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'CASO KOLDO'

Koldo se alinea con Ábalos y rechaza el relato de Aldama: niega el cobro de mordidas y el amaño de contratos

Koldo García, tras declarar este martes al Tribunal Supremo ante el juez.

Koldo García da explicaciones por primera vez en sede judicial. El que fuera hombre fuerte del exministro José Luis Ábalos ha prestado declaración este martes en el Tribunal Supremo en el marco de la investigación abierta tras la Operación Delorme —el popularmente conocido como caso Koldo—. Durante casi tres horas, el exasesor ha rechazado las acusaciones vertidas por el conseguidor de la trama, Víctor de Aldama. Así, ha negado el cobro de comisiones, tanto por su parte como por la del exministro, al que ha desvinculado de los contratos de material sanitario que se encuentran bajo la lupa judicial. Y no ha reconocido como suya la letra que figura ni en el listado de las supuestas pre-adjudicaciones de obra pública ni en el manuscrito con el que Aldama trata de probar unos supuestos amaños en las adjudicaciones de obra pública que el Ministerio de Transportes niega.

García se ha sentado ante el magistrado instructor del caso en el Supremo, Leopoldo Puente, apenas veinticuatro horas después de que el considerado conseguidor de la trama compareciese ante el Alto Tribunal, declaración en la que el empresario lo situó como su "línea directa" con el Gobierno y, sobre todo, con Ábalos cuando se encontraba al frente del Ministerio de Fomento. Y pocos días después de que el exministro descargase sobre él en el Supremo buena parte de la gestión de los contratos para la compraventa de material sanitario que en pandemia se adjudicaron a Soluciones de Gestión y que se encuentran en el origen del caso.

La comparecencia del exasesor ha comenzado, según fuentes jurídicas presentes en el interrogatorio, por el principio, por su vinculación con el exministro. "Le llevaba a los mítines, le cogía el maletín, era su asesor personal", ha descrito. En definitiva, ambos tenían una "relación de confianza". Tras eso, el instructor ha empezado a profundizar en las adjudicaciones a Soluciones de Gestión. Aseguró que él no eligió a la adjudicataria y negó saber por qué motivo se eligió a la misma si hubo otras ofertas. Ha reconocido que a él le llegaban ofertas "por correo electrónico" y a través de "sobre" debido a los contactos que hizo en pandemia para saber cómo obtener material sanitario. Pero que él se las pasaba al "subsecretario y a los técnicos".

García, de hecho, ha venido a apuntalar parte de la declaración que sobre este asunto hizo el propio Ábalos. Durante su comparecencia ante el magistrado Puente, el exministro aseguró que él no eligió a Soluciones de Gestión y que supo de esta adjudicación cuando se "resolvió". "No entré en nada", lanzó en sede judicial. Y el exasesor, a preguntas del fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón, ha insistido en este extremo al asegurar que él no envió al entonces ministro las ofertas que recibía en relación a la compraventa de material sanitario porque el mismo "no se encargaba de estas cosas". "Se lo envié al subsecretario y a los técnicos", ha reiterado.

No reconoce el manuscrito

La comparecencia de Koldo García se tornaba clave para corroborar buena parte de las últimas acusaciones lanzadas por Aldama. Al fin y al cabo, él habría sido, siempre según el testimonio del conseguidor, quien le facilitó "en su despacho" el listado de "obra pública preadjudicada" que el empresario envió a comienzos de diciembre al Tribunal Supremo o quien le hizo llegar el supuesto manuscrito que este lunes aportó como una suerte de prueba de un amaño de adjudicaciones de obra pública por las que la trama se habría repartido hasta cuatro millones de euros en comisiones. 

Pero el exasesor lo ha negado todo. Sobre el listado, ha dicho que ese tipo de documentos, que forman parte de los Presupuestos Generales del Estado, los ha visto "muchas veces" porque estaban en el Ministerio de Transportes, pero "nunca subrayados", en referencia a las marcas a dos colores que figuran en los papeles aportados por Aldama y que, siempre según el testimonio del conseguidor, indicarían "contratos públicos ya pre-adjudicados" –resaltado en rosa– o "posibles adjudicaciones" –resaltado en verde–. "¿La letra es suya?", ha preguntado el magistrado en relación a un par de apuntes que figuran en esos documentos. "No", ha respondido el exasesor.

Esta relación ha sido analizada en los últimos días por el Ministerio de Transportes. En concreto, se han estudiado tanto las licitaciones que se incluyen relativas a Adif como aquellas que corresponden a la Dirección General de Carreteras. Una investigación que ha terminado cristalizando en dos informes en los que no se detecta irregularidad alguna. De hecho, en los mismos se señala que el listado aportado por Aldama incluye proyectos que ni siquiera se han llegado a licitar y expedientes que fueron tramitados por los antecesores y la sucesora de Ábalos en el departamento.

Tampoco ha reconocido como suyos los apuntes que figuran en el manuscrito que Aldama aportó ayer en el Tribunal Supremo como prueba del supuesto amaño de contratos de obra pública. Una nota a la que el actual ministro de Transportes, Óscar Puente, restó valor en sus redes sociales: "Habla de seis obras supuestamente adjudicadas a cambio de mordidas. El resumen es el siguiente: una de las seis no se ha licitado a día de hoy, otra fue licitada cuando Ábalos ya no era ministro, tres fueron adjudicadas a la oferta económica más baja y una fue adjudicada a la oferta técnica mejor puntuada".

García ha negado, además, el cobro de comisiones. La Guardia Civil sostiene en sus informes que el exasesor recibía periódicamente pagos en metálico. Y lo hace en base a una serie de indicios. Por un lado, ponen sobre la mesa una nota que Aldama creó en su teléfono móvil "donde parece reflejar un desglose de gastos" en el que aparece "Grandu 11.500". Por otro, se apoyan en una nota manuscrita encontrada en el registro de la casa de García en la que, bajo el título "ingresos", figuran anotaciones como "metálico 10.000".

Niega el cobro de comisiones

El exasesor, sin embargo, no se ha reconocido como "Grandu". Y no ha sabido dejar claro a qué se referían los apuntes reflejados en ese manuscrito incautado junto a la fecha "23-01". "Tendría que verlo bien", ha lanzado. El jefe de Anticorrupción trató de incidir en lo que la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil ha calificado como "notable" incremento patrimonial entre los años 2020 y 2022. Sin embargo, García no ha aportado demasiada luz. El fiscal le ha pedido que explique "de cabeza" por qué se dispararon los ingresos. "Usted tiene esa capacidad, pero yo no", ha respondido el exasesor.

Del mismo modo, ha sostenido que nunca tuvo conocimiento de que su exjefe cobrase mordidas. "¿Repartió dinero de un sobre con Ábalos?", ha cuestionado el abogado del exministro. "No", ha sido la respuesta. Algo que contrasta con lo que dijo Aldama en sede judicial. "Repartía sí o sí. Porque además a mí me consta que alguna de las veces que yo estaba en el ministerio le entregaba al señor Ábalos y lo he visto", aseguró el conseguidor durante su comparecencia en la Audiencia Nacional.

A lo largo de aquella declaración, tras la que fue puesto en libertad, el empresario también trató de implicar en el cobro de comisiones a varios cargos del PSOE y el Gobierno. Algo en lo que se ratificó, aún sin aportar ninguna prueba sólida al respecto, esta semana en el Supremo. Así, mencionó 15.000 euros entregados al secretario de Organización socialista, Santos Cerdán, en relación con una adjudicación. Y 25.000 euros en efectivo que se dieron a Carlos Moreno, jefe de gabinete de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el marco de unas gestiones para un aplazamiento tributario.

En ambos casos, describió la misma operativa. García y él se reunían con la tercera persona en un bar y el primero le hacía entrega del sobre con dinero. Pero este martes, el exasesor lo ha negado todo. Así, ha desmentido los pagos. E incluso, en el caso de Cerdán, ha dicho que "nunca" han coincidido los tres en un bar. Un extremo que, sin embargo, no ha negado con tanta rotundidad para referirse a Moreno. Preguntado por si tenía citas tanto con él como con el conseguidor de la trama, ha dicho que "no sabe" si "una vez" se encontró en una cafetería con Moreno y, "de casualidad", también con Aldama.

Otras contraprestaciones

Por el momento no ha habido ninguna investigación sobre el patrimonio de Ábalos que permita comprobar si hubo un incremento injustificado que coincidiese con el funcionamiento de la supuesta trama. Sin embargo, la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil sí ha recogido en sus informes algunas supuestas "contraprestaciones" que el exministro habría recibido por sus gestiones. Por un lado está el chalet de La Alcaidesa, un inmueble que el comisionista habría adquirido para uso y disfrute del ministro. Por otro, los pagos por más de 82.200 euros que Aldama hizo valiéndose de "personas y sociedades bajo su control" del alquiler de un piso de lujo en el que residía la entonces pareja sentimental de Ábalos.

Sobre lo primero, García ha asegurado que hizo gestiones relativas a la primera casa, pero ha negado ninguna irregularidad: "Era de alquiler para verano". Una versión similar a la dada en sede judicial por su exjefe. En cuanto al comisionista, ha dicho que recurrió a él porque "tenía más conocimiento sobre el mercado". En relación con el piso de lujo, sostuvo que se trataba de un piso de empresa en el que la dejaban pernoctar y de cuyo pago se encargaba un socio de Aldama. Pero surgió un "inconveniente", éste se desentendió y el exasesor tuvo que completar el abono con dinero de su hija. No obstante, ha dicho que no cree que Ábalos supiera cómo se estaba pagando ese inmueble.

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Del mismo modo, García ha sido preguntado por la contratación de la que fuera pareja del exministro en Inecco. En este sentido, como ya hiciera Ábalos la pasada semana ante el magistrado instructor, ha sostenido que fue su hermano Joseba, que también trabajaba en la empresa pública, el que facilitó ese fichaje porque en el puesto que iba a desarrollar era necesaria una persona "de confianza".

La defensa de Ábalos intenta restar credibilidad al relato de Aldama

La defensa del exministro también ha movido ficha en las últimas horas con la intención de restar credibilidad al testimonio dado en sede judicial por el considerado “nexo corruptor” de la trama. Así, ha registrado un escrito en el que recoge hasta 25 contradicciones de Aldama en su comparecencia en la Audiencia Nacional, una declaración tras la que fue puesto en libertad. En el mismo, por ejemplo, niega que el viaje que hizo Ábalos a México en febrero de 2019, apenas unas horas después de que se tomara la famosa fotografía de Aldama con Pedro Sánchez, lo organizara el empresario. "El viaje se preparó desde el ministerio por quien en ese momento era asesor internacional del gabinete", señala el escrito, que niega que el comisionista formara parte de la "delegación oficial" que viajó a aquel país.

Sobre la presencia del conseguidor en el acto socialista en el que se fotografió con Sánchez, el escrito sostiene que Ábalos no le invitó: "La entrada era libre". "No reconozco, por imposible, que el presidente agradeciera a Aldama ninguna colaboración respecto a las relaciones con México, por cuanto estas se canalizan a través de los órganos del Estado para las relaciones exteriores", sentencia.

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