La organización Human Rights Watch (HRW) ha instado este viernes a las Fuerzas Armadas turcas, las fuerzas dirigidas por los kurdos y los demás grupos armados locales a proteger a los civiles y respetar los Derechos Humanos, en el marco de la ofensiva militar lanzada por Turquía contra las fuerzas kurdas en el noreste de Siria.
HRW ha señalado que todas las partes deben llevar a cabo todas las medidas posibles para evitar víctimas civiles, así como investigar presuntos ataques ilegales y garantizar que los civiles puedan huir en condiciones seguras.
"Turquía y sus aliados han matado anteriormente, detenido arbitrariamente y desplazado de forma ilegal a civiles. Esta operación militar corre el riesgo de repetir estos abusos a menos que tomen medidas ahora", ha indicado el director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth.
"Otra preocupación clave es que las condiciones ya inhumanas para decenas de miles de hombres, mujeres y niños detenidos en campamentos y prisiones improvisadas bajo el control de las fuerzas dirigidas por los kurdos podrían empeorar", ha añadido.
Al menos 700.000 personas en el noreste de Siria necesitan asistencia humanitaria, según datos de Naciones Unidas. HRW ha advertido de que la operación militar turca podría desplazar a miles de personas más, forzando una respuesta humanitaria que ya se encuentra en sus límites.
El Comité Internacional de Rescate ha señalado que las nuevas hostilidades podrían obligar a más de 300.000 personas a desplazarse. En los últimos meses, cerca de medio millón de personas ya se han desplazado en el noreste de Siria.
"La operación militar turca en el noreste de Siria no debe usarse como pretexto para atacar a alcaldes, políticos y activistas pacíficos kurdos elegidos democráticamente en Turquía", ha recalcado Roth. "Turquía tampoco debe tener como objetivo a periodistas y defensores de Derechos Humanos por publicar informes críticos sobre la operación militar", ha aseverado.
La organización también ha pedido a las partes en conflicto que se aseguren de que los civiles pueden huir de forma segura y que tengan acceso a asistencia humanitaria.
"Las leyes de guerra requieren que todas las partes en conflicto tomen todas las medidas posibles para evacuar a los civiles de las zonas de combate o donde se despliegan los combatientes y no bloqueen ni impidan la evacuación de aquellos que quieran marcharse", ha destacado HRW.
Asimismo, HRW ha instado a los milicianos kurdos sirios de las Unidades de Protección Popular (YPG) a desmovilizar "inmediatamente" a los niños que se encuentran en sus filas y dejar de reclutar menores.
La operación turca ha arrancado días después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, diera un giro de 180 grados a la alianza de Washington con las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), hasta entonces un aliado clave en la lucha contra Estado Islámico, y retirara sus tropas de la zona para permitir la ofensiva turca.
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Kino Gabriel, portavoz de las FDS, tildó la decisión de "puñalada por la espalda". "Había garantías de Estados Unidos de que no permitiría operaciones militares turcas contra la región", dijo.
Las autoridades kurdas de Siria habían expresado su apoyo al acuerdo para la "zona segura" pactada entre Washington y Ankara en este área y habían empezado a desmantelar sus posiciones defensivas antes del anuncio de Trump.
La organización Human Rights Watch (HRW) ha instado este viernes a las Fuerzas Armadas turcas, las fuerzas dirigidas por los kurdos y los demás grupos armados locales a proteger a los civiles y respetar los Derechos Humanos, en el marco de la ofensiva militar lanzada por Turquía contra las fuerzas kurdas en el noreste de Siria.