El ministro de Economía, Luis de Guindo, aseguró este jueves que la conversación que mantuvo con el exconsejero de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, cuando éste trabajaba para el banco francés Société Générale no se tradujo en alguna decisión del Ministerio de Economía que "pudiera considerarse incorrecta", sino que desde el punto de vista del funcionamiento del organismo sería "al revés".
En una entrevista a Onda Cero recogida por Europa Press, el ministro explicó que en la conversación que aparece en el sumario de la Operación Púnica, Granados le pidió un contacto para que el banco en el que él trabajaba, Société Générale, pudiera "presentar sus credenciales" para la "elección de los bancos que iban a intervenir en la colocación de AENA" en julio del año pasado. Guindos reconoció que le facilitó el contacto de la persona del Ministerio que llevaba este tema para que el banco "pudiera hacer la presentación", pero también apuntó que finalmente "Société Générale no tuvo ningún papel" en la operación.
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"Société Générale no tiene nada que ver, es un banco serio, es el segundo banco de Francia, es uno de los bancos más activos en la compra de deuda pública de España y por lo tanto podía hacer una presentación y presentar sus credenciales, como así hizo y después también lógicamente el gobierno no lo eligió", añadió.
Guindos remarcó que parece que a Granados no le gustó la decisión tomada por el Ministerio en su momento, ya que, como "aparece en el sumario", "él dice que se considera decepcionado" con ella. "Pero bueno, así es la vida", apostilló el ministro.
Preguntado por si sospechaba entonces que el exconsejero "no era trigo limpio", aseguró que "no es una cuestión de si es trigo limpio o no trigo limpio", sino que lo importante "son las decisiones que uno toma" y estas "están ahí".
El ministro de Economía, Luis de Guindo, aseguró este jueves que la conversación que mantuvo con el exconsejero de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, cuando éste trabajaba para el banco francés Société Générale no se tradujo en alguna decisión del Ministerio de Economía que "pudiera considerarse incorrecta", sino que desde el punto de vista del funcionamiento del organismo sería "al revés".