Va el segundo aviso de José Luis Centella en apenas unos días: Izquierda Unida-Comunidad de Madrid (IU-CM) debe hacer caer a sus portavoces en la Asamblea y el Ayuntamiento de la capital, Gregorio Gordo y Ángel Pérez.
Segunda advertencia firmada por el coordinador de la Presidencia Ejecutiva Federal (PEF) de IU, líder del PCE y portavoz parlamentario de Izquierda Plural. O sea, del hombre de la confianza de Cayo Lara y jefe de la principal estructura orgánica de la federación. Se trata de un escrito [consúltalo aquí en PDF] remitido a los más de 70 miembros de la PEF, con fecha de 19 de enero y al que ha tenido acceso infoLibre.
En la "nota informativa", Centella manifiesta tres puntos a sus compañeros. Uno, que él no ha sido quien ha trasladado a la prensa que la reunión de la Presidencia se haría este jueves, 22 de enero. En efecto. No salió de él ni de su número dos en la secretaría, Lola Sánchez. Pero distintos dirigentes habían deslizado que estaban en situación de preaviso, advertidos de que el jueves podría haber una convocatoria para abordar el conflicto de nunca acabar en IU-CM.
Dos, que tiene previsto plantear una cita de la PEF "cuando la agenda política derivada de la participación de diversos dirigentes de IU en la campaña electoral griega en apoyo de Syriza lo permita". Esto es un dato que se desconocía. Este sábado estaba prevista una cumbre de las izquierdas del sur de Europa en Barcelona. Luego se supo que Pablo Iglesias mitinearía con Alexis Tsipras, el favorito en las encuestas. Lara probablemente se desplazará a Grecia a finales de esta semana para compartir escenario con él, con el jefe de Syriza, un partido que reivindica como hermano de IU. Las decisivas elecciones serán este domingo, 25 de enero.
Y tres, y aquí está el meollo de la carta: "Espero que en el momento de celebración de esta Presidencia, esté resuelto, desde el acuerdo y en positivo, el desarrollo de la resolución que sobre responsabilidades políticas en las portavocías de los grupos institucionales del Ayuntamiento y la Asamblea de la Comunidad de Madrid tomamos en esta Presidencia, y poder dedicar la reunión a plantear la ofensiva política que se nos demanda desde la mayoría social trabajadora para desarrollar nuestra propuesta de ruptura democrática y social y poder concretar las alianzas políticas y sociales que nos permitan afianzar los instrumentos de convergencia en los que estamos implicados".
Aferrados a la literalidad
Centella, en consecuencia, no quiere que la PEF quede eclipsada, por tercera vez (tras las reuniones del 10 de noviembre y del 14 de diciembre) por la pugna en Madrid. Y quiere que se resuelva por las buenas, sin la intervención federal. Fue lo mismo que manifestó el pasado jueves, 15 de enero, cuando los grupos de IU-CM en la Asamblea y el Ayuntamiento ratificaron en sus puestos a Gordo y Pérez, señalados por su papel en Caja Madrid y Bankia en su etapa como coordinadores regionales. La federación, cuyos órganos de poder controla el colectivo SomosIU, al que se adscriben los dos portavoces, se agarró a la literalidad de la resolución del 14 de diciembre para argumentar que la había cumplido: Gordo y Pérez habían "puesto a disposición" de sus grupos sus cargos y estos, por mayoría, lo habían rechazado y ante la falta de candidaturas alternativas, los ratificó.
El coordinador de la Presidencia, sin embargo, amonestó a la dirección madrileña: le dijo sin ambages que seguía "sin cumplirse" la resolución federal. "Los compañeros Gregorio Gordo y Ángel Pérez deben dar paso a otros compañeros o compañeras para el desempeño de la función de portavoces". Pero ni uno ni otro, que no repetirán en las listas de mayo, han dado ese paso atrás. Más aún, Pérez, auténtico factótum de IU durante y después de su mandato como coordinador (1993-2000), se ha negado a dimitir, escudándose en que no tiene por qué irse por el escándalo de las tarjetas, puesto que desconocía que los consejeros de IU en la entidad –en particular, su amigo y patrocinado José Antonio Moral Santín– dispusieran de una visa black. Pero el federal no le señala por las tarjetas opacas, sino por las decisiones que él encabezó como líder regional sobre la caja y las irregularidades encontradas en la fundación de IU-CM, Fundeste, que presidió hasta hace muy poco. Durante años, IU Madrid suscribió sucesivos pactos de estabilidad con el PP para mantener a Miguel Blesa al frente de la entidad.
Posición rotunda de Garzón
Centella es consciente del fuego interno que devora a IU por este asunto. Que las federaciones, a las puertas de unas decisivas autonómicas y municipales, quieren mano dura y no están dispuestas a transigir más. Y ha enardecido aún más los ánimos saber que uno de los que votó a favor de la permanencia fue el diputado regional Miguel Reneses, a la sazón secretario de Organización federal. Muchos barones y dirigentes regionales y federales entienden que su posición es insostenible y que Lara, su jefe directo, ha de destituirlo. Uno de los que más claro ha hablado es Alberto Garzón, aspirante a las primarias y el hombre que encarna el futuro de IU. "Si soy el candidato, quiero una nueva dirección. Y Miguel Reneses no es de mi confianza. Esto es algo que sabe Cayo [Lara] desde hace mucho tiempo", aseguró el pasado sábado, antes de la puesta de largo de la candidatura de Tania Sánchez y Mauricio Valiente.
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La caída de Pérez y Gordo –y ahora, de Reneses– es, precisamente, una línea roja de los dos, de Sánchez y de Valiente y de sus seguidores, porque consideran que esa es la posición federal que IU-CM debe acatar. De ahí que la ratificación de ambos portavoces fuera entendida como pura "dinamita" en la negociación sobre la nueva dirección regional, descabezada tras la salida del coordinador, Eddy Sánchez, el pasado 1 de diciembre, un día después de las primarias. El sector de Sánchez y Valiente se negó a acudir a los órganos madrileños para dar cobertura a una nueva coordinación colegiada. Quería esperar al pronunciamiento de la Presidencia Federal. Una voz que, por lo pronto, ya no se oirá esta semana. Los cálculos que se hacen los dirigentes consultados por este diario son que la convocatoria se producirá hacia finales de la semana próxima.
Entretanto, Centella sigue apretando, por si Gordo y Pérez tiran la toalla. Pero si algo han demostrado uno y otro en este tiempo en el que han estado en el punto de mira es que no ceden a las presiones de fuera. Tampoco de los suyos.
Va el segundo aviso de José Luis Centella en apenas unos días: Izquierda Unida-Comunidad de Madrid (IU-CM) debe hacer caer a sus portavoces en la Asamblea y el Ayuntamiento de la capital, Gregorio Gordo y Ángel Pérez.