Conflictos en IU
IU planea expulsar hoy a la federación madrileña
Ya no parece haber vuelta atrás. Izquierda Unida-Comunidad de Madrid (IU-CM) está a punto de ser expulsada de la organización federal. Se corta así por lo sano de un conflicto envenenado desde hace meses y al que no se había querido meter mano de forma tajante con la esperanza de que las posiciones encontradas se pudieran reconducir. Pero IU ya ha comprendido que su guerra interna con Madrid es un "lastre" del que hay que desprenderse lo antes posible.
Y ese momento será este domingo. En la reunión del Consejo Político Federal (CPF) convocada a partir de las 10.30 de la mañana en la sede nacional, en la calle del Olimpo de la capital. El máximo órgano de dirección, que componen más de 220 miembros, tendrá la última palabra sobre qué hacer. Pero todos los caminos, por ahora, según las fuentes consultadas por infoLibre, conducen al mismo lugar: que habrá desfederación. Técnicamente, se baraja el nombre de "desvinculación", pero reportaría los mismos efectos: dejar de reconocer a IU-CM como su referente en la Comunidad de Madrid. Romper con ella. Sus 5.000 militantes, si quisieran mantener el carné de IU, tendrían que volver a pedir la afiliación.
El pasado 5 de junio, la Presidencia Federal de IU –el escalón inmediatamente anterior al CPF, que integran una setentena de dirigentes– aprobó por un 74,58% una propuesta de resolución presentada por el coordinador del órgano y secretario general del PCE, José Luis Centella. Con ella, se ordenaba al secretario de Organización, Adolfo Barrena, que trabajara en una solución técnica y la trasladase este domingo. "IU-CM no puede seguir así. Es necesario adoptar medidas urgentes", decía el texto, para que los militantes no vivan "en un conflicto permanente". Y para que se inicie "una nueva etapa en la historia de IU en Madrid".
La última semana no ha hecho sino aquilatar una de las opciones que siempre estuvo encima de la mesa, la desfederación, y que de hecho Cayo Lara logró frenar en enero, cuando el choque entre la cúpula regional y los críticos comenzaba a hacerse insostenible. Barrena ha intercambiado impresiones con el secretario de Servicios Jurídicos de la ejecutiva, Enrique Santiago, un dirigente madrileño muy enfrentado a la cúpula autonómica. Este le subrayó que la otra alternativa menos drástica, la intervención –o sea, la puesta en marcha de una gestora–, no está prevista en los estatutos y tendría difícil encaje. El caso madrileño recuerda a lo que ocurrió hace unos años en el País Vasco: IU dejó de reconocer a Ezker Batua y pasó a situar como su espejo en Euskadi a Ezker Anitza-IU.
Paños calientes o cortar de cuajo
A ello se suman otras razones más políticas. El sector más enfrentado con IU-CM, encabezado por Alberto Garzón, considera que el tiempo de los paños calientes ya pasó, y que sólo una solución tajante permitirá encarrilar con tranquilidad el camino hacia las generales, en las que el gran proyecto estratégico, y sello del candidato a la Moncloa, es alcanzar la unidad popular, que rechaza la dirección autonómica.
Barrena se reunió el miércoles y jueves con cinco de los seis integrantes de la Comisión Política que gobierna IU-CM hasta su asamblea regional extraordinaria. El primer día, acompañado por el propio Lara, y el segundo con la secretaria de la Presidencia Federal, Lola Sánchez, mujer de la total confianza del coordinador y de Centella.
La conclusión que extrajeron los interlocutores madrileños fue clara: que IU federal estaba dispuesta a proceder a la desfederación, y que iba a crear un contenedor nuevo, una marca nueva que sirviera para acoger a los militantes que quieran mantener su carné y aquellos otros como Jorge García Castaño o Mauricio Valiente –hoy concejales de Ahora Madrid en la capital– que se marcharon antes de los comicios tras un fuerte choque con la cúpula. La Comisión Política ya avanzó que, de aprobarse la desfederación, acudiría a los tribunales para evitar su "liquidación". Un dato nada menor es que IU-CM cuenta con personalidad jurídica propia, hecho que hizo valer en las pasadas elecciones para presentar su lista al Ayuntamiento de Madrid aun sin el respaldo de la dirección federal o para administrar sus recursos económicos en la campaña sin contar con Olimpo.
"Si nos desfederan es porque somos incómodos para el proyecto de Garzóndesfederan . Porque de lo contrario no lo harían. No hay razones para hacerlo ahora mismo, y menos antes de unas generales. Esto no soluciona nada. Habrá dos estructuras. Sólo contribuirá a dividir en dos la organización", señalan a este periódico desde la dirección provisional madrileña, que insiste en que la solución es resolver las diferencias con una asamblea regional extraordinaria. "Pero la cúpula del PCE ya ha dicho que no quiere asambleas en ningún territorio antes de las elecciones".
Espacio Plural, el sector madrileño apegado al dirigente Julián Sánchez-Vizcaino, aun reconociendo la necesidad de "regenerar" IU-CM, discrepa de la "ruptura unilateral del pacto federal" y duda de que sea una alternativa factible. "Esa fórmula no es posible, simplemente porque no existe", porque no la contemplan los estatutos. En una carta abierta a los afiliados, apuesta por una comisión gestora mixta regional-federal que conduzca a la organización hacia la asamblea extraordinaria.
El proyecto de la unidad popular
Subraya que no se resuelve nada con una "decisión administrativa". "Quienes insisten en medidas de ordeno y mando no están buscando la superación de la confrontación y la generación de un nuevo ambiente de acción política, sino la perpetuación de los problemas para justificar la creación de nuevos actores políticos como aparece en documentos de Cambiar Madrid", la plataforma nucleada en torno al Partido Comunista de Madrid y que agrupa a los críticos con la dirección regional y partidarios de la convergencia.
Izquierda Abierta, que en los últimos meses se ha mostrado comprensiva y cercana a los argumentos de IU-CM, también desaprueba la posibilidad de una desfederación. Cree que es el momento de la política, y no de "soluciones administrativas" que puedan resquebrajar más aún IU.
"Es que ya no es momento de gestoras, ni de intervenciones. El problema de IU-CM es que no ha sabido entender el momento político. No quiso confluir con Ahora Madrid. Y el 24-M ha demostrado que nuestra línea política es la adecuada, y no la suya –esgrimía este sábado una responsable de la ejecutiva de Lara próxima a Garzón–. Hay que cortar de raíz, y punto. Que ahora tome el control la dirección federal permite que se empuje desde Madrid hacia la unidad popular".
El candidato a la Moncloa ha llamado a la convergencia con los demás agentes de la izquierda para construir, todos juntos, un nuevo sujeto político, superador, en el que ninguna fuerza haga valer su "hegemonía" sobre las demás. Considera que el 24-M enseñó que la experiencia a seguir debe ser la de Ahora Madrid, Barcelona en Comú, Zaragoza en Comú o las mareas gallegas. Porque ninguna formación por sí misma garantizaría el cambio. Unas tesis que se han acabado imponiendo en el seno de IU –su documento fue aprobado por un arrollador 91%– y convenciendo al propio Lara. Equo, el primer interlocutor de Garzón, también se mostró de acuerdo con este planteamiento. Pero Podemos, pese a un cierto debate interno, ya ha insistido en que su propósito es presentarse a las generales con sus siglas, ofreciendo a los que quieran que se integren.
Una enorme deuda a cuestas
La probable desfederación de IU también deja una duda: qué pasa con la enorme deuda que tiene a sus espaldas la federación madrileña, de casi dos millones de euros, con Hacienda y la Seguridad Social. Algunos miembros de IU federal sostienen que Olimpo no tiene por qué hacerse cargo del agujero, porque "no lo creó" y porque esa deuda "la contrajo IU-CM, con su CIF, usando su personalidad jurídica propia". Desde la cúpula regional se contrapone que las cuotas de sus militantes también revierten en la estructura federal.
La batalla con Madrid tiene como punto de arranque el estallido del escándalo de las tarjetas blacktarjetas black, el pasado octubre. Aunque los titulares de los plásticos de Caja Madrid ya no tenían carné, desde dentro de IU se exigía que rodaran cabezas por el papel que jugó la federación en la gestión de la entidad financiera. Y se señaló directamente a dos excoordinadores: Ángel Pérez y Gregorio Gordo, portavoces en el Ayuntamiento y la Asamblea de Madrid hasta esta semana. Ambos fueron expulsados por IU federal, pero IU-CM no los desalojó de sus cargos. El conflicto se encadenó con las consecuencias de las primarias internas para las elecciones del 24-M. La apuesta clara por la confluencia de los dos vencedores, Tania Sánchez y Mauricio Valiente, chocó con la actitud de la cúpula regional, y al final acabaron marchándose.
El corolario fue la confrontación por las listas. La Presidencia Federal no respaldó a la candidata que nombró IU-CM en sustitución de Valiente, Raquel López. Sí al aspirante autonómico, Luis García Montero. El 24-M, ninguno logró representación, algo que jamás había ocurrido desde la vuelta de la democracia. En el Ayuntamiento de Madrid, la plancha de López obtuvo el 1,71% de los votos, por debajo incluso de UPyD. Y en la Asamblea, García Montero cosechó un 4,16%. En los dos casos, por debajo del 5% necesario para acceder al reparto de escaños.
Domingo crucial para el futuro de IU. Un Consejo Político que arrancará con la defensa, por parte de Lara, de su informe político, y que seguirá con la exposición de la apuesta por la unidad popular de Garzón. Después, el debate a puerta cerrada y la solución final, la de apartar Madrid. Salvo que haya sorpresas, que en Olimpo nunca son del todo descartables.