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Luis Gonzalo Segura: “El Supremo siempre ha permitido que haya malversadores en las Fuerzas Armadas”

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Acoso, malversación, malas prácticas, abuso de autoridad... Luis Gonzalo Segura (Madrid, 1977) se muestra firme a la hora de denunciar los hábitos que empañan, en su opinión, a la cúpula militar en España. Tanto, que las consecuencias no han dejado de recaer sobre sus espaldas desde que en 2014 escribió su primera novela, Un paso al frente (Tropo Editores), donde Segura denuncia la corrupción existente en el seno de las Fuerzas Armadas. Su cese como teniente del Ejército de Tierra y los numerosos juicios en los que se ha enfrentado a hasta seis años de cárcel, lejos de frenarlo, han impulsado su afán por convertirse en el altavoz de las presuntas irregularidades del mundo militar. En 2015, Segura publicó su segundo libro, Código Rojo (Destino), donde de nuevo a través de un conjunto de hechos ficcionados, el autor relata las consecuencias de denunciar a un sector tan poderoso.

Este martes, Segura conocerá la sentencia del Tribunal Supremo que decidirá si estimar el recurso por el que solicita su readmisión en el Ejército. Durante el pasado mes de octubre, el exteniente –que forma parte de la Plataforma X la Honestidad– escribió una carta abierta al abogado del Estado que banalizó su aspiración por ser readmitido. "Si tamaña es su insatisfacción personal y tal su grado de animadversión para con la Institución Militar y para con los militares (esos mafiosos y matones de discoteca que eran o compañeros suyos o sus superiores) no alcanzamos a comprender por qué no aplaude enfervorizado una resolución que le libera de tan desagradable compromiso", afirmó el abogado del Estado.

PREGUNTA: Este martes se conocerá la sentencia del Tribunal Supremo. ¿Qué expectativas tiene?RESPUESTA

: Resulta complejo, no sabría qué decir. A veces pienso que me van a readmitir, el ser humano es así, la esperanza es lo último que se pierde. Pero luego lo piensas en frío y te das cuenta de que va a ser muy difícil. El Tribunal Supremo siempre ha protegido y ha permitido que haya malversadores en las Fuerzas Armadas, o acosadores y agresores sexuales, o incluso personas que han torturado. Todos ellos continúan en su puesto de trabajo porque el Tribunal Supremo siempre les ha protegido. Al final, cuando piensas en lo que he hecho yo, que ha sido escribir dos libros y explicar el modelo de Ejército que quiero, ahí uno se da cuenta de que no voy a tener muchas posibilidades.

P. Plataforma X la Honestidad ha denunciado que la elección de la fecha del 22 de noviembre impide maniobrar para solicitar a las Comisiones de Justicia y Defensa del Congreso que se trate el asunto con urgencia.R.Plataforma X la Honestidad

La fecha se ha fijado para que esto tenga el menor recorrido posible, e intentarán cerrarlo con la expulsión o con la readmisión, pero lo intentarán cerrar lo antes posible. Y el segundo motivo, que evidencia la poca independencia judicial, es que yo siempre dije que hasta que no hubiera Gobierno y un nuevo ministro, en este caso ministra, no se resolvería mi caso. A poco que uno cuadre las fechas se dará cuenta de que acabamos de tener ministra y se ha fijado la fecha. 

P. ¿Qué opina sobre la designación de María Dolores de Cospedal como nueva ministra de Defensa?R.

 Yo creo que, y lo puedo decir claramente, es un escupitajo en la cara de todos los españoles. Es una persona con unos antecedentes muy marcados en una serie de escándalos de corrupción, una persona que como secretaria general del Partido Popular tiene una sede embargada y un partido imputado. ¿No había otra persona dentro del PP que pudiese ser ministro o ministra? Seguro que sí, tiene que haber gente en el PP, imagino, que no esté manchada por corrupción y que esté preparada para ese cargo. Pero desde luego María Dolores de Cospedal no era esa persona, y de hecho el primer nombramiento que ha hecho, que es el del antiguo alcalde de Toledo, Agustín Conde, como secretario de Estado de Defensa, es un nuevo insulto y un nuevo indicio que nos revela hasta qué punto vivimos en una sociedad anclada en el franquismo y con un Ejército franquista, porque este señor, cuando estuvo en la Comisión de Defensa, lo que pretendió fue hacer una charla en el antiguo Alcázar de Toledo un 18 de julioun 18 de julio.

P. De no ser readmitido, ¿qué estrategia seguirá?R.

Tengo que ir al Tribunal Constitucional, aunque eso es un mero trámite, porque no tengo ninguna posibilidad, y después al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Es evidente que tengo que luchar hasta llegar al final y agotar todas las vías porque quiero seguir siendo militar, y además soy una persona progresista y tengo un modelo de Ejército muy diferente al que existe en la actualidad. El problema es que si las personas progresistas que tenemos otro modelo de Ejército u otra idea de cómo debería funcionar, nos vamos y abandonamos estos espacios, al final lo que estamos haciendo es ponérselo muy fácil al sistema.

P. ¿Cuál es el tipo de modelo que defiende?R.

Tenemos un Ejército de agresores sexuales, de un capitán que agrede a 28 reclutas, ¿cómo puede seguir siendo militar? Al final éstas son las cosas que no quieres que ocurran. Hace poco ha habido un caso en el Ejército del Aire exactamente igual que el de las tarjetas black, con muchos imputados, con diez millones de euros malversados, y han llegado a un acuerdo y estos señores van a seguir siendo militares y ni siquiera van a ir a la cárcel, porque o bien van a pagar una multa o bien los casos han prescrito. Estas situaciones son absolutamente vergonzosas, entonces yo quiero un Ejército sin todos estos personajes. Además tenemos que eliminar la justicia militar, creo que sencillamente se necesita una justicia ordinaria, lo cual no quiere decir que no tengamos justicia, pero sí independiente. Por otro lado necesitamos reformar nuestras Fuerzas Armadas en profundidad, tanto a nivel ideológico como profesional, porque siguen ancladas en el franquismo, en unas formas pseudofranquistas menos agresivas, más suaves, pero que siguen las mismas premisas.

P. Para llegar a este modelo del que habla, hace un año mencionaba lo fundamental de concienciar a la ciudadanía. Transparencia Internacional ha señalado que su denuncia ha contribuido a aumentar la preocupación de los españoles sobre la gestión militar. ¿Cuál ha de ser el siguiente paso para caminar hacia ese cambio de modelo?R.

Ese es el primer paso, que la gente sepa lo que está pasando. Efectivamente el reconocimiento de Transparencia Internacional para mí ha sido muy importante, y a partir de ahora lo que tenemos que hacer entre todos es llegar a presionar al poder político para conseguir un cambio. Lo que pasa es que, aunque se ha mejorado mucho el nivel de conciencia, sobre todo en los sectores más progresistas, todavía hay ámbitos de la sociedad que no tienen conocimiento de lo que está sucediendo. Quien vea los telediarios de Antena 3 o Telecinco no tendrá ni la más remota idea de que esto está pasando. No se trata sólo de tener conocimiento, sino también de ser consciente de su importancia. Por poner algún ejemplo: tenemos un submarino que no flota, un avión que no vuela, un carro de combate que no dispara, carros despiezados porque no hay dinero para el combustible... Nos hemos gastado 40.000 millones de euros en armamento que no necesitamos. Esto tendría que ser la entrada de todos los telediarios, tema de conversación en todas las tertulias, portada de todos los diarios... Y la realidad es que es un tema que pasa absolutamente desapercibido. Al final 40.000 millones de euros es la mitad de un rescate bancario, es cuatro veces los recortes que nos piden desde Europa que hagamos, no estamos hablando de una cifra que no sea importante para la sociedad.

P. ¿Sigue recibiendo presiones?R.

Soy una persona que no va a poder encontrar un trabajo normal en prácticamente ningún sitio. Cualquier persona de recursos humanos de una empresa que me vaya a hacer una entrevista laboral va a tener claro que es mejor contratar a una persona que no le vaya a generar problemas antes que a una persona que ya está marcada. Además de eso, muchas veces hay llamadas para que no salga en los medios de comunicación, para que no se cuente mi historia. Eso evidentemente sucede. También recibo muchos insultos por parte de mis compañeros: "Tú lo que necesitas es que te peguen dos tiros" o "eres un traidor", es el día a día. Encontrarme con una persona y que te escupa, literalmente, o te zarandee, son situaciones complejas que yo sigo viviendo. Curiosamente eso es compatible con intermediarios que vienen a hablar conmigo y me dicen que si me callo, que si dejo mi blog o dejo de escribir para denunciar y que la gente de entere, me readmitirán. Es muy duro. Como denunciante te sientes muy solo y sin embargo el sistema te está ofreciendo recuperar tu trabajo y volver a cobrar si no dices nada. Estas son las formas de presión que tiene el sistema.

P. Desde Plataforma X la Honestidad se trabaja por una mayor protección de los denunciantes de corrupción, ¿cuáles son sus demandas y qué labor ha venido realizando?R.

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Ana Garrido –denunciante de la trama Gürtel– y yo lo hemos pasado muy mal, y además compartimos vidas muy paralelas, no sólo nosotros sino también con otros denunciantes. Al final todos pasamos por lo mismo y te das cuenta de que es necesario que esto no lo vuelvan a vivir otras personas. Y esa es la idea, que otras personas no tengan que pasar por este calvario ni tengan que perder su vida en muchos sentidos por realizar lo que tendría que ser una obligación para todos. Lo que sucede es que nos estamos encontrando con muchos problemas, sobre todo por parte del PSOE y Ciudadanos, que dicen que te apoyan, que quieren cambiar las cosas, pero luego a la hora de la verdad muchas veces no están, y eso es muy triste. Es una labor muy compleja y aspiramos a que poco a poco la ciudadanía se dé cuenta de su importancia.

P. ¿La principal pretensión de la plataforma es crear una ley que ampare al denunciante de corrupción?R.

Se va a crear una subcomisión para estudiar el caso de los denunciantes, e implementar una ley de protección al denunciante, que sería un paso adelante muy positivo para nuestro país. Quizá la estoy sobredimensionando, pero creo que podría haber un antes y un después. Al final nosotros vivimos en un círculo vicioso, y creo que necesitamos un elemento que nos ayude a cambiar la tendencia. Es fundamental el hecho de que en este país comencemos a proteger a los denunciantes, y estos sientan que no van a perder su trabajo. Es verdad que van a perder muchas cosas, porque denunciar al final significa muchas veces el repudio de compañeros, de los corruptos, de los que callan ante la corrupción y tu conducta les deja en mal lugar... al final no es fácil, pero por lo menos sabes que no vas a perder el salario y que no te van a calumniar, como es mi caso. Hay un medio que hizo una publicación sobre mí, terrible, diciendo que era autoritario, que era machista, que había estado investigado por acoso sexual, y eso es completamente falso. Ahora que llevo dos años en el juzgado, por fin he conseguido que les investiguen y que declaren la apertura de juicio oral. Es otro elemento que tenemos en común los denunciantes, que nos difaman o que nos calumnian. Por ello, que estemos protegidos y tengamos salario asegurado, que no te veas endeudado como yo, que entre todo lo que he gastado en abogados debo más de 30.000 euros, que no te veas en esas situaciones puede ayudar a cambiar un poco este país, porque tenemos que cambiarlo de alguna forma.

Acoso, malversación, malas prácticas, abuso de autoridad... Luis Gonzalo Segura (Madrid, 1977) se muestra firme a la hora de denunciar los hábitos que empañan, en su opinión, a la cúpula militar en España. Tanto, que las consecuencias no han dejado de recaer sobre sus espaldas desde que en 2014 escribió su primera novela, Un paso al frente (Tropo Editores), donde Segura denuncia la corrupción existente en el seno de las Fuerzas Armadas. Su cese como teniente del Ejército de Tierra y los numerosos juicios en los que se ha enfrentado a hasta seis años de cárcel, lejos de frenarlo, han impulsado su afán por convertirse en el altavoz de las presuntas irregularidades del mundo militar. En 2015, Segura publicó su segundo libro, Código Rojo (Destino), donde de nuevo a través de un conjunto de hechos ficcionados, el autor relata las consecuencias de denunciar a un sector tan poderoso.

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