La sorpresa del acuerdo de renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) vino a ultimísima hora, cuando se agotaba el plazo previsto. Izquierda Unida se sumó finalmente al pacto tejido por los dos grandes partidos, PSOE y PP, más CiU y PNV, y logró una silla en el órgano de gobierno de los jueces. Unión del Pueblo Navarro (UPN) también se adhirió al consenso, aunque en su caso no pone ningún vocal.
Hasta ahora, IU había cargado duramente contra el procedimiento. Esta misma mañana, el portavoz adjunto de Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), José Luis Centella, había asegurado taxativo que su grupo no colaboraría en la renovación "oscura y partidista" del CGPJ y lamentó que los socialistas se hubieran "prestado al juego". Centella denunció la negociación "por reparto de cuotas" y siguiendo un modelo "claramente bipartidista", con la aportación de nacionalistas vascos y catalanes. Pero la de esta mañana sólo era la última de las reiteradas protestas del grupo, que se sentía excluido de las conversaciones. Más aún, todas las veces que se preguntó a Centella, contestaba que no habían recibido más comunicación que la del arranque de las conversaciones, y eso fue en septiembre, cuando venció oficialmente el mandato del Consejo saliente. Desde entonces, no había habido más contactos. Todo el peso del acuerdo basculó en torno al Ministerio de Justicia y los jefes parlamentarios de PP y PSOE, Alfonso Alonso y Soraya Rodríguez, y del diputado socialista y exministro del Interior Antonio Camacho.
¿Qué pasó entonces? Ocurrió que después de esa rueda de prensa de Centella, sobre las 14.30 horas de la tarde, el coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, según explicó esta noche él mismo a los medios, recibió una llamada del ministro Alberto Ruiz-Gallardón, pidiéndole que se sumara al pacto y ofreciéndole una silla. IU ofreció el nombre de una mujer, una secretaria judicial, en la que había pensado desde el principio de todo el proceso, María Concepción Sáez Rodríguez. El acuerdo se cerró a las 19.30 horas, apenas media hora antes de que finalizase el plazo. Con ello, IU firmaba la vuelta de IU a una institución en la que ha estado presente en otras ocasiones: no en el Consejo saliente, por ejemplo (donde sí estaban ya CiU y PNV), pero sí en el anterior.
Lara señaló a los periodistas en los pasillos del Congreso que no había habido un cambio de posición, que había mantenido la "coherencia". Que siempre defendió que Izquierda Plural debía entrar en las negociaciones "por derecho propio", como tercera fuerza política del país. No se podía pretender que IU "fuera de la mano de otro grupo", en referencia al PSOE. Lo que venía a expresar el coordinador es que su formación rechazó entrar al diálogo a través de los socialistas. "No ha habido mediación ni intercesión", abundaban fuentes de la dirección.
Contactos de Rubalcaba y Rajoy
El PSOE, sin embargo, no lo veía así. Básicamente porque en el reparto inicial de los 20 vocales acordado con el Gobierno, 10 iban a ser designados por el PP, ocho por los socialistas, y uno por CiU y PNV. De modo que si IU logró un puesto en el CGPJ "es porque el PSOE se lo ha cedido", insistieron fuentes cercanas a Rodríguez. De cualquier modo, la entrada in extremis de la formación de Lara es lo que ha demorado las conversaciones. Es más, la semana pasada, si no se cerró el pacto y se prorrogaron por quinta vez los plazos fue, aparte de por la gripe de Alfredo Pérez Rubalcaba, porque aún no se había despejado este asunto. El secretario general del PSOE, según contaron en la dirección a infoLibre, telefoneó a Lara para comentarle que le cedía un puesto de su cupo de ocho. Y el coordinador le respondió que no quería entrar "por la puerta de atrás". Así que Rubalcaba apremió a Gallardón para que hablase con el jefe de IU. Así, la federación decidió incorporarse al consenso. En cambio, en ninguna ocasión los socialistas se plantearon dejar vacante otra silla a UPyD.
En todo este proceso de diálogo, que ha durado sólo dos meses –la anterior renovación se demoró casi dos años– han mantenido también contactos Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy, pero no tanto para entrar al detalle de nombres, según fuentes socialistas, ya que ese trabajo ha recaído "en los curritos", en el ministro, en Alonso, Rodríguez y Camacho. Este es, sin duda, el primer acuerdo de calado entre las dos grandes fuerzas políticas después de su ruptura por el caso Bárcenas.
El nuevo CGPJ tendrá, por tanto, el siguiente reparto: 10 vocales (más el presidente) designados por el PP, siete por el PSOE, uno por IU, otro por PNV y otro por CiU. Los conservadores se reservan así la mayoría absoluta, clave para los nombramientos que estén por venir, ya que la nueva Ley Orgánica del Poder Judicial aprobada por Gallardón –y recurrida al Tribunal Constitucional por los socialistas– ya no se exigirá mayoría cualificada.
Por conocer el resto de la lista
Sin embargo, este martes se registraron en el Congreso y en el Senado sólo ocho nombres –cuatro cada Cámara–, los de juristas de reconocido prestigio que deben pasar el examen de la Comisión de Nombramientos esta semana. El pleno del Congreso, la próxima semana, votará a Nuria Abad –aupada por el PP–; Álvaro Cuesta (exdiputado del PSOE y expresidente de la Comisión de Justicia de la Cámara baja), Concepción Sáez (secretaria judicial postulada por Izquierda Plural) y Enrique Lucas Murillo de la Cueva (catedrático que trabajó para los Ejecutivos del PNV en Euskadi). La Cámara alta, a su vez, designará el miércoles próximo a sus candidatos: Vicente Guilarte y María Ángeles Carmona Vergara, seleccionados por los conservadores; Pilar Sepúlveda García de la Torre, nominada por los socialistas, y Mercè Pigem, diputada de CiU y portavoz nacionalista catalana de Justicia.
Los 12 vocales restantes son jueces y magistrados de carrera, que también deberán ser votados por las Cortes –seis en cada Cámara–, pero estos no han de someterse a los hearings, a las audiencias o exámenes parlamentarios. Los nombres definitivos de estos 12 candidatos, que ya están cerrados por PSOE y PP, se conocerán, previsiblemente, este mismo viernes (si no antes) y serán votados en los plenos respectivos de Congreso y Senado de la próxima semana. Los elegidos deben salir forzosamente de la lista de 54 aspirantes que remitió la Junta Electoral. Siete de ellos llegarán con el respaldo del PP y cinco con el del PSOE.
Los grupos se felicitan por el acuerdo
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La propuesta presentada en el Congreso lleva la firma del diputado de UPN, Carlos Salvador, que no ha sugerido el nombre de ningún jurista, así que lo más probable es que apoye a uno de los jueces de esa lista, a Juan Manuel Fernández Martínez, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra, compartido con el PP, informa Europa Press.
La toma de posesión de los nuevos vocales no se producirá hasta que el rey sea dado de alta. El monarca pasa de nuevo por quirófano este jueves 21 de noviembre para que se le implante la prótesis de cadera definitiva. Despues, los miembros del nuevo CGPJ elegirán al nuevo presidente del órgano y del Tribunal Supremo –cuyo nombre ya estará pactado por los partidos–, que sustituirá a Gonzalo Moliner. El aspirante más citado es Carlos Lesmes, magistrado del TS.
Los grupos, obviamente, celebraron el acuerdo alcanzado y mostraron su "satisfacción" por que se vaya a configurar un Consejo "más plural que nunca", según elogió Alonso. Rodríguez se felicitó del "buen inicio" del nuevo órgano y, preguntada por su labor de mediación, no quiso explayarse. Sólo contó que el consenso es fruto de un "largo" proceso de diálogo entre todos los grupos. A ambos se les inquirió por qué, por primera vez, no habrá fiscales entre los candidatos. "Esto es lo que hay", dijeron. Josep Antoni Duran i Lleida también aplaudió la pluralidad del nuevo CGPJ y la rapidez con que se producirá la renovación. Aitor Esteban, del PNV, se congratuló asimismo de la presencia de "sensibilidades diversas". Lara evidenció igualmente su satisfacción y auguró que la pluralidad del Consejo entrante le permitirá un mejor funcionamiento, pues se sentarán juristas de reconocido prestigio que hacen falta "para que la Justicia pueda avanzar".
La sorpresa del acuerdo de renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) vino a ultimísima hora, cuando se agotaba el plazo previsto. Izquierda Unida se sumó finalmente al pacto tejido por los dos grandes partidos, PSOE y PP, más CiU y PNV, y logró una silla en el órgano de gobierno de los jueces. Unión del Pueblo Navarro (UPN) también se adhirió al consenso, aunque en su caso no pone ningún vocal.