Parece evidente. Horas antes de que se conociera que el rey emérito se iba de España comenzó esta entrevista. Irene Montero (Madrid, 1988), ministra de Igualdad, no sabía que iba a ocurrir. Tampoco el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, ni ningún ministro de Unidas Podemos. La primera pregunta del cuestionario inicial sobre Juan Carlos I era si debía abandonar el palacio de la Zarzuela. La titular de Igualdad, en una sala de su departamento, con sede en el comienzo de la calle Alcalá de Madrid, pedía ir a lo importante: la ejemplaridad.
Pasó el día, se marchó el emérito y el debate sobre lo importante seguía allí, acaso más abierto que antes por unas formas que molestaron profundamente a los morados. Tres días después, cuando se actualizó por teléfono esta entrevista en lo concerniente a la monarquía (la única parte no recogida en el vídeo), otra conclusión resulta igualmente evidente. El tono de Montero es más suave que cuando el comunicado de la Casa Real acababa de salir del horno. No así el fondo. Para ella, figura indiscutible dentro de Unidas Podemos (quién sabe si futura líder), está "clarísimo" que la república es imparable. Aunque sea un horizonte más o menos lejano.
¿Son suficientes las explicaciones que ha dado la Casa Real sobre la marcha del rey emérito?
La sensación evidente de que hay personas y familias que tienen impunidad y que, además, gozan de una cierta protección de determinados poderes ha generado un gran escándalo y una gran alarma en la ciudadanía. No se ha percibido bien la forma en la que han intentado dar punto y final a un presunto caso de corrupción muy grave. Para la mayoría, el rey emérito debería estar en España para dar la cara ante los ciudadanos y, si es necesario, ante la Justicia.
La vicepresidenta Calvo dice que lo del emérito no es una huida porque no tiene causas abiertas con la Justicia. Desde Unidas Podemos sí se considera así. ¿En qué quedamos? ¿Por qué se va?
Respeto a la vicepresidenta primera, pero no hay más que ver la prensa internacional. Si se hubiese ido de vacaciones o por cualquier otro motivo, nadie lo habría relacionado con los casos de corrupción
Respeto a la vicepresidenta primera, pero no hay más que ver la prensa internacional. Si se hubiese ido de vacaciones o por cualquier otro motivo, nadie lo habría relacionado con los casos de corrupción que presuntamente ha cometido. De alguna manera, también lo considera así el propio comunicado de la Casa Real.
Los actos del Rey están siempre refrendados por el Gobierno. ¿Cuál es la responsabilidad del presidente? ¿Es “cómplice” o responsable de esa “huida”, como denuncia Jaume Asens, presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos?
El presidente Sánchez ha respondido como ha considerado. Como bien sabes, no ha sido una decisión que hayamos tomado en el marco de la coalición. Creo que debo ser respetuosa con las decisiones que toma Moncloa y esa pregunta debe responderla el propio presidente.
¿Debe haber más explicaciones, por ejemplo de Calvo en el Congreso?
Las explicaciones nunca sobran. Más en un caso como este. El propio emérito debería estar en su país para darlas y rendir cuentas. El Gobierno está permanentemente disponible.
Hay quien cree que ante la imposibilidad de abrir un debate de verdad sobre la forma de gobierno por falta de mayorías, la discrepancia que tienen Unidas Podemos y el PSOE es sobre todo retórica y declarativa. ¿Reconoce que Unidas Podemos no tiene capacidad para influir en prácticamente nada sobre este asunto?
España tiene un horizonte republicano clarísimo, empujado especialmente por las generaciones más jóvenes que entienden que todas las instituciones del Estado deben ser elegidas. Es una cuestión de democracia. Ese debate social sobre para qué sirve la monarquía y si sería mejor una república es imparable. La cuestión ahora no tiene que ver sólo con ese debate, sobre el que el como Gobierno tenemos la responsabilidad de ser sensibles. En lo más inmediato hay una necesidad de ejemplaridad y limpieza de las instituciones. Estamos en una situación muy difícil, con una crisis sanitaria complicada y una dura de tipo económico. Ante ella, las instituciones tienen que arrimar el hombro, no contribuir a dar una imagen bochornosa a nivel europeo, como la monarquía.
Sobre lo concreto, lo que depende del Gobierno, ¿impulsará el Ejecutivo una reforma para que se pueda conocer el patrimonio del jefe del Estado, como ocurre con el de más de 70.000 cargos públicos de este país? ¿Lo pedirá Unidas Podemos?
No forma parte específicamente del acuerdo de Gobierno, pero yo tengo clarísimo que la limpieza y la transparencia de las instituciones es fundamental. Muchas veces mi grupo parlamentario lo ha defendido y reclamado. Todo lo que ahonde en la transparencia es positivo.
¿Lo pedirán o promoverán en el seno del Gobierno?
Cuando tengamos propuestas como Gobierno, las haremos saber. Todo el mundo puede imaginarse la postura que defenderemos.
¿Debe Juan Carlos de Borbón perder sus honores como rey a título vitalicio?
Me parece que el rey va a seguir siendo rey con cierta independencia de lo que pueda decir un real decreto. Por eso es tan importante que dé la cara ante los ciudadanos. Lo que más indigna a la gente no es si tiene o no ese reconocimiento sino que huya del país.
¿Dónde acaban los comportamientos de Juan Carlos I y empieza el conocimiento o incluso la complicidad de Felipe VI?
Conozco muy poco al actual jefe del Estado y no tengo mala opinión personal de él. Pero es imposible separar las acciones del rey emérito de la familia Borbón y de la institución a la que representa. Es una evidencia.
Horas antes de la marcha del rey, cuando se hizo el grueso de esta entrevista, le pregunté si creía que vería el advenimiento de la república y me constestó que es un debate que está muy presente. ¿Los acontecimientos de estos días la acercan o le da argumentos? ¿Ha cambiado su percepción?
¿Para qué sirve la monarquía? ¿Cómo puede España modernizarse y acercarse más a Europa? Creo lo mismo: es un debate que existe, especialmente entre las generaciones más jóvenes, donde es abrumador no sólo el debate sino la posición. Para ellos, la república significa modernidad, fraternidad, igualdad, más feminismo o transición ecológica.
¿Hay una operación o una conspiración para sacar a Podemos del Gobierno?
La hubo para intentar que no llegásemos a gobernar. Ha quedado plenamente acreditado que el PP recurrió a unas cloacas con una pata parapolicial -utilizando y manchando el nombre de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para fabricar pruebas falsas- y una pata mediática. ¡Cuántas horas de tertulias y portadas de periódicos se utilizaron para difundir fabricaciones contra nosotros, y en particular contra Pablo Iglesias! El objetivo explícito era intentar influir en la voluntad ciudadana en unas elecciones y que no gobernásemos.
Hay una diferencia entre que haya a quien no le guste Podemos y cruzar límites legales o utilizar estructuras del Estado. ¿Eso está pasando?
Digo lo que dice la comisión que investigó las cloacas del Estado en el Congreso. Se hizo uso de la Policía y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. También hubo una pauta mediática con personas que dicen ser periodistas, pero que han colaborado con esa estructura de cloacas. Me refiero al señor [Eduardo] Inda o al señor [Esteban] Urreiztieta, que salen en los papeles de Villarejo.
"Mientras se investiga a Podemos hay muchas horas de tertulia, una gran cantidad de portadas... Pero después, cuando eso se archiva... silencio"
La gestión del partido copa portadas en muchos medios. ¿Ha hecho Podemos lo correcto durante estos años?
Tenemos que ser muy humildes. Somos una fuerza política que nació hace seis años con una construcción organizativa muy débil, que muchas veces ha abierto en canal disputas de poder y peleas internas. Otros partidos las tienen, pero no las muestran como nosotros. Siendo importante reconocer los errores, creo que no justifican que existan unas cloacas del Estado. Probablemente Podemos sea la formación política más investigada. Tenemos querellas archivadas por decenas. Curiosamente, mientras se está investigando, hay una gran cantidad de horas de tertulia, una gran cantidad de portadas insinuando o afirmando ilegalidades, supuestas cajas b... Pero después, cuando eso se archiva, no volvemos a hablar del tema.
¿Es desaconsejable desde el Gobierno, un Ministerio o una Vicepresidencia criticar constantemente la labor de la prensa y a periodistas concretos?
La relación entre la política y los medios de comunicación tiene momentos mejores y otros de tensión. La función de los periodistas es conseguir informaciones y, a veces, ofrecer enfoques que a un determinado político pueden no gustarle. Eso es consustancial a la democracia. Pero hablamos de otra cosa. Hay una estructura mafiosa que utiliza el poder que tiene para tratar de acabar con el adversario político y cambiar la voluntad de los ciudadanos en las urnas. Eso trasciende la relación de los medios con la política y daña a la propia democracia.
¿Teme que lo que está trascendiendo sobre la abogada Marta Flor y la polémica en torno al caso [de Dina Bousselham] pueda perjudicar al caso Villarejo en otras piezas muy importantes, como la del BBVA o Kitchen, sobre [Luis] Bárcenas?
No me cabe duda de que es la intención de muchas personas. Después de meses diciendo que Pablo Iglesias rompió la tarjeta [SIM del teléfono de Bousselham], se ha comprobado que es mentira y ya no se ha vuelto a hablar de ello. Estaba intacta y, de repente... silencio. No es muy difícil imaginarse a quién le puede interesar que termine perjudicando a la investigación judicial de las cloacas del Estado. No me cabe duda de que es la intención de mucha gente poderosa.
"Yo creo a Marta Flor"
Se ha archivado la querella contra José Manuel Calvente, antiguo abogado de Podemos, por acoso a Marta Flor. ¿Sigue pensando que ese acoso existió?
Yo creo a Marta Flor. A la vista de lo que se ha publicado en los medios de comunicación, ninguna mujer se querría ver en una situación como la que se vio ella.
¿Tiene que escoger el PSOE entre ERC y Ciudadanos para los Presupuestos?
"Necesitamos unos Presupuestos progresistas. Se consiguen con la mayoría que hizo posible este Gobierno de coalición"
Estamos en un Parlamento muy fragmentado y eso no tiene por qué ser algo malo. La democracia es pactar, dialogar y buscar fórmulas de consenso. Las políticas que tocan en España no son las de 2008, regresivas o de contención del gasto público sino unos Presupuestos expansivos en línea con lo que está haciendo Europa: inyectar dinero para que la economía se reactive, diversificar el modelo productivo o tener muy en cuenta que no podemos seguir dependiendo de un mercado internacional feroz. Por tanto, necesitamos unos Presupuestos progresistas. Se consiguen con la mayoría progresista que ha hecho posible que este Gobierno de coalición exista. Soy consciente de que el PSOE va a buscar a Ciudadanos y a la derecha, pero a Unidas Podemos, que también formamos parte del Gobierno, no nos van a encontrar en una estrategia de blanqueamiento de quienes pactan con la extrema derecha.
¿Avala el acuerdo europeo la derogación de la reforma laboral?
Lo que avala o indica es que el acuerdo de coalición está más vigente que nunca, incluyendo los aspectos que hablan de dignificar nuestro mercado de trabajo y, por tanto, de derogar una reforma laboral que todo el mundo reconoce que es lesiva para los derechos de los trabajadores y de las trabajadoras.
"La geometría variable no funciona"
¿El PSOE tiene que escoger entre ERC y Ciudadanos o se trata más bien de lograr que los Presupuestos sean aprobados con uno de los dos?
Es bueno acudir a los ejemplos prácticos como los acuerdos de reconstrucción. Demuestran que la geometría variable no funciona. Hay materias como la violencia machista en la que es necesario llegar a acuerdos de Estado. Pero los Presupuestos no son eso, porque incluyen una mayor o menor inversión para la sanidad pública o una fiscalidad más o menos progresiva. Son la política nuclear de un Gobierno.
Ya sabe que Iván Redondo, jefe de gabinete de Pedro Sánchez, habla de geometría total o geometría absoluta.
Creo que eso ha demostrado ser poco eficaz. A Unidas Podemos no nos van a encontrar en una estrategia de blanqueamiento o de justificación de una derecha que está gobernando gracias y con la extrema derecha en este país.
Se ha dicho que el coronavirus no entiende de clases y, desde el Gobierno, que del covid-19 salimos unidos y más fuertes. ¿Cómo sale de la crisis la igualdad entre hombres y mujeres?
Es indudable que la crisis entiende de clase y también de género, como dicen todos los organismos internacionales. A quien más golpea es a las mujeres, especialmente a las que ya partían de una situación de mayor precariedad o vulnerabilidad en aspectos como las violencias machistas. También en el ámbito laboral. Las mujeres son las que han sufrido más las consecuencias negativas del teletrabajo, ocupándose más de los niños y niñas mientras sus parejas varones salían fuera. Pero también fregar, planchar, hacer la comida y la compra. De las administraciones públicas depende que salgamos con perspectiva de género porque, si no, el peso de esta crisis la van a volver a soportar las mujeres. Si a alguien no le convence lo que estoy diciendo, puede ver cómo salimos de la de 2008.
¿Teme que con la vuelta a la normalidad haya más asesinatos machistas?
Cuando se declaró el estado de alarma, lo primero que hicimos fue garantizar que la atención a víctimas de violencia de género era un servicio esencial. Éramos conscientes de que en el confinamiento se podían multiplicar las situaciones de violencia, sobre todo entre convivientes. Los datos nos demuestran que tomamos decisiones adecuadas. Las formas de comunicación que más se han utilizado son aquellas que podemos llamar silenciosas.
Desde que tomaron posesión, hemos visto algunas medidas en favor de la igualdad, como un reciente acuerdo con los sindicatos, el anuncio de una ley de cuidados o el ingreso mínimo vital. Pero en cuanto a la violencia machista, el grado de cumplimiento del Pacto de Estado es muy bajo y la cifra de mujeres asesinadas sigue siendo inaceptable pese a que la ley está en vigor desde 2004. ¿Cuándo se convertirán los pasos en la buena dirección en avances tangibles?
Habrá diferentes hitos, aunque somos muy conscientes de que nunca va a ser suficiente mientras haya un asesinato machista. El Pacto de Estado tiene unos compromisos económicos insuficientes para muchas feministas, pero es un avance indudable. Creo que en los Presupuestos Generales del Estado se tiene que notar la inversión para que todas las administraciones lo implementen. La aprobación de la Ley de Libertades Sexuales será otro hito importante, heredera de la de 2004, que ya fue pionera en España y en el mundo. Necesitamos, por tanto, que haya un reconocimiento legal de todas las formas de violencias machistas, que el Código Penal reconozca que solo sí es sí para transitar hacia un modelo con el consentimiento como centro. También necesitamos un sistema de atención integral a las víctimas y un mejor reparto de los fondos. Hay que institucionalizar el Pacto de Estado, mejorar las formas, las dinámicas y los marcadores que nos permiten saber a qué nivel se están cumpliendo los diferentes puntos del acuerdo.
"Hay un verdadero riesgo de involución en la lucha contra la violencia machista. Los derechos siempre son reversibles"
¿Hay riesgo de involución en la lucha contra la violencia de género?
Estamos en un momento en el que el avance del movimiento feminista en España y en el mundo ha tenido una respuesta reaccionaria. En España está encabezada por la tercera fuerza política del Parlamento. Hay un verdadero riesgo de involución. Los derechos siempre son reversibles. Son conquistas con el sudor, con la sangre y muchas veces con la vida de miles de personas que han luchado antes que tú. Si la ciudadanía no los defiende, claro que pueden retroceder
¿Por qué está dividida la izquierda sobre la ley trans que prepara su Ministerio?
"Imagínate lo que supone para una persona trans entrar a la consulta de un médico por un nombre que no es el suyo. Es muy difícil"
El movimiento feminista y la izquierda siempre han tenido muchos debates. Lo que nos corresponde como Gobierno es cumplir con el acuerdo de coalición y con una ley de garantía integral de los derechos LGTBI, pero no sólo eso. Necesitamos prestar especial atención a la problemática que sufren las personas trans, muy castigadas por el hecho de serlo. Un 85% de las personas trans no tiene acceso al empleo. Sufren discriminación en muchos ámbitos, como el sanitario, porque ni siquiera se entiende su situación. Imagínate lo que supone para una persona trans entrar a la consulta de un médico por un nombre que no es el suyo. Imagínate lo que es para muchos o muchas adolescentes trans enfrentarse a las burlas o a la incomprensión en su cole o en su instituto. Es muy difícil. La función de la administración pública es garantizar derechos. El feminismo, y las mujeres como su sujeto político, ganamos cuando hacemos ver que nuestras propuestas no sólo sirven para mejorar la vida de las mujeres sino de hombres y de mujeres y también de personas que se identifican con lo no binario.
El debate está siendo feroz en algunos ámbitos y alude a la esencia propia de qué es ser hombre o mujer. ¿Existen los hombres y mujeres más allá que como un concepto o un sentimiento al que uno se puede adherir?
Respeto mucho el debate. Y voy a entrar en él, pero quiero dejar claro que la existencia de las personas trans es una realidad. El género que se les asignó al nacer no es con el que se identifican. Eso no está sujeto a debate y, por tanto, mi obligación como ministra es garantizar sus derechos. ¿Existen los hombres y las mujeres? ¿Qué es ser hombre y mujer? ¿Cómo se conceptualiza en las diversas teorías el binomio sexo-género y cómo se traslada a los derechos y políticas públicas? ¿Cuál es el nivel de hormonas que tenemos que tener para ser consideradas hombres o mujeres? ¿Cuánta talla de pecho tenemos que tener para ser hombre o mujer? ¿El sexo son sólo los genitales externos o es también el nivel de hormonas tradicionalmente consideradas por la biología masculinas o femeninas? ¿Es el sexo algo genético? Ese debate es muy interesante. No es nuevo en el movimiento feminista, pero quizá nos aporte una visión poco útil a la hora de diseñar políticas públicas. Lo cierto es que todas las mujeres, por el hecho de ser mujeres, sufren discriminaciones propias que no sufren los hombres.
"El debate sobre qué es ser hombre o mujer quizá nos aporte una visión poco útil a la hora de diseñar políticas públicas"
Por tanto, ¿cuando una persona nace con genitales considerados femeninos debe ser registrada como una mujer?
Lo que plantean todos los consensos internacionales, desde la ONU a la propia UE, es que aquellas personas que no se identifican con el género del sexo que se les ha asignado al nacer puedan hacerlo con el que sienten. Y que eso se haga sin la patologización, es decir, sin la mediación de un proceso de hormonas que tiene efectos durísimos para el cuerpo. Yo no creo que eso cuestione los derechos de las mujeres.
¿Cómo se imagina la manifestación del 8-M del año que viene?
Creo que va a depender mucho de la situación sanitaria en la que nos encontremos, pero el movimiento feminista encontrará las maneras y las formas de que sea una movilización multitudinaria y una nueva demostración de fuerza. Me preguntabas por los derechos trans o qué es ser mujer, pero yo creo que los debates centrales ahora mismo en España y a nivel mundial tienen que ver con el reparto de la riqueza, del tiempo y de los cuidados. No habrá igualdad real hasta que acabemos con todas las violencias machistas, hasta que dejemos de cobrar un 21% menos por el hecho de ser mujeres, los cuidados sean tareas que compartimos en igualdad con los hombres o la mayoría de las trabajadoras del hogar, de la limpieza o de las profesiones sanitarias no sean mujeres. Hasta que no tengas más posibilidades de ser pobre o de caer en pobreza por el hecho de ser mujer.
¿Cómo ve el drama de las residencias? ¿Cómo debe cambiar el modelo? ¿Por qué la izquierda, que defiende la sanidad y educación públicas, no defiende las residencias públicas?
"Felicito a infoLibre y la maravillosa investigación que explica las bases del problema de las residencias: un amplísimo porcentaje están privatizadas"
Somos una sociedad que lleva demasiado tiempo sin preocuparse mucho ni de sus mayores ni de sus niños y niñas. Nos olvidarnos de que seremos mayores y que los mayores son los que han hecho posibles nuestros derechos. Por tanto, hay que cuidarles. Creo también que es muy importante felicitar a un medio como infoLibre. Sobre las residencias habéis hecho una investigación maravillosa explicando una de las bases del problema. Un amplísimo porcentaje están privatizadas a través de las concesiones o gestionadas desde lo privado. Ni es eficiente económicamente ni aporta bienestar a nuestros mayores, sobre todo cuando se trata de fondos de inversión, corruptos que quieren hacer dinero de lo que debería ser un derecho, empresas que trabajan en muchos más ámbitos o con sedes en algún paraíso fiscal, como DomuVi.
Los cuidados en tu vejez son un derecho y tienen que ser garantizados desde lo público. Ese debate tiene que tener traducción en el tipo de Presupuestos que hagamos. Los modelos nórdicos, por ejemplo, transitan más hacia la atención domiciliaria y que la persona se encuentre en su ciudad, en su barrio y con su red social. Tenemos que plantearnos seriamente la economía de los cuidados como un vector de desarrollo democrático, en igualdad y también económico. Puede generar muchos empleos que además revierten en la comunidad muy rápido. Los cuidados en la vejez no pueden ser un negocio o, al menos, no en detrimento de la garantía de ese derecho.
¿Debería cualquier administración que concierte esos servicios saber quién es el dueño último de las empresas?
Eso es un derecho de la ciudadanía.
Que ahora no se cumple.
Lo que sorprende es la opacidad y que no podamos saber cuántas residencias están gestionadas por Florentino Pérez o por DomusVi.
En infoLibre publicamos recientemente que usted y su pareja sufren un escrache diario en su domicilio particular desde hace más de dos meses. ¿Cómo le está afectando? ¿Cómo ha cambiado su opinión de lo que es un escrache?
A la política una viene llorada de casa. La parte más personal la voy a dejar de lado. Llevamos ya muchos años, pocos pero intensos, en los que nos hemos dado cuenta de que con nosotros valen cosas que con el resto, no. El hecho de ser una formación política que no le pide un euro a los bancos, que no tiene puertas giratorias, que dice las cosas, que cumple lo que dice, que podrá cometer muchos errores, pero que no se puede comprar…. Hemos demostrado que en este país se podían hacer mucho que todo el mundo decía que era imposible. La moción de censura, el Gobierno de coalición, el salario mínimo vital… Contra nosotras vale todo, pero insisto: yo vengo llorada de casa. Eso sí, no sé si alguien me puede poner un ejemplo de un escrache que haya durado más de unas horas.
"Los escraches son legítimos. Lo que pasa en la puerta de mi casa es otra cosa. Va por la semana 11"
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Lo que está ocurriendo en las puertas de mi casa es otra cosa. Los escraches son movilizaciones puntuales que están avaladas por la judicatura de nuestro país como una forma de protesta legítima. Puede ser desagradable, puede merecer censura social, pero es legítimo. Quiero dejar claro que la forma de protesta social que los afectados por la hipoteca han utilizado en este país para reivindicar una ley de vivienda justa no tiene nada que ver con esto. Lo que está pasando a las puertas de mi casa va por la semana 11.
¿Se ve asumiendo más responsabilidades en su partido o en el Gobierno?
No estoy reflexionando mucho sobre el futuro porque tengo un presente muy intenso. Tengo tres hijos muy pequeñitos a los que procuro dedicar todo el tiempo en el que no estoy trabajando. Me gusta tener una maternidad presente en sus vidas. He sido madre porque quería y quiero cuidarles. Además, tengo una responsabilidad ministerial y una responsabilidad en la dirección de mi formación política. Y creo que tengo suficiente. Sí pienso que la política institucional no es algo para toda la vida y más con el nivel de exposición que te tengo yo o mi pareja. Eso es temporal. La política, no.
Parece evidente. Horas antes de que se conociera que el rey emérito se iba de España comenzó esta entrevista. Irene Montero (Madrid, 1988), ministra de Igualdad, no sabía que iba a ocurrir. Tampoco el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, ni ningún ministro de Unidas Podemos. La primera pregunta del cuestionario inicial sobre Juan Carlos I era si debía abandonar el palacio de la Zarzuela. La titular de Igualdad, en una sala de su departamento, con sede en el comienzo de la calle Alcalá de Madrid, pedía ir a lo importante: la ejemplaridad.