Para llamar a la puerta de uno de los dueños del hospital universitario Quirón Madrid, el centro privado donde el martes ingresará el rey Juan Carlos para ser operado de una infección en su cadera izquierda, hace falta ir al Reino Unido. Porque el Grupo Hospitalario Quirón (GHQ), al que pertenece la clínica, está en manos del fondo de capital riesgo británico Doughty Hanson –propietario de en torno al 60% del accionariado– y de la familia del desaparecido Publio Cordón, empresario secuestrado por los Grapo en 1995.
GHQ no es una pieza menor dentro del complicado damero de la sanidad privada en España. Es, de hecho, el mayor conglomerado de hospitales privados de toda España desde 2012 tras su fusión con USP. Gestiona 45 centros sanitarios en 11 comunidades autónomas: 20 hospitales generales en España (tres en Madrid), dos hospitales de día, cuatro centros de reproducción asistida, dos centros oftalmológicos, un centro de medicina deportiva y 16 unidades de consultas de diferentes especialidades. Cuenta con más de 6.500 médicos vinculados, 7.000 empleados, 2.250 camas y 411.500 metros cuadrados de superficie total, según indica en la web corporativa.
Doughty Hanson & Co (DHC) fue fundado en 1985. Técnicamente, es lo que se conoce en el argot como un private equity, una sociedad que invierte en otras empresas privadas con alto potencial de crecimiento (aunque de futuro incierto) a cambio de controlar un gran porcentaje de acciones. Es decir, invierte en empresas con el objetivo de aumentar su valor y obtener una alta y rápida rentabilidad, para después deshacerse de ellas cuando están maduras en el mercado. Doughty Hanson compró en febrero de 2012 el 100% de USP Hospitales (United Surgical Partners), dueño a su vez de la clínica San José que tantas veces ha intervenido al rey por dolencias traumatológicas. Pagó 355 millones por la adquisición a Barclays y Royal Bank of Scotland. USP era entonces el tercer grupo sanitario privado del país (tenía una cuota de mercado del 5,5% en 2010) y poseía 12 centros hospitalarios (entre ellos el Instituto Dexeus de Barcelona) y 22 clínicas auxiliares. La oferta de los británicos fue la más alta.
Entonces, estos exhibían su experiencia en el sector de la salud privada por su inversión en Priory. En el momento en que DHC compró la compañía, en junio de 2002, era el proveedor privado más grande de servicios de salud mental y de rehabilitación en el Reino Unido. Bajo su mando, Priory ganó presencia con más de 42 emplazamientos, más de 2.000 camas y un personal de casi 4.500 empleados. DHC lo vendió en julio de 2005 en una transacción valorada en 875 millones de libras, unas 3,9 veces lo invertido.
Teknon, en el punto de mira
Tras comprar USP, Doughty Hanson, en un acuerdo con la familia Cordón Muro –fundadora del grupo Quirón, que nació a finales de los cincuenta en Zaragoza–, se hizo con el 35% que la familia capitaneada por el portugués José de Mello poseía en la empresa. USP y Quirón se unían así, dando vida a la mayor operación hospitalaria de España. DHC pasó a controlar en torno al 60% de las acciones de la nueva entidad fusionada, según los datos de la auditora PricewaterhouseCoopers. La Comisión Nacional de la Competencia dio el visto bueno el 11 de julio de 2012. En ingresos, según calcula la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (AFEM), la nueva sociedad alcanzaría una facturación proforma de 555,04 millones de euros. Hoy, el gigante GHQ lo preside Pilar Muro, viuda de Cordón.
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El fondo de capital riesgo británico negocia ahora la adquisición de la clínica privada Teknon, hoy en manos de Magnum Industrial Capital Partners, la sociedad de inversión de Ángel Corcóstegui. Magnum ya pagó 140 millones de euros en 2010 por el centro por el que ha desfilado la jet catalana y del resto del país. Entre sus vips, la infanta Cristina, hija menor del rey. En la clínica trabajan más de 2.000 profesionales.
Con su fusión, USP y Quirón emprendían una senda previsible para los analistas: la agrupación del sector hospitalario privado, hasta entonces muy fragmentado, sobre todo en contraposición con la concentración de los seguros privados de salud. Una realidad que viene vaticinando en sus informes PricewaterhouseCoopers.
La entrada de fondos de capital riesgo en la sanidad no es nada aislada. Capio (hoy IDC Salud), el gigante de la sanidad privatizada en Madrid, es propiedad de CVC. Un magistrado de la capital cursó en junio una comisión rogatoria para saber quién está en realidad detrás de la compañía. Este periódico informó de que el último cabo de la estructura societaria de Capio se encontraba en las Islas Caimán.
Para llamar a la puerta de uno de los dueños del hospital universitario Quirón Madrid, el centro privado donde el martes ingresará el rey Juan Carlos para ser operado de una infección en su cadera izquierda, hace falta ir al Reino Unido. Porque el Grupo Hospitalario Quirón (GHQ), al que pertenece la clínica, está en manos del fondo de capital riesgo británico Doughty Hanson –propietario de en torno al 60% del accionariado– y de la familia del desaparecido Publio Cordón, empresario secuestrado por los Grapo en 1995.