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La llegada de migrantes a la frontera sur de España se triplica en 2017

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La llegada de migrantes a las costas andaluzas en 2017 prácticamente se ha triplicado con respecto a 2016. El pasado año llegaron a las costas de las cuatro provincias litorales andaluzas, Almería, Cádiz, Granada y Málaga, un total de 17.431 personas a bordo de 795 embarcaciones, según datos de Salvamento Marítimo facilitados a infoLibre por la Delegación del Gobierno central en Andalucía. Esto supone un incremento del 182,2% en el número de migrantes "rescatados" en 2016, que fueron 6.175, añade el Gobierno. La subida en el número de embarcaciones es del 92,5%. En 2016 fueron 413.

El fenómeno es revelador del fracaso de las políticas de contención y represión. Organizaciones que analizan el fenómeno migratorio, como Andalucía Acoge o la Asociación Pro Derechos Humanos (Apdha), coinciden en que las restricciones a la llegada de migrantes en el Mediterráneo central y Oriental, en virtud de los acuerdos alcanzados con países como Turquía y Libia, explican este incremento en la frontera sur. España en su conjunto continúa siendo comparativamente un destino secundario de la migración, según los estudios de la Organización Internacional para las Migraciones. La presión migratoria sobre las costas andaluzas es mucho menor que sobre Grecia o Italia. Pero va a más.

La evolución de los datos es elocuente. En 2012 fueron rescatados en la costa andaluza 3.323 migrantes; 2.133 en 2013; 3.194 en 2014; 3.369 en 2015; 6.175 en 2016; y 17.431 en 2017, con datos cerrados a 28 de diciembre de 2017. Las provincias que más migrantes recibieron en 2017 fueron Cádiz (5.866) y Almería (5.497), por delante de Granada (3.842) y Málaga (2.226).

El acuerdo de la Unión Europea con Turquía en marzo de 2016 para deportar allí a los refugiados que llegaran a Grecia, considerado por asociaciones defensoras de derechos humanos un pacto contrario a los principios fundamentales de las democracias europeas y de la propia UE, supuso un punto de inflexión. El interés de Grecia disminuyó. La estrecha –y muy criticadacolaboración de la UE con la Guardia Costera de Libia para frenar también la migración hacia Italia es otro factor considerable. El incremento se produce en medio de un creciente cuestionamiento de la política migratoria europea y española, especialmente a raíz de la reclusión de migrantes en Archidona (Málaga).

"Le quieren poner vallas al campo, y eso es imposible. El incremento es consecuencia del mayor control en el Mediterráneo central, con travesías cada vez más peligrosas en aquella zona", señala José Luis Rodríguez Candela, coordinador del equipo jurídico de Andalucía Acoge. El resultado es un desplazamiento de la presión hacia el Mar de Alborán y el Estrecho de Gibraltar.

"Hay un acuerdo camuflado, nada democrático. Europa da dinero que supuestamente es para cooperación. Pero no para lo que entendemos por cooperación: campamentos, bidones de agua potable, educación... A lo que se dedica en realidad es a entrenamiento militar enfocado al control de fronteras", señala Ana Rosado, responsable del Informe Frontera Sur de la Asociación Pro Derechos Humanos, que recuerda que España también tiene acuerdos de colaboración con Senegal y Mauritania para restringir la migración a Canarias. "España es pionera en toda esta política de supuesta cooperación que en realidad no lo es", señala. Esta política de "externalización de las fronteras europeas", según Rosado, provoca cada vez más riesgos para los migrantes.

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La presión de Marruecos

La responsable de Apdha añade que Marruecos administra "más o menos mano dura" en función de sus intereses tácticos en relación con Europa. Éste sería, según Rosado, otro factor que puede explicar el incremento del número de migrantes rescatados frente a las costas andaluzas en 2017. Rosado recuerda que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea sentenció en diciembre de 2016 que el acuerdo de pesca europeo con Marruecos no afecta al Sahara porque no pertenece al reino alauí, decisión contraria a la posición de Marruecos. ¿Influye esto en que Marruecos haya adoptado una posición más permisiva ante la salida de embarcaciones? No es fácil determinarlo. Lo que sí creen Rosado y Rodríguez Candela es que sus autoridades utilizan la migración como instrumento de presión. "El silencio de España sobre el Rif hay que entenderlo en este contexto", añade Rosado.

Organizaciones defensoras de los derechos humanos han alertado también del creciente número de menores y embarazadas que llegan a la frontera sur. Es razonable pensar que la mayor presión migratoria en la ruta mediterránea occidental va acompañada de un mayor número de embarcaciones hundidas y de muertes en la ruta. No hay datos oficiales. Sólo noticias periódicas, un goteo de ahogados sin nombre. A veces las informaciones son más llamativas, como cuando apareció muerto un niño en la playa, al que llamaron "el Aylan de Barbate". Apdha estimó que los muertos en 2016 fueron casi 300. ¿Y en 2017? ¿A cuántos se ha tragado el cementerio del Estrecho? La ONG aún no ha presentado su balance. Rodríguez Candela, de Andalucía Acoge, afirma: "Lo increíble es que la persona que más hace para salvar vidas, Helena Maleno, sea la perseguida".

La llegada de migrantes a las costas andaluzas en 2017 prácticamente se ha triplicado con respecto a 2016. El pasado año llegaron a las costas de las cuatro provincias litorales andaluzas, Almería, Cádiz, Granada y Málaga, un total de 17.431 personas a bordo de 795 embarcaciones, según datos de Salvamento Marítimo facilitados a infoLibre por la Delegación del Gobierno central en Andalucía. Esto supone un incremento del 182,2% en el número de migrantes "rescatados" en 2016, que fueron 6.175, añade el Gobierno. La subida en el número de embarcaciones es del 92,5%. En 2016 fueron 413.

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