Podemos
Iglesias y Errejón pactan un equipo para organizar Vistalegre en el que los anticapitalistas serán clave
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y su número dos, Íñigo Errejón, acordaron este sábado conformar un equipo técnico para la preparación del próximo congreso del partido –conocido como Vistalegre II–, en el que habrá tres dirigentes cercanos a Iglesias, otros tres a Errejón, y un anticapitalista, que tendrá la capacidad de decantar la balanza en las discusiones entre errejonistas y pablistas, en las que no habrá votaciones sino que es obligatorio alcanzar consensos. Además, los dos principales dirigentes de Podemos también acordaron ratificar que el día 12 de febrero se proclamarán tanto el nuevo secretario general como el nuevo Consejo Ciudadano –el máximo órgano entre congresos del partido–.
Precisamente este sábado estaba convocada una reunión del Consejo Ciudadano para decidir detalles de la convocatoria del congreso, pero Iglesias y Errejón se vieron obligados a reunirse a solas durante dos horas en un receso del encuentro para pactar la composición del equipo técnico que lo preparará. En este equipo, de siete personas, participarán por la corriente errejonista el ex secretario de Organización de Podemos, Sergio Pascual; la responsable del área de Igualdad del partido, Clara Serra; y el exsenador Pedro de Palacio. El sector pablista, por su parte, ha incluido al diputado Juanma del Olmo, colaborador muy cercano de Iglesias; Ana Domínguez, y el actual secretario de Organización, Pablo Echenique. El séptimo integrante del grupo es el anticapitalista Manuel Garí.
Este equipo se encargará a partir de ahora de tomar las decisiones en lo competente al diseño y la convocatoria del congreso, sin perjuicio de la votación que tendrá lugar entre este domingo y el martes y que servirá para que las bases aprueben el sistema de votación que regirá Vistalegre II. En este sentido, los integrantes del equipo técnico –que tendrán que tomar sus decisiones por unanimidad– decidieron que sea el día 12 de febrero en el que se anuncien quiénes son tanto el nuevo secretario general de Podemos como los integrantes de su Consejo Ciudadano.
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Este calendario podría obligar a que parte de los debates que se tengan en el congreso –la propuesta de Iglesias, aún no confirmada por el equipo técnico, es que se celebre el 10, 11 y 12 de febrero, coincidiendo con el del PP– se produzcan después del cierre de la votación para la elección de cargos, ya que Echenique admitió que el equipo informático de Podemos necesita al menos 24 horas para revisar los votos que se emitan y garantizar que no haya fraude.
Por tanto, si el resultado se anuncia el día 12 y el día 11 debe utilizarse para el recuento, la votación sólo podría coincidir con el congreso el día 10 de febrero, algo que a priori perjudica a los errejonistas, que defienden un debate en el que se desvinculen caras y proyectos. Sin embargo, Echenique se mostró reacio a cambiar la fecha del encuentro presencial del congreso, ya que afirma que el hecho de que coincida con el PP tiene una finalidad "política" y está pensado para que puedan "compararse" los proyectos de país de Podemos y los conservadores.
Además, el equipo técnico decidió nada más conformarse que el censo siga abierto, algo beneficioso para los intereses de Errejón, que confía en que un aumento del número de inscritos pueda beneficiarle. No obstante, esta circunstancia no es fija, ya que –tal y como recordó Echenique– el censo podría finalmente cerrarse a más inscripciones si la militancia elige un modelo de votación que así lo estipule en la consulta que tendrá lugar a este respecto entre el domingo y el martes. De hecho, la propuesta pablista establece que "podrán votar en la Asamblea los inscritos hasta 30 días antes del inicio de las votaciones", por lo que una victoria de este documento anularía la decisión del equipo técnico de dejar abierto el censo.