Andalucía dará este domingo el pistoletazo de salida al nuevo ciclo electoral con la celebración de sus comicios autonómicos. Las elecciones, adelantadas por segunda vez consecutiva por la presidenta Susana Díaz tras el anticipo electoral que decretó ya en 2015, serán claves para analizar la actual situación del panorama político, y no solo en Andalucía. Si se cumplen los pronósticos de las encuestas, un resultado que sirva al PSOE para aguantar la primera posición cómodamente y una debacle del PP daría aire a los socialistas a nivel nacional, y algo parecido podría ocurrir con una Adelante Andalucía a la que algunos sondeos colocan peleando por ser segunda fuerza.
Además, los comicios serán la primera oportunidad para comprobar si Ciudadanos puede adelantar al PP como primer partido conservador y también para testar el nivel de apoyos de la extrema derecha, con un Vox que podría obtener por primera vez representación en un parlamento autonómico en sus cinco años de vida. El PSOE ha ganado todas las elecciones autonómicas que se han celebrado en Andalucía menos una, pero atrás han quedado los tiempos en los que el partido llegó a obtener más del 50% de los votos: este domingo, el Parlamento de Andalucía podría sufrir otro vuelco tan solo comparable al que dio cuatro años atrás, cuando por primera vez desde 1982 se sentaron cinco fuerzas diferentes en el hemiciclo.
1. La victoria más amplia y la más escasa
Pese a la abundancia de mayorías absolutas hasta hace escasos años, pocos partidos en pocas elecciones han conseguido en España obtener más del 50% de los votos. Pero, de diez comicios autonómicos celebrados en Andalucía, el PSOE ha superado este umbral en dos ocasiones: 1982 y 2004. En las primeras elecciones andaluzas, los socialistas lograron alcanzar su techo con el 52,5% de los votos y 66 escaños (de un Parlamento de 109), una cifra a la que solo se han acercado en 2004, cuando las elecciones autonómicas coincidieron con las generales de la primera victoria de José Luis Rodríguez Zapatero. Entonces, el PSOE andaluz obtuvo el 50,4% de los sufragios y una cómoda mayoría absoluta de 61 diputados.
La victoria electoral más escasa también tiene como protagonista al PSOE, y no hay que irse lejos para encontrarla, ya que se produjo en los pasados comicios, celebrados en 2015. En esas elecciones, la candidatura de Susana Díaz consiguió reunir el 35,4% de los votos, el porcentaje más bajo de los socialistas hasta la fecha, aunque Díaz consiguió mantener los 47 diputados que tenía. En número de actas, el PSOE sólo ha tenido un resultado peor: el de 1994, cuando su 38,7% de los sufragios únicamente se tradujo en 45 diputados.
2. El mejor resultado a la izquierda del PSOE
Si las de 1994 fueron unas elecciones aciagas para los socialistas y les reportaron el menor número de diputados de su historia fue, entre otros motivos, por el auge de IU, que en esos comicios subió hasta el 19,1% y los 20 parlamentarios. Se trata del mejor resultado obtenido por un partido a la izquierda del PSOE, y ninguna formación por separado ha sido capaz de superarlo hasta el momento, algo a lo que aspira este domingo Adelante Andalucía. En 2015, Podemos (14,9%) e IU (6,9%) sí consiguieron sumar un 21,8%, pero el hecho de concurrir en listas diferentes les perjudicó y, entre ambas, se quedaron en 20 escaños (15 Podemos y cinco IU).
3. Lo más cerca que ha estado el PP de Gobernar
Tras el hundimiento de UCD, la fuerza claramente hegemónica en la derecha andaluza ha sido el PP y, en su momento, Alianza Popular. Con la excepción de las de 2004, los conservadores mantuvieron un crecimiento sostenido entre 1982 y 2012 que, no obstante, no les ha servido para alcanzar nunca el Gobierno, aunque sí para vencer en unas elecciones: precisamente las de 2012, en las que superaron por primera vez la barrera del 40% de los votos (obtuvieron el 40,7%) y sacaron un punto a un PSOE en horas bajas. Sin embargo, sus 50 diputados se vieron fácilmente contrarrestados por los 62 que sumaron PSOE e IU, que gobernaron tres años en coalición.
4. El Parlamento de Andalucía más plural
Solo en dos ocasiones el hemiciclo andaluz ha tenido cinco partidos representados en él: tras las elecciones de 1982 y después de las de 2015. En el primer caso el PSOE era sin ninguna duda el dueño y señor de la cámara con su mayoría absoluta de 66 diputados, que se contraponían a los 17 de AP, los 15 de UCD, los 8 del PCE y los 3 del Partido Socialista de Andalucía (que posteriormente pasaría a ser el Partido Andalucista). En 2015 las fuerzas estaban mucho más igualadas: los socialistas seguían dominando con 47 actas, pero el PP tenía 33, Podemos 15, Ciudadanos nueve e IU, cinco.
5. La legislatura más bipartidista
Las de 2008 fueron las elecciones que tuvieron como resultado un Parlamento de Andalucía más dominado por los dos principales partidos. El 86,8% de los ciudadanos que votaron lo hicieron por el PSOE (48,4%) o por el PP (38,4%), lo que terminó resultando en que, de los 109 diputados del hemiciclo, 106 fueran de alguno de esos dos partidos. En ninguna otra elección se ha dado tal concentración de voto en las dos primeras opciones, y de hecho los últimos comicios, celebrados en 2015, fueron los menos bipartidistas desde la vuelta de la democracia: PSOE y PP sumaron el 62,1% de los votos y solo 80 escaños.
6. La evolución del voto nacionalista
El voto más nacionalista se ha diluido en las últimas elecciones autonómicas, pero lo cierto es que, entre 1982 y 2004, el Partido Andalucista obtuvo representación en todas y cada una de las convocatorias electorales. Su techo se alcanzó en 1990, cuando los andalucistas alcanzaron el 10,7% de las papeletas y diez escaños y estuvieron cerca de convertirse en tercera fuerza del Parlamento, un papel que mantuvo IU pese a bajar al 12,7% y 11 diputados. No obstante, este pico fue puntual: salvo esa legislatura, el Partido Andalucista se mantuvo entre los tres y los cinco escaños entre 1982 y 2004, y desde que perdió en 2008 la representación no la ha vuelto a recuperar. En 2015, la formación obtuvo los peores resultados de su historia con un 1,5% y decidió disolverse.
7. Una participación con altibajos
La participación en las elecciones autonómicas en Andalucía ha sufrido fuertes vaivenes en los diez procesos celebrados desde 1982. El récord se produjo en 1996, donde el 77,94% de los ciudadanos llamados a las urnas acudieron a votar y provocaron que el PSOE consiguiera el que fue su peor resultado hasta 2015. En el otro extremo se encuentran las elecciones de 1990: apenas el 55,34% de los andaluces fue a votar, una cifra que nunca ha vuelto a ser tan pequeña. De media, el 67,6% de los ciudadanos acude a las urnas en las elecciones, aunque ese porcentaje lleva sin alcanzarse desde 2008, cuando fueron a votar el 72,67% de quienes tenían derecho a ello.
8. El sufragio exterior, ahogado por el voto rogado
Entre las elecciones de 1986 –primer año del que hay datos– y las de 2008, el voto de los andaluces residentes fuera de la comunidad mantuvo unos porcentajes de participación que, sin ser mayoritarios, sí fueron bastante significativos y estuvieron entre el 19% y más del 30%. El récord se produjo en las elecciones de 1996, cuando votó el 37,78% de estos ciudadanos. Pero la implantación del voto rogado en 2011 ha provocado –como ha ocurrido también en las elecciones generales– un desplome en los porcentajes de participación: en los comicios de 2012 ascendió al 5,1% de los residentes en el exterior, y en 2015 fue de tan sólo el 4,21%.
9. El voto protesta
Pese a que es imposible saber a qué responden cada una de estas papeletas, lo cierto es que muchos ciudadanos utilizan el voto blanco o el voto nulo para expresar su descontento con el sistema, los partidos o la convocatoria electoral. En Andalucía, la suma del voto blanco y el voto nulo nunca ha alcanzado valores importantes, aunque es cierto que ha tenido dos repuntes: 2004, cuando ambas cifras sumaron el 2,04% de los votos emitidos, y 2015, cuando el porcentaje de voto blanco y nulo llegó a su récord con el 2,39%. En el extremo contrario se encuentra 1990: sólo el 0,88% de quienes fueron a votar lo hicieron en blanco o depositaron un voto nulo.
10. Las provincias más y menos representadas
Los 109 diputados que componen el Parlamento de Andalucía son elegidos en ocho circunscripciones que coinciden con las provincias de la comunidad autónoma. Cada provincia elige ocho parlamentarios como mínimo, y los 45 restantes se distribuyen en función de su población. En total, Sevilla escoge 18 diputados; Málaga, 17; Cádiz, 15; Granada, 13; Córdoba, 12 y Almería, Jaén y Huelva, 11 cada una.
No obstante, las provincias más pobladas (fundamentalmente Málaga y Sevilla) están infrarrepresentadas en el hemiciclo. Tomando como referencia la población total de cada una de las circunscripciones, un diputado por Sevilla representa a 108.050 sevillanos y un parlamentario por Málaga, a 97.154 malagueños. En el extremo contrario se sitúa Huelva, cuyos diputados únicamente representan a 47.496 ciudadanos cada uno. En Jaén esa cifra asciende a 57.874, en Almería a 63.743, en Córdoba a 65.539 y en Granada, a 65.539. Los diputados gaditanos, por su parte, representan cada uno a 83.276 ciudadanos.
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11. Los feudos provinciales
De las ocho provincias andaluzas, hay tres en las que jamás ha ganado otro partido que no sea el PSOE: Sevilla, Huelva y Jaén. Hasta las elecciones de 2012, esa estadística incluía también a Cádiz y Córdoba, donde se impuso el PP por primera y única vez en los comicios de ese año. Las únicas provincias en las que los conservadores han ganado más de una vez son Granada (dos veces, en 1994 y 2012), Málaga (en cuatro ocasiones, 1994, 2000, 2008 y 2012) y Almería (hasta cinco veces: 1994, 2000, 2008, 2012 y 2015).
El PSOE también posee el récord de voto en una provincia en todas las circunscripciones salvo Almería, donde el PP obtuvo en el año 2012 el 51,2% de los sufragios. El registro más alto se produjo en 2004, cuando la victoria de los socialistas se cimentó en su espectacular resultado en Sevilla: el 56% de los votos. En 1982, por otra parte, el PSOE consiguió sus récords en Cádiz (54,4%), Granada (52,4%) y Málaga (53,7%). Los mejores resultados en Córdoba y Jaén datan de 2008 y fueron un 49,6% y un 53,3% para los socialistas, respectivamente. Y el mejor resultado de un partido en Huelva fue el del PSOE en 1990: el 55,8% de los votos.
Andalucía dará este domingo el pistoletazo de salida al nuevo ciclo electoral con la celebración de sus comicios autonómicos. Las elecciones, adelantadas por segunda vez consecutiva por la presidenta Susana Díaz tras el anticipo electoral que decretó ya en 2015, serán claves para analizar la actual situación del panorama político, y no solo en Andalucía. Si se cumplen los pronósticos de las encuestas, un resultado que sirva al PSOE para aguantar la primera posición cómodamente y una debacle del PP daría aire a los socialistas a nivel nacional, y algo parecido podría ocurrir con una Adelante Andalucía a la que algunos sondeos colocan peleando por ser segunda fuerza.