Jéssica Albiach (Valencia, 1979) es la cabeza de lista de En Comú Podem a las elecciones catalanas del 14 de febrero. El cambio que Catalunya merecees su lema de campaña. Atiende a infoLibre el lunes 1 de febrero por videoconferencia, un día después del primer debate televisado entre candidatos y antes de protagonizar el acto de campaña de la tarde. Evita hablar de "tripartitos" en sentido estricto. Pero tiene claro que su formación debe intentar entrar en el futuro Govern: "Es importante estar donde se dan a los debates y donde realmente se pueden empujar las medidas".
¿Cree que es bueno que la campaña haya arrancado con vetos cruzados de los partidos de cara al día después de la cita con las urnas, de cara al 15 de febrero?
No es nada bueno, sobre todo porque ya estamos en un tiempo en el que no habrá mayorías absolutas. Sabemos que no tendremos un gobierno de partido único. De lo que se trata es de encontrar la alternativa al desgobierno que tenemos. Para nosotras, y no solamente para nosotras, incluso para la gente de la calle, y así nos lo dicen las encuestas, la alternativa es un gobierno de izquierdas. Creo que es un error. Por eso vengo insistiendo en los debates a los candidatos en la necesidad de honestidad y verdad sobre con quién somos capaces de llegar a acuerdos.
¿Por qué lo que sirve, por ejemplo, para el Gobierno central o para el Ayuntamiento de Barcelona no sirve para Cataluña? ¿Por qué Cataluña no merece este bloque progresista para poder pasar página y para poder solucionar tanto los problemas de la crisis económica, social y sanitaria, y también el conflicto que hay entre Cataluña y España a través de una mesa del diálogo, además, en la que creemos los tres? Me estoy refiriendo al Partido Socialista, Esquerra Republicana y a nosotras. Si creemos en la mesa del diálogo, si creemos que necesitamos darle una salida progresista a la crisis, si esto se ha demostrado con la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Quiero pensar que en campaña se dicen unas cosas y luego vemos otras. Vimos al propio Pedro Sánchez decir que no dormiría tranquilo con Podemos en el Gobierno y ahora tenemos un Gobierno de coalición.
Ha comentado que el hecho de que estemos en campaña puede ser uno de los factores que haga que sus rivales intenten ocultar a qué pactos llegarían el día después. ¿Hay algún motivo más que cree que les lleva a ocultar sus cartas?
Creo que ellos están haciendo un intento de concentración de voto útil, cuando lo importante es que el voto útil sea para crear un gobierno de izquierda. Aquí, lo digo con toda la humildad, quien garantiza políticas de izquierdas acabamos siendo nosotras. ¿Por qué lo digo? Pongo ejemplos. Esquerra Republicana gobierna con Junts per Catalunya y no han hecho políticas de izquierdas. El Partido Socialista, si no hubiésemos estado en el Gobierno central con ellos, nos hubiese recortado las pensiones ahora, esta semana pasada o la otra. Somos conscientes de que al final quien impulsa y empuja las políticas de izquierdas es En Comú Podem en el caso de Catalunya.
¿A qué aspira En Comú Podem este 14F?
En cuanto a resultados electorales, estoy siendo muy franca. Esto no va de tener un escaño más o un escaño menos, que obviamente le pido al máximo número de gente que confíe en nuestra opción. Pero sí que hay que tener claro que no sirve de nada quedar primero si no eres capaz de sumar. Lo vimos en 2017. Inés Arrimadas obtuvo 36 escaños, que no sirvieron para plantear absolutamente ninguna alternativa. No es tanto quedar primero como ser capaz de articular una mayoría. Nosotras queremos ser las que asumamos el liderazgo ideológico del próximo gobierno de la Generalitat, entendiendo que para nosotros nuestra propuesta es la Cataluña republicana y fraterna. Fraterna entre catalanes y catalanas, fraterna con el resto de pueblos del Estado. Y, a partir de ahí, echar a andar las medidas económicas, sociales y sanitarias.
Tenemos un gran problema con la sanidad. Esto se ha visto en muchos territorios del Estado, pero en Cataluña también hemos visto que especialmente teníamos un sistema muy débil por todos los recortes. Fuimos el territorio que más recortó y el que más está tardando en revertir estos recortes. En Aragón, por ejemplo, un profesional sanitario cobra 700 euros más de lo que cobra en Cataluña por hacer el mismo trabajo. Necesitamos, por ejemplo, un pacto nacional por la salud, que lo venimos reclamando al Gobierno de la Generalitat y que está haciendo oídos sordos. Tenemos que estar en el Gobierno para poder ponerlo en marcha. Otro ejemplo sería [la necesidad de] un operador energético público. Tenemos uno en Barcelona, el más grande del Estado. Queremos replicar el modelo también para Cataluña, con energías cien por cien renovables. En el último temporal se ha visto la necesidad de ir recortando esta dependencia energética de las grandes eléctricas.
¿Abogan por un tripartito con Esquerra y el PSC? ¿No hay otras fórmulas con las que se sentirían cómodos? Lo digo porque Esquerra descartó un tripartito con Illa y el exministro de Sanidad tampoco se ve en el mismo lugar que los republicanos… ¿Qué pueden aportar ustedes sumándose a una alianza entre PSC y Esquerra? ¿Y cuál sería su seña de identidad? ¿Cómo podrían hacer de pegamento?
Yo nunca, nunca, nunca he dicho "tripartito". Creo que el tripartito funcionó en su momento. Era otro momento histórico. Estábamos antes del procés. Creo que las fórmulas pueden ser muy variadas. Hay una fórmula, que es la del Gobierno central. Estamos viendo también que es una fórmula parecida a la de Barcelona. Otra fórmula es la del País Valencià. En base a cuáles sean los resultados, tendremos que encontrar cuál es el encaje. Nosotras no queremos ser el pegamento de ERC y PSC, sino liderar ideológicamente el Govern.
¿Orientar?
Orientar ideológicamente y liderar ideológicamente las políticas del gobierno de la Generalitat, sabiendo que siempre hemos sido fieles a lo que luego muchos otros han acabado viniendo. Nosotras siempre hemos estado en la pantalla del diálogo. Vimos al Partido Socialista negando la existencia de un conflicto político entre Cataluña y España, y hablando de un problema de convivencia entre catalanes. Han acabado viniendo a nuestras posiciones. La sanidad tiene que ser cien por cien pública, pues lamentablemente ha sido la pandemia la que ha tenido que poner esto encima de la mesa. Pero es que nosotras estábamos aquí desde hacía muchísimo tiempo. O en el caso de la transición ecológica, nosotros somos el partido verde en Cataluña. Estamos viendo cómo ahora esto ya no es una cuestión de unos pocos, sino que se ha convertido en una demanda mayoritaria.
Entonces no hablamos de tripartito en sentido estricto, porque hay otras fórmulas. Pero ¿un gobierno Esquerra-Comuns con apoyo externo de los socialistas, sería una opción?
No quiero anticiparme hablando de fórmulas. Insisto: hay varias opciones. A final dependerá de cuáles son los resultados. Lo que sí que tenemos claro es que para que sea un gobierno de izquierdas nosotras tenemos que estar en el gobierno. La fórmula que yo no contemplo es apoyar desde fuera. Es importante estar donde se dan a los debates y donde realmente se pueden empujar las medidas.
Desde Ciudadanos se han ofrecido como la vacuna de una alianza entre Esquerra, PSC y ustedes ¿Es cualquier acuerdo PSC-Ciudadanos una línea roja para En Comú Podem?
Ciudadanos y nosotros tenemos un programa que es incompatible. Considero que Ciudadanos es parte del problema que hemos tenido en Cataluña. En ningún momento, ni siendo los jefes de la oposición, han sido capaces de articular ninguna mayoría, ya no sólo para una investidura. Ni una sola medida en la que pudiéramos encontrarnos fuerzas diferentes. Nosotras hemos dicho que no pactaremos con las derechas, ni con la derecha independentista –Junts per Catalunya–, a quien le sobra la mitad del país. Tampoco creen en la redistribución de la riqueza con el sistema fiscal ni contemplan que haya que blindar la sanidad y la educación pública. Por tanto, estamos en las antípodas.
No pactaremos con las derechas, ni con la derecha independentista
A la vista de los malos resultados de Unidas Podemos en Euskadi y en Galicia, ¿qué consideraría usted un buen resultado en Cataluña?
Lo que nos dicen las encuestas es que, de momento, nos consolidamos y tenemos una tendencia al alza. Creo que el escenario que tenemos en Cataluña es mucho más similar al del Gobierno central que al que nos podemos encontrar en Euskadi y en Galicia. Son realidades distintas. Aquí somos distintas fuerzas, han confluido distintos partidos que tenían una cultura política precedente. Tenemos arraigo territorial, somos un espacio político cohesionado. Nuestros escaños, nuestros votos, serán decisivos para la configuración del próximo gobierno de izquierdas.
¿Es Esquerra de fiar después de que la semana pasada se descolgara del real decreto sobre los fondos europeos? ¿A qué atribuyen el desmarque? ¿Estrategia electoral? ¿Lanzar un mensaje al Gobierno de lo que puede estar por venir?
Cataluña es el segundo territorio del Estado que recibe más fondos europeos. Siempre hay que pelear por más, pero creo que el Gobierno central hizo un buen trabajo en Europa para que la salida no fuese la austeridad, como lo fue en la anterior crisis. Que Esquerra Republicana, que Junts per Catalunya y que la CUP votasen en contra de este real decreto responde a que estamos en campaña electoral. Creo que también sabían que no dependía de su voto que prosperasen los fondos. Creo que hay que pelear, pero entre todas, para que lleguen fondos, para que se redistribuyan bien, que vayan a las pymes, a los ayuntamientos...
¿Qué opinión le merece que el ministro de Sanidad haya sido relevado en el cargo para ponerse al frente de la lista el PSC? ¿Cree que lo entienden los ciudadanos? ¿Cree que la gestión que ha hecho de la pandemia es un plus que le hace un candidato más fuerte?
No me gusta mucho posicionarme sobre la elección que hacen los distintos partidos de sus candidatos o de sus candidatas. Es cierto que me sorprendió que en medio de la tercera ola el ministro de Sanidad saltase del barco. En un momento en el que estamos viendo que puede haber problemas para las vacunas, en el que tenemos que planificar muy bien cuál será la segunda fase de la vacunación, con algunos territorios pidiendo aumentar las restricciones para reducir la interacción social, con muchos territorios también con hospitales saturados... No estamos en el valle de la tercera ola, estamos en el pico. Fue bastante sorprendente. A partir de ahí, lo que espero es que nos explique cuáles son las diferencias con el señor [Miquel] Iceta, porque de momento tampoco sabemos cuál es la diferencia entre la propuesta de uno y de otro. Lo que no podía ser es que pasasen semanas utilizando el cargo de ministro para hacer campaña. Creo que ha sido una buena noticia que ya lo dejara. Y que ahora nos explique.
Las vacunas, los tratamientos médicos, no tendrían que estar sometidos a la especulación del mercado
¿Cree que por las tensiones entre la Unión Europea y las farmacéuticas está en riesgo el compromiso del Gobierno de que estén vacunados en verano el 70% de los ciudadanos en España?
Espero que no. Obviamente, eso tendrán que responderlo los expertos sanitarios. Lo importante de este asunto ha sido ver lo frustrante que ha sido esta dependencia de las grandes farmacéuticas. No puede haber países secuestrados por multinacionales. Las vacunas, los tratamientos médicos, no tendrían que estar sometidos a la especulación del mercado.
Seguramente esta es una lección a extraer de esta crisis.
Cuando hablamos de década perdida, también lo ha sido en innovación, en investigación, en ciencia al servicio de la vida. Hemos expulsado muchísimo talento a otros países. Tenemos grandes investigadores que han decidido irse a otros países europeos o a Estados Unidos. Esto nos ha dejado vendidos y a la intemperie. Hay que cambiar el modelo productivo. Es frustrante ver cómo somos incapaces de producir nuestras propias vacunas. Es frustrante ver cómo acaban sometidas a la especulación del mercado. Y también me ha resultado muy frustrante ver a determinados políticos aprovechando su cargo público o la situación de supuesto privilegio que te da tener un cargo público para pasar por delante de nuestros abuelos, de nuestras abuelas y de los profesionales sanitarios que se están jugando la vida para cuidarnos y salvarnos a todos. Es de muy poca vergüenza. No solamente reprobable en términos morales, también es una manera de corrupción.
De cero a diez, o en términos de calificación, ¿qué nota le pone al Govern en lo que tiene que ver con la gestión de la pandemia?
No aprueba. Yo lo dejaría en que no aprueba. Ayer [por el domingo], en el debate [retransmitido en el Canal 24 horas de TVE], me quedé muy sorprendida del discurso triunfalista que hacía Pere Aragonés sobre la gestión de la pandemia. Estamos hablando, creo, de 7.000 ancianos muertos en las residencias, de que se llegó tarde al rebrote de Lleida, de problemas en la distribución de las ayudas. Pero esto tampoco tendría que servir para echarnos los números a la cabeza. Creo que todos los gobiernos lo han hecho lo mejor que han sabido y que han podido. Era claramente una situación inédita, complicadísima. Lo más frustrante fue ver cómo el Gobierno de la Generalitat utilizaba la pandemia como una herramienta de confrontación, en lugar de una herramienta de cooperación o un motivo para que en este tema pudiésemos ir todos a una.
El gobierno de coalición acaba de cumplir un año con no pocas tensiones, como sabe. ¿Está a salvo, a su juicio, la coalición? ¿Serán capaces Iglesias y Sánchez de sortear las diferencias y agotar la legislatura?
Estoy convencida. Teníamos muy claro que éramos fuerzas diferentes. Es decir, unas somos republicanas, los otros son monárquicos... Nadia Calviño, como comprenderá, no tiene nada que ver con Yolanda Díaz o con Pablo Iglesias. O con cualquier otro ministro o ministra de Unidas Podemos. Hay veces que incluso ministros y ministras del Partido Socialista también discrepan de determinados posicionamientos de otros ministros del Partido Socialista. Hay veces que las sensibilidades no solamente son entre partidos, sino que también cada uno tiene su criterio. Pero creo que hay un alto grado de responsabilidad, de saber que lo que estamos haciendo es lo que tenemos que hacer. Nadie dijo que fuese fácil, todo lo contrario. Gobernar siempre implica un desgaste, siempre es complicado y más en coalición, y más en pandemia. Pero teníamos claro que vinimos para esto y que si conseguimos que cambien algunas cosas para que mejore la vida de la gente de nuestro país, habrá valido la pena.
Solucionar el conflicto político ayuda a cambiar el clima del país y creo que eso es positivo
En su programa mantienen la apuesta por un referéndum. ¿Creen que con la pandemia y la crisis económica asociada a ésta es una urgencia? ¿Hablan de plazos?
Nunca hemos hablado de plazos. Nosotras siempre hemos sido las que hemos defendido el referéndum en Madrid, en Sevilla, en Cataluña... Cuando nos daban los votos y cuando no. Cuando otros partidos pensaban que ya era una pantalla pasada y cuando no. Ahora mismo tenemos una oportunidad en la mesa del diálogo y creo que la solución pasa por un acuerdo votado por los catalanes y las catalanas, un acuerdo fruto de la mesa del diálogo. No me gusta contraponer tema social, tema nacional porque entiendo que la realidad de cada persona es distinta. Creo que todos los conflictos y todas las crisis se tienen que solucionar y creo que además no son excluyentes, son complementarias. Solucionar el conflicto político ayuda a cambiar el clima del país y creo que eso es positivo.
¿Qué le parece la propuesta de Junts de declarar la independencia si el bloque que integran estos partidos obtiene más del 50% de los votos?
Me parece un error. Me pareció un error en su momento la vía unilateral. Me parece doble error querer repetir ese fracaso. El mismo Puigdemont dijo en su momento que tendría que haber convocado elecciones. No creo que haya mala fe, pero no sé si se les han acabado las ideas. En cualquier caso, Esquerra Republicana y la CUP han dicho que no lo comparten.
Hemos hablado antes del posible 'efecto Illa'. ¿Cree que va a haber un 'efecto Iceta'? ¿Cree que va a ser una pieza clave en esa agenda del reencuentro Gobierno-Govern de la que tanto habla Pedro Sánchez?
Soy escéptica con los efectos, porque los efectos son muy fugaces. Tendremos que ver cuál es la propuesta que hace. Le tengo cariño a Miquel Iceta, hemos compartido pasillo durante unos cuantos años en el Parlament y es una persona de trato muy agradable, pero yo creo que tiene que mojarse.
Confío en que Miquel Iceta tenga una cierta sensibilidad y premura a la hora de querer resolver el conflicto
¿En qué sentido tiene que mojarse?
Hay una verdadera crisis territorial que no solamente afecta a Cataluña. Él, como ministro, tendría que ponerse a la labor. Parece que la crisis territorial durante mucho tiempo se ha derivado a los tribunales y nadie se ha puesto verdaderamente con ella. Luego tuvimos una mesa de diálogo, donde conseguimos arrastrar al Partido Socialista, pero había una parte del Gobierno de la Generalitat, Junts per Cataluña, que no creía en ella.
Ahora tenemos la oportunidad, por un lado, de tener a gente en el gobierno central que crea en ella, y también en el Gobierno de la Generalitat, a partir del 14 de febrero. Creo que tiene que echar a andar con la máxima rapidez posible. Confío en que Miquel Iceta tenga una cierta sensibilidad y premura a la hora de querer resolver el conflicto.
¿Abogan ustedes por los indultos?
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Lo que queremos es la libertad de los dirigentes independentistas. Siempre decimos, además, que es una herida que tiene el país, no solamente los partidos independentistas. Será muy difícil que haya un diálogo real para una negociación y para un acuerdo con los dirigentes independentistas presos.
¿Cuál es su posición sobre la reforma del delito de sedición?
Es una propuesta nuestra. La hemos llamado más de una vez la vía Asens, porque es Jaume Asens, el presidente de nuestro grupo confederal, el que ha estado trabajando con expertos y con juristas en esta reforma. ¿Por qué nos gusta? No solamente tiene efectos retroactivos para los dirigentes independentistas, también nos sirve de cara al futuro para garantizar el derecho de manifestación. La sentencia del Tribunal Supremo hizo una interpretación rebuscada, retorcida, del tipo penal. Garantizamos que no se pueda volver a hacer esta lectura y, además, pone nuestro Código Penal a nivel de los estándares de otros países europeos. Es una reforma con la que salimos ganando en muchos aspectos.
Jéssica Albiach (Valencia, 1979) es la cabeza de lista de En Comú Podem a las elecciones catalanas del 14 de febrero. El cambio que Catalunya merecees su lema de campaña. Atiende a infoLibre el lunes 1 de febrero por videoconferencia, un día después del primer debate televisado entre candidatos y antes de protagonizar el acto de campaña de la tarde. Evita hablar de "tripartitos" en sentido estricto. Pero tiene claro que su formación debe intentar entrar en el futuro Govern: "Es importante estar donde se dan a los debates y donde realmente se pueden empujar las medidas".