco, o la abstención del PP o bien la abstención de dos grupos (Podemos y Ciudadanos, o Podemos e IU). Por ahora, todos los partidos venden cara esa abstención. Los socialistas asumen que la nueva nominación de su jefa de filas podría producirse después de las autonómicas y municipales del 24 de mayo.
Tanto la Junta como el PSOE aseguraron hoy tener "conocimiento directo" de la voluntad de Griñán. Ni directo ni "fehaciente", en palabras del portavoz del Ejecutivo andaluz en funciones, Miguel Ángel Vázquez. "El Gobierno desconoce el contenido de esa información. No es un ámbito que le corresponda al Gobierno, es una decisión que le compete al ámbito personal del expresidente y está situada en el ámbito del PSOE. Como no tenemos conocimiento fehaciente de esa información evitamos hacer cualquier tipo de valoración", señaló, informa Europa Press.
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, consideró el gesto de Griñán como "un buen paso" hacia un acuerdo que permita gobernar a Díaz, pero aun así quedaría "la otra mitad", en alusión a Chaves. El líder del partido naranja señaló además, en un debate en Telecinco, que le consta que el PSOE-A está estudiando el pacto anticorrupción que le propuso. "Si conseguimos que lo firme será un salto cualitativo", dijo, poniéndolo como ejemplo de que C's puede ayudar al cambio aun sin estar en el Gobierno.
José Antonio Griñán deja la política activa. Abandonará su escaño en el Senado, en principio, en cuanto se produzca la investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta de Andalucía.