IU llama a sus aliados potenciales a aparcar “recelos” para presentar una lista única en las europeas

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Queda justo un año. Un año para las elecciones europeas. Tiempo que Izquierda Unida considera más que de sobra para poder labrar una gran candidatura electoral donde confluyan partidos, movimientos sociales y activistas. Y para ello la federación pide a sus potenciales aliados que antepongan los "intereses colectivos de las mayorías a discrepancias, recelos, desconfianzas o intereses particulares que sin duda harían imposible avanzar en la construcción de amplios sectores de convergencia". Que se dejen de egoísmos, por decirlo de otra manera, para primar la unidad y los "derechos e intereses de las personas", del "pueblo".

Esa hoja de ruta para los comicios europeos de 2014 ya es ley. Este sábado fue aprobada por el Consejo Político Federal, el máximo órgano de poder de IU, por una abrumadora mayoría (62 votos a favor, un 86,11%, 10 abstenciones y ninguno en contra). La presentaron al alimón José Luis Centella, coordinador de la Presidencia, y Enrique Santiago, secretario de Convergencia Político-Social. En esencia, las líneas de la convocatoria ya las había enunciado Santiago a infoLibre. Pero el documento, distribuido hoy por la mañana a los miembros del Consejo (para evitar de paso filtraciones), incide mucho en esa clave, en que el momento excepcional que vive España requiere "generosidad y el encuentro de todos, respetando las distintas realidades y todas las identidades". Eso sí, reconociendo la "representatividad" y el peso que tiene IU.

La federación llama a vencer las "dificultades" para construir un proceso "propositivo, participativo y democrático" en el que el elemento de cohesión, la amalgama, sea "el interés colectivo". El objetivo es "convertir a la mayoría social agredida por el neoliberalismo en mayoría política suficiente para acometer de inmediato la refundación de la Unión Europea". La apuesta, como viene repitiendo IU, es a la grande, para lograr "disputar la hegemonía política a las fuerzas conservadoras que actualmente gobiernan las instituciones de la Unión Europea y de nuestro país". En resumidas cuentas, "una amplia convocatoria en la que coincidamos personas, colectivos organizados, movimientos sociales, redes, fuerzas políticas estatales –federalistas y nacionalistas– y locales, sectores de la cultura y académicos, sindicatos y las distintas iniciativas participativas que están surgiendo a lo largo del Estado". Un nuevo espacio capaz de enfrentarse "al que ahora se hunde". Una plataforma que pueda rebasar incluso al PSOE y colocarse como segunda formación en 2014

No a las "mesas camillas"

Por ir a lo concreto, los principales interlocutores políticos a los que IU se dirigirá ya oficialmente son Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Chunta Aragonesista –integrantes del grupo de Izquierda Plural en el Congreso–, Federación Los Verdes, Batzarre y Anova, el gran socio de Alternativa Galega de Esquerda (AGE). Pero la federación no descarta, de ningún modo, una alianza con Equo, porque ya han confluido en las mareas, el trabajo en Galicia está muy aquilatado –el partido verde forma parte de AGE– y porque las bases lo piden, explicaban fuentes de la dirección. Por otro lado están los movimientos o los activistas del 15-M. 

Centella, durante su intervención ante los miembros del Consejo Político, subrayó que IU hace una "propuesta hacia el exterior", pero que "tiene que partir desde dentro", desde el convencimiento de dirigentes y militantes de la federación de que la situación urge la unidad. El reto, dijo, es doble: "Sumar a la mayoría social a la lucha y conseguir que la vanguardia, los movimientos sociales, no se separen de la mayoría que comparte esos objetivos". Santiago, por su parte, animó a los suyos a subirse a una ola ambiciosa, que pretende subir más que lo que las encuestas conceden ya a IU –un 14% de media frente al 6,92% de las generales de 2011–. Pero dejó claro a qué no está dispuesta la dirección: a "convocar una mesa camilla" donde se reúnan los prebostes de los partidos para consensuar una lista. No cabe ya una cita "de notables". "Las cosas no están para operaciones de imagen, porque la gente sabe que la situación es muy grave". 

Este último toque de atención de Santiago iba para Izquierda Abierta, que sí pide con insistencia un frente amplio de partidos para las europeas. El responsable de Convergencia pidió despejar "equívocos", "sin esperar más". "Hablamos en lo estratégico de lo mismo" que una Syriza, o un frente popular, o una unidad popular, remarcó. Santiago también combatió las reservas por la falta de concreción del documento sobre los tiempos. Defendió que es lo lógico, porque habrá que ir "revisando" los "itinerarios, las formas y los métodos", en función de "aciertos y errores". "Tenemos un año por delante y muchas posibilidades de éxito" para que IU y sus aliados den un "salto cualitativo" que liquide "el ciclo abierto en 1978" y hiera de muerte al "bipartidismo". 

Queda justo un año. Un año para las elecciones europeas. Tiempo que Izquierda Unida considera más que de sobra para poder labrar una gran candidatura electoral donde confluyan partidos, movimientos sociales y activistas. Y para ello la federación pide a sus potenciales aliados que antepongan los "intereses colectivos de las mayorías a discrepancias, recelos, desconfianzas o intereses particulares que sin duda harían imposible avanzar en la construcción de amplios sectores de convergencia". Que se dejen de egoísmos, por decirlo de otra manera, para primar la unidad y los "derechos e intereses de las personas", del "pueblo".

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