Se veía venir. Si había un dirigente señalado que podía abominar públicamente de las primarias socialistas entre militantes para elegir al jefe de filas, ese era Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Y así ha sido. El expresidente de Extremadura rechazó este sábado la designación del líder del PSOE por las bases porque "cambia el modelo" del partido y "destruye los órganos" del mismo. Además, señaló que el citado sistema "hace que el proyecto" del PSOE "no sea colectivo" sino "individual", motivo por el cual –unido a lo anterior– él "no" habría aceptado "nunca" un modelo de elección así, anunciado el jueves por el secretario federal de Organización, Óscar López, en un desayuno informativo en Madrid.
"Este nuevo sistema que se pretende establecer en nuestro partido de que el secretario general del PSOE sea elegido en una votación democrática por todos, yo no lo hubiera aceptado nunca y nunca hubiera sido ni presidente ni secretario general del partido, sencillamente porque eso cambia el modelo de nuestro partido", declaró. Y agregó que ese "nuevo sistema" concede al líder "un poder omnímodo, personalista, destruye los órganos del partido y hace que el proyecto no sea colectivo sino que sea un proyecto individual".
Durante su intervención en el Día de la Rosa que el PSOE celebró este sábado en La Albuera (Badajoz), indicó así que ha realizado este planteamiento porque una diario nacional este pasado viernes apuntaba a que "no habrá nadie que se atreva a retratarse como antiguo". "Pues aquí hay uno", añadió Ibarra, para alegar que no cree que la gente esté "preocupada" por la "forma" en la que el PSOE se organice internamente. "Yo no creo que la gente esté preocupada por la forma en que nosotros organizamos nuestro partido internamente", dijo el expresidente de la Junta, quien recordó que "no se sabe cómo se eligió" a Ada Colau, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, o al líder del 15-M, o al líder del 25-S –malos ejemplos porque no los hay–, o a Beatriz Talegón, secretaria general de la Unión Internacional de Jóvenes Socialistas (IUSY).
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La sociedad digital, en la Constitución
"No se sabe cómo se eligió a cada uno de ellos. Lo que se sabe es que algunos tienen un discurso atractivo y defienden causas nobles que entusiasma a la ciudadanía", indicó en un acto en el que también intervino el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el líder socialista en Extremadura, Guillermo Fernández Vara.
Asimismo, y para que él "no" sea calificado "totalmente de antiguo", añadió que cree también que "habría que hacer una reforma de la Constitución, no para hacerla sólo federal [como propone la dirección federal del PSOE], sino para hacerla fundamentalmente digital", en tanto que la actual es "la sociedad del conocimiento, de la digitalización", y para que la Carta Magna "atienda" a las "necesidades" de los jóvenes que viven, trabajan, se enamoran y se enfadan en la Red. "Vivimos en la sociedad del conocimiento, de la digitalización, y en el año 1978 cuando se hizo la Constitución el mundo digital no existía, y la Constitución está vacía de algo que los jóvenes viven diariamente: viven en la Red, trabajan en la Red, se enamoran en la Red, se enfadan en la Red... ese es su mundo y tiene que estar recogido en la Constitución española para intentar trasladar a ese mundo joven lo que es una Constitución que atiende sus necesidades", apuntó.
Se veía venir. Si había un dirigente señalado que podía abominar públicamente de las primarias socialistas entre militantes para elegir al jefe de filas, ese era Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Y así ha sido. El expresidente de Extremadura rechazó este sábado la designación del líder del PSOE por las bases porque "cambia el modelo" del partido y "destruye los órganos" del mismo. Además, señaló que el citado sistema "hace que el proyecto" del PSOE "no sea colectivo" sino "individual", motivo por el cual –unido a lo anterior– él "no" habría aceptado "nunca" un modelo de elección así, anunciado el jueves por el secretario federal de Organización, Óscar López, en un desayuno informativo en Madrid.