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Qué hay bajo el fango de Vox en el Congreso: la oleada legislativa de una izquierda que al final se entiende

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“El clima es irrespirable”. Esta sensación la llevan repitiendo muchos diputados desde hace un par de semanas. Las sesiones parlamentarias se han convertido en un campo lleno de fango oscuro, sombrío, impropio de las Cortes. Insultos y exabruptos. Todo ello impulsado principalmente por los miembros de Vox, que aprovechan cada intervención para desestabilizar a sus contrincantes y a la propia Cámara.

Ruido y furia. Muchos diputados se quejan de que el ambiente y la estrategia feroz de los de Santiago Abascal está tapando la ingente cantidad de trabajo legislativo que está sacando el bloque de la izquierda. El ejemplo más claro, como recuerdan, es la vital votación de los presupuestos generales durante la semana pasada.

El Congreso se enfrentó a unas maratonianas jornadas, que se alargaron hasta la madrugada. Pero todo quedó ensombrecido por la intervención de Vox en la que se insultó a la ministra de Igualdad, Irene Montero, diciendo que su “único meritorio es haber estudiado a Pablo Iglesias en profundidad”. Esto taponó la proyección de una acción legislativa en la que el Gobierno consiguió sacar adelante unas cuentas con una media de 187 votos a favor tras unas interminables 846 votaciones sobre 5454 enmiendas.

Pero es que ese mismo día la izquierda logró acordar también sin fisuras la admisión a trámite de la proposición de ley sobre la reforma en el Código Penal del delito de sedición y la aprobación de los nuevos gravámenes destinados a las entidades financieras, las energéticas y las grandes fortunas.

Esta misma semana el ambiente volvió a crisparse en la Cámara Baja, con la ultraderecha intentando provocar a la propia Mesa del Congreso buscando la gresca con la utilización de la palabra “filoetarra” o denunciando que les llamaran “fascistas”. Interrupciones constantes. Y una manifestación por parte del PP y de Vox tras decir Irene Montero que promocionaban la “cultura de la violación”.

Y, a pesar de ese claustrofóbico ruido, la Cámara Baja volvió a sacar adelante numerosas votaciones gracias al bloque de la investidura. De hecho, se tumbaron todas las enmiendas a la totalidad presentadas contra la reforma de la sedición. Además, recibieron luz verde algunas leyes de gran importancia a pesar de no estar en los focos: la de start ups, la reforma del sector ferroviario y la de evaluación de políticas públicas.

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Desde el Gobierno ponen el foco precisamente estos días en la acción legislativa, en que la coalición está siendo útil, en que logran sacar adelante normas pese a tenerlo todo en contra. Según fuentes de La Moncloa, el Ejecutivo ha sacado hasta este momento 177 iniciativas legislativas.

Esto es un hito para el Gobierno en unas circunstancias, argumentan, totalmente complicadas. La pandemia llegó al inicio de la legislatura, lo que hizo que el Congreso minimizara su actividad. Además, se trata del Parlamento más fragmentado políticamente (con mayor número de partidos) de la historia de España. Asimismo, todavía queda un año para que acabe la legislatura, por lo que es difícil comparar en los mismos términos con otras legislaturas.

Según los datos del Congreso sobre leyes aprobadas por los distintos gobiernos desde 1978 y recopilados por Newtral, la legislatura con más normas ratificadas por un Ejecutivo fue la constituyente (con 297). Y luego les siguen las primeras de Felipe González (con su mayoría absoluta arrastró 247 leyes), de José María Aznar (254) y de Mariano Rajoy (247, también con mayoría absoluta), en circustancias totalmente diferentes a la actual dinámica de unas Cortes multipartidistas.

Pero Pedro Sánchez ya ha superado en número de leyes a las otras legislatura de Felipe González y a la segunda de José Luis Rodríguez Zapatero (176). Otro ejemplo significativo, en la media legislatura en la que Mariano Rajoy tuvo que pactar para sacar normas, entre 2016 y 2018, sólo vieron la luz 39 iniciativas impulsadas por su Gobierno en el Congreso.

Los diputados de la izquierda se quejan de que el ambiente del Congreso está tapando todos estos datos. Además, no se ha encontrado la fórmula para poder rebajar la tensión en las Cortes, a pesar de las advertencias y llamadas de atención por parte de Meritxell Batet, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y Gloria Elizo mientras presidían en los distintos momentos el Pleno de esta semana.

Otra de las quejas que sale de los diputados socialistas es que Vox se presenta como la “España que madruga” y dibuja a un Ejecutivo que no hace nada mientras que la propia ultraderecha tiene el listón laboral muy bajo en la Cámara Baja, ya que, por ejemplo, no ha presentado ni una sola enmienda parcial a los presupuestos generales de 2023, la ley estrella de este periodo de sesiones.

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¿Se acabará pronto este clima? Cargos socialistas dicen que desgraciadamente creen que no. De hecho, alguno de ellos advierte de que esta “toxicidad” incluso irá en aumento en las próximas semanas. “Y eso que queda todavía un año para las elecciones”, comenta un parlamentario. Durante estos últimos días denuncian en la izquierda la campaña iniciada por el Partido Popular para poner hasta en duda los datos de empleo (el paro bajó en el último mes en 33.512 personas y se situó en 2.881.380 desempleados, la cifra más baja de un noviembre desde 2007). También esperan fake news y bulos por parte de la órbita de la ultraderecha de cara a los próximos meses.

La orden dada por La Moncloa es seguir tramitando leyes y, de hecho, dar un acelerón antes de que acabe el año con algunas de las más potentes y polémicas, para despejar el camino antes de las elecciones autonómicas y municipales. Además, en el entorno de Sánchez recuerdan que también hay un trabajo que no se ve en el Parlamento pero que tiene mucha importancia en el clima social. En este sentido, citan la labor hecha para resolver conflictos competenciales con Cataluña que no acaben en el Tribunal Constitucional. Por el procedimiento del 33.2 de la ley orgánica del TC, se han logrado 15 acuerdos y solo se han interpuesto 5 recursos ante el Alto Tribunal contra leyes catalanas (en la época de Rajoy se registraron 19).

Por eso, la idea de Pedro Sánchez es centrar su discurso, frente al ruido de las derechas y desavenencias internas, en esa acción del Gobierno y en las medias puestas en marcha, con el convencimiento de que finalmente los ciudadanos entenderán que las medidas puestas en marcha han logrado que España sea en estos momentos el país con la inflación más baja de la zona euro en noviembre.

“El clima es irrespirable”. Esta sensación la llevan repitiendo muchos diputados desde hace un par de semanas. Las sesiones parlamentarias se han convertido en un campo lleno de fango oscuro, sombrío, impropio de las Cortes. Insultos y exabruptos. Todo ello impulsado principalmente por los miembros de Vox, que aprovechan cada intervención para desestabilizar a sus contrincantes y a la propia Cámara.

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