La dirección nacional del PP siguió este domingo con nerviosismo el recuento de votos de las autonómicas, municipales y europeas. Un nerviosismo que iba a más cuando las primeras encuestas a pie de urna dejaban a la derecha sin opciones de gobierno tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento de Madrid. "Está todo muy ajustado", era una las frases a las que más recurrían los dirigentes conservadores. "Prudencia", demandaban desde un PP muy herido tras el batacazo de las elecciones generales, cuando el Grupo Parlamentario Popular del Congreso se vio reducido de 137 a 66 escaños.
Ya con los resultados en la mano, la nota dominante fue la pérdida de votos respecto a todos los comicios anteriores. Pero hubo buenas noticias para Casado. Una de ellas, que si suma sus apoyos a los de Cs y Vox, el PP recuperaría el Ayuntamiento de Madrid y seguiría en la Comunidad. Está por ver el precio que ponen estos eventuales socios a sus apoyos.
Otra buena noticia para el PP fue que Ciudadanos, que tanto pelea por arrebatar a Pablo Casado el liderazgo del centro derecha, no consiguió ubicarse por delante de los conservadores, lo que deja a Pablo Casado en una buena posición a la hora de negociar pactos.
Ya en clave interna, Casado salva más que los muebles. Resiste. Sus críticos no van a poder echarle en cara los resultados, como más de uno estaba esperando. "Aquí hay Partido Popular para muchos años, para muchas décadas", diría Casado a las 1.15 horas en la puerta de la sede nacional del partido jaleado por un centenar de simpatizantes. Era un mensaje para Cs y Vox. Pero no pocos en el PP lo interpretaron también en clave interna.
Un bálsamo para el presidente del PP
Para el jefe de los conservadores, los resultados en Madrid son una especie de bálsamo. Tanto el candidato al Ayuntamiento, José Luis Martínez-Almeida, como la de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, son una apuesta personalísima del jefe de los conservadores. Los enemigos internos de Casado estaban esperando malos resultados en Madrid, como mostraban las encuestas, para poder echarle en cara su apuesta por estos candidatos. Puede decirse que Madrid, la comunidad en la que hizo política de la mano de Esperanza Aguirre y la región en la que presidió las Nuevas Generaciones, salva a Casado.
Por comunidades autónomas la pérdida de votos fue generalizada, como ocurrió en las municipales y europeas.
La candidatura encabezada por Isabel Díaz Ayuso bajó 18 escaños, hasta los 30, ocho por debajo del PSOE. El PP llevaba 24 años gobernado la Comunidad de Madrid, una región considerada por los partidos políticos como la joya de la corona. Y, pese a que tuvo casi toda la noche perdida esta institución, cuando el recuento superaba el 70%, el bloque de las tres derechas sumaba mayoría absoluta, ubicada en 67 escaños.
Junto a Madrid, el PP ha gobernado desde 2015 Castilla y León, La Rioja y Murcia.
El PP deja de ser también el partido mayoritario en Castilla y León, pasando de los 42 a los 31 escaños. Que Alfonso Fernández Mañueco sea presidente dependerá de si Cs le da su apoyo. El partido naranja ha obtenido 11 escaños en esta región, que junto a los 31 del PP suman los 42 escaños en los que está ubicada la mayoría absoluta en las Cortes de Castilla y León.
En La Rioja, comunidad que también gobernaba el PP hasta estas autonómicas, los conservadores dejan de ser la fuerza más votada y sin opciones de sumar con Ciudadanos.
Y en Murcia, el PSOE supera al PP como la fuerza más votada, pero Fernando López Miras podría reeditar el pacto de los conservadores murcianos con Ciudadanos. Todo depende de lo que decida hacer la formación liderada por Albert Rivera.
Los conservadores están en disposición de sumar Aragón si Ciudadanos, Vox y el PAR dan su apoyo a Luis María Beamonte. La clave está en el partido naranja.
Las ciudades
Con el 99,63% de los votos escrutados, el PP (22,25% de los apoyos) perdía la plaza de partido más votado en el cómputo global de las municipales. El 2015, el PP logró el apoyo del 27,06% de los votantes, frente al 25,03% que obtuvieron los socialistas.
El mayor triunfo es el de Madrid, pese a a bajar de 21 a 15 escaños. Y pese a haber sido segunda fuerza, tras Más Madrid, la candidatura de la alcaldesa Manuela Carmena. Sumando sus votos a los de Cs y Vox, José Luis Martínez Almeida lograría 30 actas, una por encima de la mayoría absoluta.
En España hay 16 ciudades con una población que supera los 250.000 habitantes. De ellas, el PP ha llegado a estos comicios con el bastón de mando de Málaga, Murcia y Alicante. Y sale de este 26M con posibilidades de mantenerlos. En Málaga, Francisco de la Torre llega a los 14 concejales, mejorando en uno los de 2015. Con los dos de Ciudadanos llegaría a los 16 de la mayoría absoluta.
En Alicante, el PP se ubica en los 9 concejales, uno más que hace cuatro años. Es la fuerza más votada. Pero los conservadores necesitarían los escaños de Vox y Cs para llegar a los 15 de la mayoría absoluta.
De las grandes ciudades, el PP estaría ahora ante la posibilidad de arrebatar al PSOE la Alcaldía de Córdoba si Cs (5 actas) y Vox (2) apoyan al candidato. La mayoría absoluta en el consistorio cordobés está situada en los 15 escaños. El PP ha obtenido nueva actas.
También podrían los conservadores arrebatar la Alcaldía de Zaragoza a Pedro Santisteve. El PP ha logrado ocho ediles (21,64%), Ciudadanos, por su parte, consigue seis y Vox entra en el Consistorio por vez primera con dos escaños. La clave aquí, como en otras muchas plazas es Ciudadanos, que puede optar pos apoyar a PSOE o a PP. La mayoría absoluta son 16 actas. El PSOE ha obtenido 10. El partido de Rivera puede apoyar a los socialistas. O sumar con PP y Vox.
Elecciones europeas
Mientras, en el Parlamento Europeo, el PP baja de 16 a 12 diputados, un resultado muy similar al que las encuestas daban a la candidatura encabezada por Dolors Montserrat. Se ubica cinco escaños por delante de Ciudadanos. Y lejos de Vox, que entra en el Parlamento Europeo con tres escaños.
En declaraciones en la puerta de la formación, Montserrat agradeció el voto a quienes han apostado por su partido que, dijo, en Europa será el freno al populismo y al nacionalismo.
Casado llegó a la sede del PP pasadas las 19.00 horas. En este momento ya estaban en la sede nacional de la formación conservadora el secretario general del PP, Teodoro García Egea y la vicesecretaria de Estudios y Programas, Andrea Levy. Esta última ocupa el número dos de la candidatura al Ayuntamiento de Madrid.
Ya al filo de las 20.00 horas llegaba a la sede el candidato al consistorio, José Luis Martínez-Almeida. La candidata a la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, fue de las últimas en llegar.
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Comité Ejecutivo Nacional
Este lunes a las 12.00 horas, Pablo Casado ha convocado al Comité Ejecutivo Nacional de su partido para analizar los resultados de estas municipales, autonómicas y europeas. Además, propondrá a los portavoces para el Congreso y el Senado.
En el Comité Ejecutivo Nacional posterior a las generales, Casado pudo escuchar cómo algunos dirigentes criticaban el giro a la derecha que imprimió al partido desde que llegó a la presidencia en el congreso extraordinario de sucesión de Mariano Rajoy. No hubo, no obstante, voces que exigieran responsabilidades al jefe de los conservadores porque todos estaban pendientes de las municipales y autonómicas. En aquella ocasión, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, no acudió por coincidirle la cita con la sesión de control al Gobierno en el Parlamento autonómico. Para este lunes, sí está confirmada su presencia. También la de Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía
La dirección nacional del PP siguió este domingo con nerviosismo el recuento de votos de las autonómicas, municipales y europeas. Un nerviosismo que iba a más cuando las primeras encuestas a pie de urna dejaban a la derecha sin opciones de gobierno tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento de Madrid. "Está todo muy ajustado", era una las frases a las que más recurrían los dirigentes conservadores. "Prudencia", demandaban desde un PP muy herido tras el batacazo de las elecciones generales, cuando el Grupo Parlamentario Popular del Congreso se vio reducido de 137 a 66 escaños.