La importancia de cada papeleta: menos de 5.000 votos decidieron cuatro escaños en Andalucía en las elecciones de 2015

Aún quedan unos días de campaña antes de que se celebren las elecciones autonómicas en Andalucía este domingo, pero los sondeos apuntan que los cuatro grandes partidos estarán más cerca unos de otros que nunca, aunque con el PSOE claramente destacado en la primera posición. Y así las cosas, algunos escaños se decidirán por apenas unos centenares de votos, tal y como ya ocurrió en los pasados comicios autonómicos de 2015, lo que podría definir detalles como la entrada de Vox al Parlamento o qué partido ocupa la segunda posición, si el PSOE cumple con los pronósticos y se impone.

En 2015, los socialistas vencieron las elecciones con el 35,4% de los votos en toda Andalucía, por el 26,7% obtenido por el PP, el 14,8% de Podemos, el 9,3% de Ciudadanos y el 6,9% de IU. Por provincias, la victoria del PSOE también fue clara, ya que la formación se impuso en todas las circunscripciones a excepción de Almería, donde el PP consiguió ser primera fuerza. En el reparto de escaños, realizado a través del sistema D'Hondt, la última acta fue a parar en cinco provincias al PSOE y fue asignada a PP, IU y Ciudadanos en una provincia cada uno. Pero algunos de estos escaños podrían haber cambiado de manos si hubieran variado apenas 5.000 votos, concretamente en las provincias de Huelva, Granada y Cádiz.

Precisamente en esta última provincia, Cádiz, fue donde la pelea por el último escaño estuvo más reñida hace cuatro años. 706 votos de los más de 572.000 emitidos –el 0,12%– decidieron que el PSOE (que obtuvo seis diputados en la provincia con el 31,6% de los sufragios) consiguiera el último escaño en perjuicio de Ciudadanos, que tuvo que conformarse con un solo acta en lugar de conseguir dos. El partido naranja, así, consiguió el mismo resultado en Cádiz que IU, pese a haber reunido el 10,4% de las papeletas por el 6,7% de la federación de izquierdas.

Algo similar ocurrió en Granada, aunque en este caso los protagonistas fueron IU y el PP, que se quedó a las puertas de arrebatarle a la federación de izquierdas su único diputado por la provincia y dejarla sin representación allí. Los conservadores consiguieron el 30% de los votos y cuatro escaños, por el 6% de IU, que se tradujo en una solitaria acta. Si el PP hubiera conseguido 2.165 votos más –el 0,45% de un total de más de 457.000 emitidos–, el último diputado hubiera sido suyo, lo que le hubiera valido para empatar a cinco en la provincia con el PSOE (34,6% de los sufragios).

La tercera circunscripción en la que la asignación del último escaño se decidió por un pelo fue Huelva, donde apenas 2.068 votos dieron el diputado al PSOE en perjuicio del PP. Allí, los socialistas consiguieron seis escaños con el 40,9% de los votos, y los conservadores tuvieron que conformarse con tres actas al haber obtenido el 26,4%. El balance hubiera podido nivelarse mucho más si ese último escaño hubiera ido a parar a manos del PP, al que le faltaron dos millares de papeletas para conseguirlo, de un total de más de 237.000 emitidas: apenas el 0,8%.

Menos de 7.000 votos privaron al PP de ganar en Almería

Las diferencias en el resto de las provincias no fueron tan pequeñas, aunque lo cierto es que apenas unas décimas también decidieron el destino de varios escaños. El PP, por ejemplo, también se vio perjudicado en Almería, donde 6.990 votos convirtieron lo que hubiera sido una victoria por seis actas a cuatro sobre el PSOE en la provincia en un empate a cinco diputados. Tal y como quedaron finalmente repartidos los escaños, PP y PSOE consiguieron los mismos parlamentarios por Almería pese a que los conservadores aventajaron en cuatro puntos a los socialistas (36,9% frente a 32,9%).

Y el PP, de nuevo, fue el perjudicado por la asignación del último escaño en liza en Sevilla y Málaga, las circunscripciones que más diputados eligen con un total de 18 y 17, respectivamente. En Sevilla el PSOE (38%) arrasó con ocho diputados por cuatro de la formación conservadora (21,9%), que no obstante podría haber sumado un quinto parlamentario si hubiera conseguido 9.310 votos más –apenas el 0,9% de más de un millón que se emitieron en la provincia–. El perjudicado en este caso hipotético hubiera sido Ciudadanos (9,1%), que hubiera perdido uno de los dos escaños que finalmente obtuvo.

En Málaga hubo mucha más igualdad que en Sevilla entre los conservadores y los socialistas, pero 12.042 votos convirtieron una posible victoria del PP en un triunfo del PSOE, que consiguió seis actas por cinco de la candidatura encabezada por Juanma Moreno. Esos 12.042 votos, que permitieron que el último acta fuera asignada al PSOE en lugar de al PP, supusieron el 1,8% de los más de 677.000 que se contabilizaron en la provincia malagueña.

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Podemos no ganó un escaño en Córdoba por 4.500 votos

Al contrario que el PP, Podemos sólo se quedó a las puertas de conseguir escaño en una provincia: Córdoba. Allí, el partido morado consiguió el 12,6% de los votos y una sola acta, que no fueron dos por una diferencia de 4.522 papeletas con el PP, el partido que se quedó con el último escaño de los 12 que se repartían (los conservadores obtuvieron cuatro diputados). En términos relativos, esta cantidad supone menos del 1% de los votos emitidos en la provincia de Córdoba.

El caso más excepcional en 2015 se dio en Jaén, la provincia donde el PSOE consiguió sus mejores resultados: un 42,7% de los votos y seis de los 11 diputados en liza. La gran diferencia con el PP (29,1%) combinada con el reducido número de actas que se reparten en esa circunscripción son las razones por las que, pese a que el último escaño fue ya a parar a manos de los socialistas, el PSOE fue quien más cerca se quedó de hacerse con otro diputado más, aunque aún así le faltaron muchos votos: un total de 25.578.

Aún quedan unos días de campaña antes de que se celebren las elecciones autonómicas en Andalucía este domingo, pero los sondeos apuntan que los cuatro grandes partidos estarán más cerca unos de otros que nunca, aunque con el PSOE claramente destacado en la primera posición. Y así las cosas, algunos escaños se decidirán por apenas unos centenares de votos, tal y como ya ocurrió en los pasados comicios autonómicos de 2015, lo que podría definir detalles como la entrada de Vox al Parlamento o qué partido ocupa la segunda posición, si el PSOE cumple con los pronósticos y se impone.

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