Se daba por descontado, y así ha sido. Izquierda Unida-Comunidad de Madrid (IU-CM), en una nueva pirueta contra la cúpula federal, decidió mantener este jueves en sus puestos de portavoces en la Asamblea regional y en el Ayuntamiento de la capital a Gregorio Gordo y Ángel Pérez, los dos señalados por el caso Bankia. Ninguno cae y la victoria se apunta al colectivo que controla los órganos de dirección y los grupos institucionales, SomosIU, y al que los dos se adscriben.
Era uno de los acuerdos de la ejecutiva de IU-CM, reunida el lunes sin la presencia del grupo valedor de los ganadores de las primarias, los diputados Tania Sánchez y Mauricio Valiente. Se aprobó que se llevaría a los grupos en la Cámara y el Consistorio la resolución de la Presidencia Federal sancionada el pasado 14 de diciembre, y que pedía la renuncia de Gordo y Pérez a la luz de un informe de la comisión de transparencia. Ese documento, nunca hecho público, constató "actuaciones políticas no acordes con el código ético ni con la práctica política de IU" en relación con la participación de IU en Caja Madrid y Bankia. La federación aupó y mantuvo durante años a José Antonio Moral Santín, luego imputado por el caso Bankia y salpicado por el escándalo de las tarjetas, al consumir, con su visa black, 456.522 euros desde 2003 a 2012. Aunque Moral Santín ya no milita en IU, los órganos federales entendían que Pérez y Gordo, coordinadores de 1993 a 2000 y de 2009 a 2012, respectivamente, eran responsables políticos por haberle promocionado y protegido y por la toma de decisiones relevantes sobre la entidad financiera, que finalmente tuvo que ser rescatada por el Estado con más de 22.000 millones de euros.
Desde el 14 de diciembre, IU-CM había hecho caso omiso de la moción federal. No tenía ni tiene líder regional tras la dimisión de Eddy Sánchez el pasado 1 de diciembre, apenas unas horas después de la victoria arrolladora de Tania Sánchez y Mauricio Valiente en las primarias. Pero se sabía que SomosIU no tenía ninguna intención de relevar a Gordo y Pérez, y de hecho se agarraba a la literalidad de la resolución de la Presidencia: "IU-CM debe recoger y reconocer la puesta a disposición de su portavocía del compañero Gregorio Gordo en la Asamblea de Madrid, tal y como ha comunicado al coordinador federal de IU. Al mismo tiempo, debe dirigirse al grupo municipal del Ayuntamiento de Madrid al objeto de que su portavocía quede también a disposición de la organización".
Reneses desobedece también a Cayo Lara
Esa redacción valió a la vieja guardia para defender que Gordo y Pérez siguieran en sus puestos. Interpretaba que el federal simplemente pedía la "puesta a disposición" de sus cargos, que podía ser aceptada o no. Así lo recoge la nota oficial de IU-CM respecto a lo ocurrido en la Cámara regional: "En una reunión celebrada esta mañana –reza la nota oficial de IU-CM–, Gordo ha sometido a la consideración de sus compañeros de grupo si debía o no continuar como portavoz de la formación en la Asamblea de Madrid y ha preguntado si otro compañero o compañera quería asumir la portavocía". No hubo propuestas alternativas. Al final, por seis votos a favor (Libertad Martínez, Pepa Amat, Rubén Bejarano, Antero Ruiz, Miguel Reneses y Lali Vaquero) y tres en contra (Tania Sánchez, Mauricio Valiente y María Espinosa) se le ratificó como jefe del grupo. Gordo decidió no participar en la votación. Otros tres diputados "habían excusado su asistencia" (los tres del Partido Comunista de Madrid, que había exigido el cese fulminante): Joaquín Sanz, Marisa Moreno y Carmen Villares.
Del resultado es destacable el voto a favor de Reneses, secretario de Organización de IU federal (mano derecha de Cayo Lara, por tanto), que fue señalado en un principio por la Presidencia y luego consiguió salvarse de la quema, y Antero Ruiz, a quien IU-CM responsabilizó del escándalo de las tarjetas y al que se pidió su escaño. Él no lo hizo y sigue en la Cámara y dentro del grupo.
En el Ayuntamiento, la situación se reprodujo. Se ratificó a Pérez por tres votos a favor (Milagros Hernández, Prado de la Mata y la excandidataRaquel López, militante del PCM), una abstención (la del propio Pérez) y un voto en contra (el de Jorge García Castaño, del sector de Tania Sánchez). No votó el edil Ángel Lara.
Lara confiaba en que dejaran sus puestos
IU-CM, en resumidas cuentas, desafía de nuevo a Cayo Lara. El coordinador federal había dicho, en una entrevista este martes en Onda Madrid, que Pérez es un "tío inteligente" y que estaba seguro de que dejaría la portavocía. "Sé que lo va a hacer por la propia responsabilidad que le compete en este momento". Lara explicaba que se pedía el cargo "a gente que no ha metido ninguna mano" en la caja, pero que debían apartarse "por responsabilidad política". "Que dé un paso al lado para demostrar a la sociedad que somos distintos a la hora de abordar los problemas que tenemos", apuntó. Al día siguiente le contestó Pérez en una entrevista en Telemadrid, en las que reiteró que no asumiría ninguna responsabilidad por las tarjetas black. Obviaba que se le piden cuentas no por este episodio, sino por las decisiones que se tomaron en la dirección regional sobre Caja Madrid cuando él era coordinador.
Hoy Pérez echaba más leña al fuego al sostener que la petición de su cabeza no es más que una "represalia política" y un "ajuste de cuentas" por oponerse a la confluencia con Ganemos. Si hubiera dejado la portavocía por el escándalo de Caja Madrid sería "como asumir que el grupo municipal tuviera que ver con las tarjetas y eso no es verdad". Para defenderse, señaló que en la entidad se actuó como establecía la dirección regional, que eligió a sus representantes. Y en ella "estaban todos" los que piden su caída, como "Tania Sánchez y Pedro del Cura", alcalde de Rivas. Pérez, en su enésimo ataque contra la cúpula de Lara, dijo que la dirección federal "no tiene competencias en los grupos municipales". "Lo que hay es una injerencia", señaló, informa Europa Press.
"Se sitúan fuera de la política de IU"
Mucho más contundente que Lara había sido el diputado Alberto Garzón, virtual candidato a la Moncloa de IU, si gana las primarias, como es más que previsible. El secretario de Proceso Constituyente y Convergencia había advertido de que aquellos que no asuman las decisiones adoptadas en los órganos federales debían valorar si son o no "parte de IU" y sopesar marcharse.
La casa federal no tardó en incendiarse. De hecho, se convocó una reunión de la Presidencia para el próximo jueves, 22 de enero. En ella se abordará el incumplimiento de Madrid, cuya actitud ya había soliviantado a los territorios.
La ratificación de Pérez y Gordo, aunque prevista, no dejó de molestar al grupo de Sánchez y Valiente, que conecta con Garzón. "Con esta decisión se sitúan fuera de la política que han mantenido las federaciones de IU, la militancia y los simpatizantes –apuntó a este periódico el edil García Castaño–. Nuestro compromiso es firme: construir un proceso de unidad popular capaz de ganar Madrid. En eso estamos y nada nos va a desviar de este objetivo".
Horas después, la candidatura de los dos diputados lanzó un comunicado en el que consideró la decisión de ratificar a los dos portavoces como una "gravísima ruptura" con lo dispuesto por IU federal, "en línea con las acciones recientes del núcleo que perdió las primarias de romper organizativa y políticamente con todas las decisiones previas de Izquierda Unida". "En ningún caso podemos aceptar el incumplimiento de una decisión de IU sobre cuestiones éticas y políticas de primera magnitud y defendemos en Madrid la firmeza que han exigido en los órganos federales por amplísima mayoría las distintas federaciones y la mayoría de actores políticos de IU y especialmente por la militancia de IU y también de IU-CM", reseña la nota.
La convocatoria de los dos grupos institucionales llega horas antes de la reunión de la Presidencia y del Consejo Político Regional, este viernes. Ambos órganos recogerán las decisiones de hoy y nombrarán a una coordinación colegiada que reemplace al caído Eddy Sánchez, recompondrán la ejecutiva y ratificarán a los candidatos. Todo ello en un clima de continuo enfrentamiento entre los dos bandos, la vieja guardia (SomosIU) y el sector renovador de los vencedores en las primarias.
Se daba por descontado, y así ha sido. Izquierda Unida-Comunidad de Madrid (IU-CM), en una nueva pirueta contra la cúpula federal, decidió mantener este jueves en sus puestos de portavoces en la Asamblea regional y en el Ayuntamiento de la capital a Gregorio Gordo y Ángel Pérez, los dos señalados por el caso Bankia. Ninguno cae y la victoria se apunta al colectivo que controla los órganos de dirección y los grupos institucionales, SomosIU, y al que los dos se adscriben.