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Los jefes de la trama Púnica enviaron a Suiza cinco millones con el sistema que usaba Gao Ping

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Alicia Gutiérrez | Tono Calleja

El exdirigente del PP Francisco Granados y su socio, el empresario David Marjaliza, lograron enviar a Suiza entre 2000 y 2012 más de cinco millones de euros con el llamado sistema de compensación o hawala, el mismo que empleaba la trama de Gao Ping.

Para no dejar rastro, entregaban en España dinero negro en metálico a terceros que luego lo hacían llegar a las cuentas suizas de Marjaliza y Granados mediante transferencias efectuadas desde otros depósitos abiertos también en el país helvético.

Los dos socios, y así consta en el sumario de la Operación Púnica, mantuvieron activo ese procedimiento entre 2000 y 2012. Y mediante su utilización consiguieron ocultar en sus cuentas secretas al menos 5,044 millones de euros, explica la querella de Anticorrupción que desencadenó las investigaciones.

Fue Suiza la que a través de una comisión rogatoria alertó a las autoridades españolas sobre "la participación de determinadas personas físicas y jurídicas que intervinieron activamente en las transferencias de fondos utilizando dicho mecanismo de compensación".  La detección de ese sistema fue uno de los factores que dispararon las sospechas de blanqueo de capitales.

De hecho, Suiza identificó a varias de los que participaron en la operación de camuflaje mediante cobro en efectivo y transferencias posteriores de cuenta a cuenta.

Anticorrupción los menciona en uno de los documentos del sumario con nombres, apellidos y el detalle de las empresas y fundaciones de que se valieron para transferir el dinero a las cuentas de Marjaliza y Granados, así como las cantidades exactas que manejaron. 

infoLibre omite sus identidades por cuanto ninguno de ellos figura en la lista conocida de imputados, que figura en el auto por el que el juez Velasco levantó el 22 de julio el secreto de la mayor  parte de las actuaciones. El magistrado mantiene bajo secreto la pieza relativa a las comisiones rogatorias. Es decir, a las solicitudes de ayuda internacional, determinantes para averiguar dónde acabó finalmente el dinero.

Diez millones con facturas falsas

Los investigadores del caso calculan que Marjaliza obtuvo más de 10 millones de euros gracias a un complejo sistema de facturas falsas por trabajos no realizados. Las empresas "factureras", como las denomina Anticorrupción, las abonaban a sociedades que se quedaban con un porcentaje del 10% "en concepto de comisión".

Una vez abonados los importes a las empresas factureras en sus cuentas bancarias, "se retiraban en efectivo fondos que se devolvían a David Marjaliza (o a personas que se encuentran a su sombra)" previa detracción del citado 10% en concepto de comisión.

"Con esta actuación  -relata Anticorrupción-, David Marjaliza ha conseguido sacar gran catidad de dinero de sus empresas, dinero que indiciariamente procedía de los ingresos obtenidos de las actuaciones inmobiliarias localizadas en los municipios y Comunidad [de Madrid], donde había desempeñado o desempeñaba funciones públicas Francisco Granados". 

Siguiendo esa fórmula, Marjaliza obtuvo 10 milones que pasaron a ser opacos. Esa fue, presuntamente, "una de las fórmulas que han alimentado las cuentas de Suiza".

¿Eran para políticos las joyas y relojes?

De la magnitud de los fondos que movía Marjaliza da idea el siguiente dato: entre 2004 y 2011 destinó 7,6 millones de euros a pagos a varias empresas dedicadas a la venta de joyas y relojes.

Según Marjaliza, esos pagos se correspondían con "liberalidades y atenciones a clientes o regalos de empresas". 

Pero ya al inicio de la investigación la Fiscalía consideraba necesario "intentar conocer quiénes son los finales destinatarios de lo adquirido y si entre los mismos están personas con responsabilidades públicas o si se han destinado como pago de favores o regalos a cambio de la firma de contratos con entidades públicas".

El exdirigente del PP Francisco Granados y su socio, el empresario David Marjaliza, lograron enviar a Suiza entre 2000 y 2012 más de cinco millones de euros con el llamado sistema de compensación o hawala, el mismo que empleaba la trama de Gao Ping.

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