Otro proceso electoral y mismo dilema en la izquierda: cómo se materializa la convergencia. IU apuesta por la unidad popular, la confluencia de formaciones y plataformas sociales sin que ningún actor hegemonice el espacio. Pero Podemos no está dispuesta, y ya ha advertido de que su marca es el "paraguas" del cambio. La federación discrepa de ese planteamiento. Y lo recalcaron hoy tanto Cayo Lara como el candidato a la Moncloa, Alberto Garzón. "No aceptamos que nadie imponga cómo se hace la suma", en palabras del coordinador.
Este domingo IU convocó su máximo órgano de dirección, el Consejo Político Federal, que integran 248 miembros. Para apuntalar la estrategia hacia las generales defendida por Garzón y para zanjar el conflicto con la organización madrileña, procediendo a su expulsión (desfederación o desvinculación), que al final se aprobó. Pero la reunión arrancó, como siempre, con la defensa del informe político del coordinador, en el que planteó las líneas rojas de IU de cara a la convergencia y donde volvió a dar vueltas a si la marca ha de estar o no en la papeleta.
"No tenemos un problema de siglas. No hay un problema de siglas. Lo único que pedimos es respeto a esta organización, como nosotros respetamos a los demás actores que quieren provocar el cambio necesario en este país. Jamás le hemos dicho nunca a nadie que tiene que dejar su ADN, su sigla en el camino –enfatizó–. Estamos reivindicando respeto para nosotros, el mismo que profesamos a los demás. Queremos sumar, y no aceptamos que nadie imponga cómo se hace la suma. La suma debemos decidirla todos los actores del cambio. Es un principio mínimamente democrático que esta organización tiene que defender".
Un mensaje que reprodujo en estéreo Garzón: la unidad popular, "el único camino" para evitar que se "consolide el neoliberalismo y el capitalismo más salvaje". La confluencia se construye, dijo, de forma "participativa, por abajo, de forma cooperativa, colaborativa, sin que ninguna fuerza cometa el error estratégico de querer imponer la fórmula de la unidad popular".
167 alcaldías de IU en toda España
Lara replicó en buena medida el discurso que enhebró hace una semana, en la reunión de la Presidencia Federal. La constatación de los "malos resultados" de las autonómicas –salió de cuatro de los ocho parlamentos en los que estaba (Madrid, Valencia, Extremadura y Murcia), bajó su representación en Aragón y Navarra y aguantó en Asturias y Castilla y León–, "injustos" para el líder, por el "buen trabajo" desplegado estos años. En contraste, los buenos datos de las municipales. El coordinador enfatizó que IU sigue siendo la tercera fuerza en los ayuntamientos, y que de hecho el 24-M obtuvo "los segundos mejores resultados" en las locales de toda su historia, después de los de 1995. Un hecho que "sí tiene mucha importancia".
Así que IU tiene "más concejales, más alcaldías" y el símbolo por excelencia, Zamora, que tiene ya un regidor de la federación, Paco Guarido. Lara llamó a "sacar pecho" del hecho de que ahora IU tenga "un 25% más de alcaldías" que en el mandato 2011-2015, y haya duplicado su representación en las diputaciones provinciales. Además, en el 90% los cerca de 300 ayuntamientos en los que PSOE e IU tenían que ayudarse para sacar adelante Gobiernos de progreso se ha cumplido la directriz de llegar a un acuerdo, el "mayor nivel" en años. Según los datos provisionales facilitados por la dirección, tras la jornada de constitución de los ayuntamientos de este 13-J, cuenta con regidor en 167 municipios de toda España.
El coordinador volvió a reconocer el buen comportamiento de las candidaturas de unidad popular, "incluso en Madrid", pese a que IU, oficialmente, nunca respaldó a Ahora Madrid. La federación sí ha participado en las listas de Barcelona en Comú, Zaragoza en Común o en las mareas gallegas. Aunque, según Lara, se perdió la "batalla de la comunicación", porque esas planchas se adjudicaron directamente a Podemos. Garzón también incidió en el "hito espectacular" que supuso el 24-M. "Allí donde se ha doblegado de forma más bella y poderosa al bipartidismo y se ha abierto la puerta ha sido en aquellos lugares donde se han construido las candidaturas de unidad popular", subrayó. Un momento "histórico", porque "la gente sencilla" ha conquistado el poder en urbes como Barcelona, Madrid, Santiago, Zaragoza o Zamora.
Las bases "tendrán la última palabra"
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Lara reiteró que ninguna fuerza por sí misma puede ser "palanca del cambio", ninguna puede "garantizar el proceso de trasformación social", como tampoco puede haber "gallos en el gallinero". La receta, pues, es extender el "ejemplo de la mejor convergencia al resto de procesos electorales en una alternativa constituyente". Para ello, han de culminarse tres objetivos, a su juicio: "Unidad interna, propuesta de gobierno y trabajar todos en la misma dirección", "como una piña". IU atesora, dijo, su trabajo durante años, la "solvencia probada de tantas iniciativas" y de su labor en las calles. "Que nadie diga que esta organización no lleva luchando, especialmente desde que empezó la crisis, de manera rotunda". Lara recordó que a comienzos de su mandato, en 2008-2009, acudió a muchas manifestaciones con la "soledad" de su organización.
Garzón llamó a construir de forma "participativa" la unidad popular. Y el primer paso es ponerse de acuerdo en los programas. "Es ilusionante porque sí se puede", el grito que es escuchaba en el 15-M, que ha florecido el 24-M y que ahora se puede llevar a las generales. Lara advirtió, como hiciera en la Presidencia de la semana pasada, de que las "bases tendrán la última palabra" sobre el proceso de convergencia. Pero resaltó que IU es una "pieza fundamental", por mucho que la quieran "ningunear" y por mucho que haya una "ofensiva clara" para que pueda "desaparecer", "el sueño dorado de muchos".
El debate del Consejo, no obstante, quedó monopolizado por la desvinculación con IU-CM, aprobada por una mayoría del 70,19%. Un respaldo aún mayor recibieron los otros dos documentos. El informe de Lara, 117 votos a favor (81,82%), 17 en contra y 9 abstenciones. Y el texto de Garzón sobre la unidad popular, 124 síes (86,71%), ningún no y 19 abstenciones (las de Izquierda Abierta). Un empujón clave para su candidatura a la Moncloa.
Otro proceso electoral y mismo dilema en la izquierda: cómo se materializa la convergencia. IU apuesta por la unidad popular, la confluencia de formaciones y plataformas sociales sin que ningún actor hegemonice el espacio. Pero Podemos no está dispuesta, y ya ha advertido de que su marca es el "paraguas" del cambio. La federación discrepa de ese planteamiento. Y lo recalcaron hoy tanto Cayo Lara como el candidato a la Moncloa, Alberto Garzón. "No aceptamos que nadie imponga cómo se hace la suma", en palabras del coordinador.