Cuatro días después del escrutinio no dejan de sucederse las reacciones a la voluntad expresada por los electores este domingo. También las de la Iglesia católica. Los miembros destacados de esta institución que se han pronunciado en público coinciden en las llamadas al consenso y a favorecer la gobernabilidad lo que, a su juicio, pasa por facilitar la investidura del candidato que ha recibido más apoyos y, por tanto, por la continuidad de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno.
Lo deja claro en una entrevista en la revista Vida Nueva el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ricardo Blázquez, que califica de "delicado" el actual escenario y señala que "una abstención en un momento oportuno es una forma preciosa de colaboración". Blázquez, que dice que los resultados del 20-D "hacen un correctivo a los años que han precedido", indica también que "reclaman la colaboración y la escucha de todos". "Estoy seguro de que primará la generosidad sobre la mezquindad", añade.
El PP sumó el pasado domingo 123 escaños. Para lograr la investidura se necesita mayoría absoluta en primera votación (176 escaños) o mayoría simple en la segunda. Así que el PP tendría que contar, al menos, con la abstención de los 90 diputados del PSOE –una posibilidad que su líder ha descartado– y de los 40 de Ciudadanos. Otra opción es que le apoyen tanto la única diputada de Coalición Canaria como la formación de Rivera –una posibilidad que éste ha dejado abierta– y que PNV y los independentistas catalanes se abstengan.
El editorial del semanario católico Vida Nueva también insiste en que España necesita "un tiempo de consenso" y atribuye a Mariano Rajoy la iniciativa de formar Gobierno. Añade que "resulta razonable respetar la voluntad de las urnas desde la abstención" aunque señala que la "búsqueda de puntos en común (...) siempre conlleva alguna renuncia y cesión para los actores implicados". Advierte, no obstante, de que ese respaldo "no puede hacerse a cualquier precio (...) con órdagos y peajes".
El avance de Podemos
Pero además de las llamadas al consenso, los prelados hacen otras valoraciones del resultado electoral. Por ejemplo, el obispo de Santander, Manuel Sánchez, dijo este miércoles que le "preocupa especialmente" que "se detenga o de marcha atrás" la recuperación de la crisis ahora que, a su juicio, "empezaban a sentirla los más pobres, los que siempre son los últimos". Sánchez también se mostró preocupado, al igual que "todos los creyentes", por el avance de una izquierda "muy crítica", en referencia a Podemos y las coaliciones, que consiguió hacerse con 69 representantes. No obstante, dijo aceptar los resultados "porque vivimos en una democracia y tiene esas cosas".
Por su parte, el obispo de la Diócesis de Canarias, Francisco Cases, señaló que la "fragmentación tan tremenda" que surgió de estas elecciones "es para hacérnoslo ver todos". E instó a los políticos a "pensar más que en mentalidad de partido, en mentalidad de Estado" porque consideró "es hora de pensar en criterios de Estado, no del partido". "Sólo con consenso, diálogo y no cansarse de hablar y debatir se puede salir de esta", sentenció.
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También se pronunció el obispo de Segovia, César Franco, que dijo que en los momentos de incertidumbre se ha de hacer de todo menos perder la serenidad y el diálogo. A su juicio, las causas del cambio político son "muy diversas": decepción, incomprensión de determinadas políticas e irrupción de nuevas fuerzas políticas. "Todo eso hace que la sociedad vaya cambiando como es propio de las sociedades", analizó.
"Una sociedad enferma"
Más polémicas fueron las declaraciones del obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, que fue el primer miembro destacado de la jerarquía católica que se lanzó a valorar en público estas elecciones. Dijo que los resultados reflejan "una sociedad enferma". "Por desgracia, los partidos cada vez piensan más parecido al ir respondiendo todos a una ideología única, la ideología de género y otras ideologías liberales", añadió. No obstante, también dijo que estos comicios son "una oportunidad" para la regeneración y la búsqueda del bien común.
Cuatro días después del escrutinio no dejan de sucederse las reacciones a la voluntad expresada por los electores este domingo. También las de la Iglesia católica. Los miembros destacados de esta institución que se han pronunciado en público coinciden en las llamadas al consenso y a favorecer la gobernabilidad lo que, a su juicio, pasa por facilitar la investidura del candidato que ha recibido más apoyos y, por tanto, por la continuidad de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno.