El cadáver de una joven de 33 años, L.R.A., ha sido hallado en la madrugada de este viernes por miembros del dispositivo de búsqueda que se activó este jueves en la localidad zamorana de Castrogonzalo. El cuerpo, que se encontraba junto a la planta de transferencia de residuos de la localidad, en la carretera comarcal que une el pueblo con Benavente, presentaba evidentes signos de violencia, según informa la edición digital de La Opinión-El Correo de Zamora.
La familia había alertado de su desaparición en la tarde del jueves ya que no respondía las llamadas a su móvil mientras realizaba su rutinario paseo vespertino por los caminos próximos al municipio. Al anochecer, según relata el periódico, su novio y su suegra decidieron llamar a la Guardia Civil, porque "ella nunca desconectaba el teléfono".
Tres patrullas de la Guardia Civil, la unidad canina y un improvisado grupo de familiares y vecinos decidieron salir a buscarla. Sobre la una de la madrugada, uno de los integrantes del dispositivo de búsqueda halló rastros de sangre junto a la torre de telecomunicaciones, frente a la fábrica Proláctea. Minutos más tarde, aparecía el cadáver de la joven, con evidentes signos de violencia, en un terraplén de difícil acceso.
Graves heridas en cara y cráneo
La mujer encontrada en la madrugada de este viernes en la localidad zamorana de Castrogonzalo presentaba graves heridas tanto en la cara como en el cráneo debido a fuertes golpes. Así lo ha asegurado este viernes el subdelegado del Gobierno en Zamora, Jerónimo García Bermejo. "Ha sido una muerte violenta por los signos externos que se han evidenciado", ha detallado el subdelegado.
El examen para concretar la causa del fallecimiento se está realizando durante la mañana de este viernes en el Instituto Anatómico Forense de la capital, así que por el momento no sé descarta ninguna hipótesis. "El caso está en fase de investigación y bajo secreto sumarial", ha precisado García Bermejo. Es el juzgado de Benavente el que está llevando la investigación.
Fue la hermana de la víctima, una mujer de 32 años, la que comunicó a la Guardia Civil la desaparición de la joven. "No conocían su paradero desde hacía horas y les resultaba bastante extraño", ha apuntado el subdelegado.
Fue la propia Guardia Civil la que valoró de "riesgo alto" está desaparición, por lo que se comenzó la búsqueda con el apoyo de una patrulla canina. Pasada la una de la madrugada se encontraba el cuerpo sin vida de la mujer situado en un terraplén en el extrarradio del pueblo y próximo al río, con evidentes signos de violencia.
A las 4.30 de la madrugada, tras la llegada del juez de guardia y el forense, se trasladó el cadáver al Instituto Anatómico Forense de Zamora, mientras que miembros de la Policía Judicial de la Guardia Civil se quedaban en la zona para recabar pistas que esclarecieron los hechos.
"En principio, no hay un móvil específico que explique esta muerte violenta así que las autoridades no descartan que se pueda tratar de un caso de violencia de género o de cualquier otra circunstancia", ha adelantado el subdelegado. "La investigación continúa en marcha y confío en que pronto se detenga el culpable y se le aplique la justicia", ha añadido, al tiempo que ha pedido respeto y ha trasladado el pésame a la familia, poniéndose a su disposición.
El cadáver de una joven de 33 años, L.R.A., ha sido hallado en la madrugada de este viernes por miembros del dispositivo de búsqueda que se activó este jueves en la localidad zamorana de Castrogonzalo. El cuerpo, que se encontraba junto a la planta de transferencia de residuos de la localidad, en la carretera comarcal que une el pueblo con Benavente, presentaba evidentes signos de violencia, según informa la edición digital de La Opinión-El Correo de Zamora.