Julio Rodríguez: "La corrupción en las Fuerzas Armadas es tan habitual como lo es en la sociedad"

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Hasta hace poco menos de tres años, Julio Rodríguez (Ourense, 1948) tenía una vida plácida. Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad) en el segundo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el general disfrutaba de su jubilación después de haber dejado el cargo en 2011 rubricando una larga carrera profesional en las Fuerzas Armadas. Pero el 19 de octubre de 2015 recibió la llamada de Podemos para incorporarse a sus listas para las elecciones generales de ese año, y tras una negativa inicial, terminó aceptando.

Así lo relata en el libro Mi patria es la gente (Península), una obra en la que el que es conocido como el "general de Podemos" cuenta cómo se produjo su ingreso en el partido y cómo, pese a fracasar en los dos intentos en los que trató de ser diputado, fue profundizando en sus estructuras hasta llegar a convertirse en secretario general de la formación en la ciudad de Madrid en diciembre del año pasado. Rodríguez lamenta que a España le falte "educación política" y asegura que las prácticas corruptas en las Fuerzas Armadas son "tan habituales como lo son en la sociedad". Y asegura que "toda persona demócrata considera que es mucho mejor que el jefe del Estado sea elegido democráticamente".

PREGUNTA: ¿Qué lleva a un general de cuatro estrellas, jubilado, con la vida resuelta, a entrar en Podemos y a presentarse como candidato a las elecciones?

RESPUESTA: Yo siempre me he considerado muy político, porque viví la ilusión de la Transición y he estado siempre muy informado aunque solo fuera para ejercer mi voto de manera más responsable. Y seguí con mucho interés en el nacimiento de Podemos porque me pareció un movimiento ilusionante, que hacía recuperar la ilusión por el debate político, que estaba un poco anestesiado. Y esa era mi vida política hasta que alguien se me acerca y me dice que habían pensado en mí para presentarme como candidato a diputado, a lo que inicialmente digo que no. Pero luego pensé "siempre he tenido tanta ilusión por la política y al final, cuando se me pide algo...", y me dije que tenía que dar un paso adelante, por sentido de la responsabilidad.

P: Usted cuenta en el libro que la persona que se le acercó para hacerle la propuesta fue Rafael Mayoral, y que cuando usted la rechazó no le dió motivos. ¿Cuáles fueron esas razones?

R: Estábamos muy cerca de las elecciones, y ya había habido elecciones primarias en Podemos. Me parecía que era entrar de manera poco democrática a las listas, aunque él me explicó que los estatutos establecían que se podía incorporar a personas de la sociedad civil sin primarias. Lo consulté con la familia y la reacción inicial fue la lógica: que para qué iba a meterme en ese jaleo, que íbamos a hasta a perder dinero tanto si hubiera sido elegido diputado como pasando a la reserva... Pero luego vi unas encuestas ese fin de semana en El País en las que Podemos volvía a bajar, recapacitamos un poco en familia y alguien dijo "haz lo que quieras", y aproveché esa brecha para dar el paso [risas].

P: Su entrada en Podemos generó una gran sorpresa habiendo sido usted Jemad en el Gobierno de Zapatero y muy próximo a la ministra Chacón. ¿Por qué Podemos? ¿Por qué no, si quería entrar en política, el PSOE?

R: Como cuento en el libro, a mí la ministra me decía de manera informal "Julio, tú me pasas por la izquierda". Es lógico es que la gente pensara que si tenía un cargo con un Gobierno del PSOE, lo más próximo a mí era el PSOE. Pero yo había votado a varios partidos de izquierdas: en las primeras elecciones voté al PCE, y también había llegado a votar al PSOE, y cuando apareció el 15M y luego Podemos me llamó mucho la atención, me pareció que daba frescura a la política frente a un PSOE que yo veía ya como un viejo partido. Mi voto ya lo había cambiado.

P. Usted ha fracasado en dos ocasiones en las elecciones generales. Es cierto que en las del 20D partía en un puesto más complicado para conseguir escaño [el número 2 por Zaragoza], pero en las del 26J se presentó liderando la lista de Almería y parecía claro que iba a ganar el acta. ¿Qué pensó cuando no lo consiguió?

R: Yo sabía cuando iba de número dos en Zaragoza que era muy difícil, porque se hizo una extrapolación de los resultados de las autonómicas y no son lo mismo unas autonómicas que unas generales. Pero cuando fui a Almería teníamos ya un diputado y lo habíamos conseguido sin IU, así que ahora parecía lógico conseguir representación. Fue una decepción no personal, sino para el equipo, que tenía la ilusión de que Almería tuviera un diputado con nombre, por así decirlo. Pero no estoy agarrado al puesto de diputado, estoy implicado con el proyecto, donde los compañeros crean que puedo hacer algo, y por eso acepté cuando me ofrecieron lo de Almería, porque yo con Zaragoza tenía un vínculo, había estudiado allí, pero con Almería no tenía ninguno, se me podía considerar un perfecto paracaidista.

P. Usted habla en su libro de la corrupción en el ejército. ¿Cómo valora que, como contamos en exclusiva en infoLibre, se haya condenado a dos años de prisión a dos tenientes coroneles por recibir dinero y regalos de empresas a cambio de contratos de Defensa?condenado a dos años de prisión a dos tenientes coroneles

R. Las Fuerzas Armadas salen de la sociedad, y tienen los mismos defectos que tiene la sociedad. Son tan machistas como la sociedad, y pueden ser igualmente corruptas, pero el problema fundamental es que les falta transparencia. Y también falta transparencia en lo relativo a la justicia militar. Es importante que, cuando haya corrupción, se detecte y se condene, y acabar con esa actitud de "estas cosas se resuelven dentro". 

P. ¿Son habituales este tipo de prácticas corruptas en las Fuerzas Armadas?

R. Tan habituales como son en la sociedad. ¿Por qué hay más corrupción, por ejemplo, en el sector inmobiliario? Porque hay más negocio, como en el sector del armamento o el farmacéutico. En el caso del sector del armamento, también depende de lo corrupto que sea el Estado: hay más ventas corruptas en el mundo árabe o africano que en el europeo, pero eso no quiere decir que en Europa no ocurra.

P. ¿A usted le han hecho propuestas, más o menos veladas?

R. Lo importante es decir la primera vez que no, y al regalo más pequeño, desde una cesta de Navidad a un libro. Y si alguien te lo da, dejar claro que eso es para todo el equipo.

P. Como Jemad, y así lo cuenta en su libro, tenía un trato más o menos habitual con la familia real, y afirma que hay que "afrontar" el debate sobre la monarquía. Se lo pregunto directamente: ¿es usted republicano?

R. Creo que toda persona demócrata considera que es mucho mejor que el jefe del Estado sea elegido democráticamente.

P. O sea, que sí lo es.

R. Sí. Ahora, yo no abriría el debate ahora mismo, porque no es el momento, a no ser que la monarquía obstruya el proceso democrático.

P. Pero nunca parece ser el momento para abrir el debate entre monarquía o república. ¿Por qué Podemos no lo hace?

R. Es verdad que inicialmente dijimos que, en mitad de la crisis económica, no era el momento de abrir el debate sobre la monarquía. Pero sí que hemos sido más críticos, por ejemplo, con la gestión en Cataluña, porque cuando alguien comete errores hay que decirlo.

P. Cambiando de tema, quería preguntarle también por la actualidad. Este jueves, Carles Puigdemont anunció que su elegido para ser el próximo president de la Generalitat es Quim Torra, y horas después aparecieron varios tuits suyos muy duros que han llegado a ser calificados incluso de xenófobos. ¿Qué opinión le merece la elección de Torra?president

R. Estamos en una época en la que hay que parece que hay que empezar a borrar tuits... Habrá que juzgarle por el papel que haga, porque no es lo mismo estar fuera de una institución que tener un papel institucional. Pero sí que parece que no es la persona más transversal, aunque con su elección por lo menos se cierra un proceso, habrá un presidente del Govern y según ha dicho hay posibilidad de empezar un diálogo.

P. Pero no es solo que no sea transversal, sino que tenía tuits con contenido que se ha llegado a calificar de xenófobo.

R. No he leído concretamente esos tuits, aunque con que ahora presentase sus excusas no estaría solucionado el problema. Pero hacer este análisis retroactivo... al final, vamos a tener que empezar a crear a nuestros jefes de Gobierno desde que nacen.

P. El CIS del pasado martes refleja un leve ascenso de Podemos, pero siguen ustedes siendo cuarta fuerza política y la izquierda parece estancada. ¿Por qué cree que ocurre esto?

R. El análisis del CIS deja claro que el bipartidismo ha acabado y que se han consolidado cuatro bloques. Podemos, aunque mucha gente lo había dado por acabado, se ha consolidado, pero es preocupante que la suma de las derechas se imponga a la de las izquierdas. Y habrá que analizar por qué, en una situación en la que la derecha tendría que estar más débil por la corrupción y demás, se produce ese fenómeno por el que la gente prefiere quedarse con lo malo conocido que con lo bueno por conocer. Pero yo creo que, pese a esa desconfianza que da un partido nuevo, inmaduro, con la gestión que estamos haciendo en los ayuntamientos nos estamos creando un cierto pedigrí de que somos capaces de gobernar.

P. Pero Ciudadanos también es un partido nuevo, sin pedigrí de gestión, y está consiguiendo no solo quitarle votos al PP, sino también al PSOE e incluso a ustedes. ¿Por qué?

R. La derecha ve que el PP, después de ocho años, es complicado que consiga gobernar otros cuatro y está buscando algo que le dé credibilidad a ese bloque. A lo que no le encuentro explicación es a que alguien que haya votado a Podemos vote a Ciudadanos, porque me parece falta de consistencia política. Y de ahí que crea que a este país le falta educación política.

P. Bueno, el cambio de Podemos a Ciudadanos es un cambio de voto que prima el eje de lo nuevo frente a lo viejo al eje izquierda-derecha.

R. Entiendo que se prefiera a alguien joven que a alguien gastado, a una persona nueva que a una persona vieja, pero habrá que ver el fondo político que tiene. Y mi tesis es que, cuanta más educación política haya, más progresista será la gente. No digo que más de izquierdas, pero irá más a la raíz de los problemas.

P. ¿Qué tiene que hacer Podemos, y la izquierda en general, para parar el ascenso de Ciudadanos? ¿Qué cree que les está faltando para generar un proyecto ilusionante?

R. Comunicar mejor. Estamos en una época en la que parece que calan mejor los mensajes simples, bueno-malo, independencia-no independencia, y es difícil comunicar en este mundo tan acelerado. Creo que hay que insistir otra vez en el tema de la educación, tenemos que profundizar más en la raíz de los problemas.

P. Decir que falta educación política para explicar malos resultados, ¿no es como decir que la gente vota mal?

R. No digo que la gente vote mal. Me parece muy positivo que Podemos haya resucitado el debate político, pero eso requiere tiempo. Yo acuso a la anestesia política que ha habido en la época de crecimiento económico, desde los años 90 al inicio de la crisis, eso es un gap que se ha producido de debate político que ha afectado a algunas generaciones y que es transversal. Ahora, la gente cada vez aprende más, escucha más, y surgen movimientos transversales como el de las pensiones o el feminista que eran inimaginables hace cinco o diez años. Pero pienso en mi hija de 15 años, que dentro de tres años va a votar, y en sus amigas y sus amigos, y no digo que hablen de política, pero es que ni siquiera están interesados por algunos temas políticos.

P. Pero siempre ha habido gente poco ideologizada, y la que hay ahora podría votarles a ustedes y, en lugar de eso, parece que votaría más a Ciudadanos. ¿Por qué?

R. La estrategia del miedo cala: "Ojo, que van a venir estos".

P. Con la perspectiva que da el tiempo, y viendo cómo ha derivado la situación en Cataluña y el ascenso de Ciudadanos, ¿cree que fue un error no apoyar la investidura de Pedro Sánchez tras el 20D?

R. No [tajante]. La derecha tenía claramente el objetivo de que Podemos no entrara en el Gobierno, había miedo por parte de los viejos partidos a que fuerzas nuevas entraran en el Gobierno, como si fueran a levantar las alfombras. Eso lo reconoció Pedro Sánchez en Salvados, lo reconoció Begoña Villacís cuando dijo que consiguieron que Podemos no entrara en el Gobierno, y eso demuestra que lo que llamábamos la gran alianza existía.

P. Pasando a cuestiones internas, en Podemos Comunidad de Madrid están celebrando ahora mismo primarias para escoger su candidato para 2019. Como secretario general del partido en la ciudad de Madrid, ¿qué le parece que la lista pactada por Íñigo Errejón y Ramón Espinar no incluya a los anticapitalistas?

R. Me parece una pena, porque creo que nos hacen falta todas las fuerzas, pero es una decisión que han tomado ellos...

P. También es verdad que se les ofrecieron pocos puestos teniendo en cuenta que son una corriente importante en la Comunidad de Madrid,.

R. Su decisión fue muy anterior a que se abriera ningún proceso de negociación. Parecía claro que ellos iban a presentarse con su propia lista y, al final, decidieron que no, yo creo que por táctica.

P. El pacto terminó firmándose después de una semana de fuertes tensiones por las diferencias públicas entre Íñigo Errejón y Ramón Espinar e incluso el amago de Errejón de no presentarse. ¿Cree que el candidato actuó bien? terminó firmándose

R. Personalmente creo que no, aunque lo importante es que se resolvió con rapidez. Yo soy partidario de que haya transparencia, pero otra cosa es que se utilicen los medios mientras se está en el proceso de negociación.

P. Durante esos días también se conoció el documento de Carolina Bescansa planteando una alianza con Errejón para alcanzar la Secretaría General de Podemos. ¿Cómo lo valora?el documento de Carolina Bescansa

R. Desde mi punto de vista, fue un error individual, y la prueba es que por las dos partes se zanjó inmediatamente. Creo que fue un error.

P. Pero, ¿no es un proyecto lícito, aunque se haga en términos tan duros, querer disputar la secretaría general en un partido como Podemos, que presume de democracia interna?

R. El debate sobre el acceso a la Secretaría General claro que puede hacerse, pero este no era el momento.

P. El planteamiento de Bescansa tampoco era para este momento, sino que se planteaba disputar el liderazgo en el próximo congreso.

R. Pero ahora estamos hablando de unas primarias, y por eso creo que era un error de planteamiento que ha quedado zanjado por Íñigo Errejón y por Pablo Iglesias.

P. Hace seis meses le pregunté y me dijo que consideraba "negativo" que se hubiera roto tantas veces esta legislatura la disciplina de voto en Ahora Madrid. Como normalmente son concejales de Ganemos e IU los que votan contra la directriz del grupo, ¿cuenta con ellos para la próxima lista?

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R. Nosotros creemos que tenemos que hacer una coalición de fuerzas porque no nos sobra nadie. Mi intención es contar con todo el mundo, pero con unas reglas de juego que establezcan lo que es una coalición y no es un partido instrumental.

P. Sí, pero no le pregunto por eso, sino por la composición de la lista. En las primarias de Ahora Madrid para 2015 se utilizó un sistema de votación que dio como resultado una lista muy plural, pero que ha tenido problemas para ponerse de acuerdo en algunos asuntos. Y por eso le pregunto si cree que esta vez hay que utilizar un método de votación de corte más mayoritario.

R. Lo que es importante ahora es fijar una coalición de fuerzas, y que cada uno tenga el peso político que le corresponda sin que eso termine siendo un totum revolutum. Y el sistema que se elija tiene que ser en función de esa premisa.

Hasta hace poco menos de tres años, Julio Rodríguez (Ourense, 1948) tenía una vida plácida. Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad) en el segundo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el general disfrutaba de su jubilación después de haber dejado el cargo en 2011 rubricando una larga carrera profesional en las Fuerzas Armadas. Pero el 19 de octubre de 2015 recibió la llamada de Podemos para incorporarse a sus listas para las elecciones generales de ese año, y tras una negativa inicial, terminó aceptando.

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