Los planes de Pablo Iglesias no pasan por marcharse a casa tras las elecciones autonómicas a la Comunidad de Madrid. Lejos de eso, el candidato de Unidas Podemos no solo cuenta con formar parte de un hipotético gobierno de coalición entre las tres fuerzas de izquierda madrileñas. También tiene claro que la cartera de Educación será su prioridad política cuando toque hablar del reparto de competencias.
Tras la experiencia de haber pactado el Gobierno de coalición con Pedro Sánchez después de una repetición electoral que le dejó sin demasiado margen de negociación, Iglesias afronta el reto político del 4 de mayo convencido de que hay partido para la izquierda y de que en esta ocasión quiere áreas de trabajo que le permitan desarrollar políticas públicas muy concretas.
Creen en la formación morada que el margen de actuación en esas políticas es enorme después de más de dos décadas de gobiernos del PP, y que es necesario revertir los modelos de gestión de materias como la vivienda pública, la sanidad o la educación, “devastadas tras años de recortes”, según denuncia la candidatura del exvicepresidente.
Los de Iglesias entienden que, de darse la posibilidad de un Gobierno a tres entre PSOE, Unidas Podemos y Más Madrid, sería Mónica García (candidata de esta última formación y médico de profesión) quien tendría un perfil más idóneo para estar al frente de Sanidad. Y por eso señalan como prioridad las competencias en Educación, “de la que depende cómo será el futuro de la sociedad”, en palabras del propio Iglesias.
Prohibición del pin parentalpin parental
Con el debate del pin parental de nuevo sobre la mesa tras la entrada en el Gobierno de Murcia de una consejera procedente de Vox, el líder de Unidas Podemos otorga la máxima trascendencia a la posibilidad de evitar que la ultraderecha reproduzca ese modelo en Madrid convirtiendo “la educación pública en adoctrinamiento”, según afirma.
Durante una visita de precampaña a un colegio público de Getafe, Pablo Iglesias ha rechazado la posibilidad de que algunos padres “digan que eso de la igualdad entre hombres y mujeres o el respeto a la libertad sexual no se le enseña a sus hijos. A la democracia no se le puede hacer objeción de conciencia”.
La propuesta electoral de la formación morada pasa por implantar en centros públicos y concertados la educación afectivo-sexual, contra las violencias machistas y la educación en diversidad sexual, para lo que llevará a cabo programas de formación específicos para el profesorado en esta materia. Y no solo eso: para evitar que por motivos ideológicos la objeción de algunas familias pueda bloquear esa formación, el plan incluye el blindaje de los contenidos afectivo-sexuales al mismo nivel que asignaturas troncales, “como matemáticas o lengua española”, según la propuesta.
Más centros públicos, menos concertados
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En torno al debate de qué papel debe jugar la escuela concertada en el sistema educativo madrileño, Pablo Iglesias no se anda con rodeos: "Los impuestos tienen que ser para cuidar lo que es de todos, no puede ser que se utilice el dinero público para favorecer los privilegios de una minoría y para impulsar una educación confesional”, ha afirmado durante un encuentro con padres y madres de alumnos.
Desde Unidas Podemos coinciden con la Marea Verde en denunciar que el modelo educativo de la derecha en Madrid se ha basado en los últimos veinticinco años en el despido sistemático de profesores, el cierre de cientos de aulas y la negativa a la construcción de nuevos colegios, al tiempo que se ha disparado la cesión de suelo público a la escuela concertada. A día de hoy, por ejemplo, los morados denuncian que en los planes del Gobierno de Díaz Ayuso está la reducción de 140 clases de centros públicos para el próximo curso, con el recorte en la plantilla de docentes y el aumento de ratio de alumnos por aula que la medida conlleva. Además, según datos del ministerio de Educación, las cifras de escolarización pública son sensiblemente inferiores en la Comunidad de Madrid (53% de alumnos) respecto a la media española (67%).
Para revertirlo, los morados prometen una inversión de 1.000 millones de euros anuales: 400 millones para contratar a profesores y personal no docente, 260 millones para la gratuidad de la formación profesional y 340 millones para la construcción de nuevos colegios y la creación de nuevas plazas públicas.
Los planes de Pablo Iglesias no pasan por marcharse a casa tras las elecciones autonómicas a la Comunidad de Madrid. Lejos de eso, el candidato de Unidas Podemos no solo cuenta con formar parte de un hipotético gobierno de coalición entre las tres fuerzas de izquierda madrileñas. También tiene claro que la cartera de Educación será su prioridad política cuando toque hablar del reparto de competencias.