Los portavoces de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) no podrán militar en partidos políticos. Así lo acordó este fin de semana el colectivo antidesahucios en un encuentro estatal celebrado en San Fernando de Henares (Madrid) al que acudieron miembros de plataformas de todo el país. Aunque este no fue el único punto acordado –se abordaron otros asuntos como las acciones a llevar a cabo a partir de mayo de 2015, cuando finalice la moratoria antidesahucios o la campaña Documenta la estafa, con la que se pretende recabar información de cara a futuras acciones judiciales– sí fue el más polémico. Al menos eso de deduce de algunos comentarios vertidos en las redes sociales y de varios testimonios a los que ha tenido acceso este periódico.
La PAH, que desde sus inicios ha paralizado más de 1.100 desahucios y ha contribuido a realojar en viviendas a otras tantas personas, ha mantenido desde sus inicios un carácter apartidista evitando vincularse a organización política o sindical alguna. De hecho, Ada Colau, que durante cinco años ejerció la portavocía a nivel estatal, decidió dejar la primera línea para impulsar Guanyem Barcelona, un movimiento que aspira a aglutinar una gran candidatura de izquierdas en la capital catalana de cara a las próximas municipales.
Aunque entre los criterios para formar una PAH que datan del 9 de junio de 2011 y que están colgados en la página web del colectivo [se pueden consultar aquí] se explicita que "ningún portavoz de la PAH puede ser miembro de un partido político ni ninguna PAH participará en actos electorales ni apoyará públicamente a ningún partido", la realidad es que personas vinculadas a formaciones políticas, esencialmente el PCE e IU, sí han venido ejerciendo en los últimos años tareas de portavocía sin que eso generara grandes discrepancias.
Sin embargo, ante el momento actual de gran convulsión política y ante la proximidad de las citas electorales del próximo año, los asistentes de la asamblea de este fin de semana decidieron "por amplia mayoría" aprobar un nuevo marco de funcionamiento de portavocías que, a su juicio, garantiza el carácter 100% apartidista de la plataforma. Aunque la decisión todavía no se ha plasmado en ningún documento escrito, el acuerdo sí fue difundido por el colectivo a través de sus perfiles en redes sociales. En algunas plataformas, entre ellas las de Madrid, Toledo, Denia, Arganda o Leganés, imperaban las voces que pedían que se limitara la posibilidad de ejercer como portavoz a las personas que ocupan un cargo público en un partido o sindicato, pero no a los que simplemente tienen un carnet de simpatizante o militante. Sin embargo, esta no resultó la opción ganadora.
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Carlos Macías, portavoz de la PAH de Barcelona y asistente al evento defiende la decisión tomada. Admite que fur un asunto polémico, pero explica que "forma parte de una serie de criterios mínimos que tienen el objetivo de evitar que se pueda crear cualquier tipo de confusión" en torno al carácter de la plataforma. "Una de las fortalezas de la PAH es precisamente la diversidad de ideologías y militancias que se ha llevado con naturalidad, por eso esta decisión no puede entenderse como un hecho discriminatorio", subraya. Una opinión similar tiene Iván Cisneros, que ejerce también labores de portavoz pero en la PAH de Madrid. "Este hecho no significa ni ruptura ni exclusión, el objetivo es que el movimiento siga siendo como es: plural, democrático y diverso", asevera.
Sin embargo a título personal algunos miembros de la plataforma sí han expresado a través de las redes sociales su desacuerdo con la decisión. Tampoco ha sentado nada bien en IU. Así lo dejaron caer en Twitter algunos de sus miembros. Entre ellos la diputada en la asamblea de Madrid y aspirante a ser cabeza de lista de la formación en las próximas autonómicas, Tania Sánchez, quien escribió que esta decisión es un "veto, un error y una injusticia". Lara Hernández, secretaria de Convergencia de IU Federal –área en la que trabaja codo a codo con el diputado en el Congreso Alberto Garzón– matiza que la posición de su organización es de "respeto a la decisión de la PAH y a la autonomía de todos los movimientos sociales", si bien considera que es importante poner en valor el hecho de que "la sociedad civil organizada sea capaz de participar porque –a su juicio– eso enriquece". No obstante, sí admite que ha habido "un cierto malestar" en la medida en que se ha puesto sobre la mesa el criterio de la afiliación política para determinar si una persona puede ejercer o no como portavoz. "Quizá es un posicionamiento algo peligroso, pero hay que tener en cuenta que es más lo que nos une que lo que nos separa", desliza.
Feli Velázquez, activista de Madrid, siente cierta desazón ante esta decisión. Nunca ocultó su afiliación al PCE y al sindicato CCOO y pese a ello ha sido portavoz y una de las caras más visibles de la plataforma en la capital. "Yo llegué a la PAH con una mochila, no dije donde militaba porque nadie me lo preguntó. Siempre hemos trabajado en un espacio plural desde el respeto más absoluto. Es peligroso entrar en esta dinámica, la PAH no debería estar en este debate", señala. No obstante, sí considera que este acuerdo supone un atentado contra el derecho a la libre militancia y puede generar fracturas internas. En cualquier caso, subraya, ella por momento seguirá participando en la plataforma.
Los portavoces de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) no podrán militar en partidos políticos. Así lo acordó este fin de semana el colectivo antidesahucios en un encuentro estatal celebrado en San Fernando de Henares (Madrid) al que acudieron miembros de plataformas de todo el país. Aunque este no fue el único punto acordado –se abordaron otros asuntos como las acciones a llevar a cabo a partir de mayo de 2015, cuando finalice la moratoria antidesahucios o la campaña Documenta la estafa, con la que se pretende recabar información de cara a futuras acciones judiciales– sí fue el más polémico. Al menos eso de deduce de algunos comentarios vertidos en las redes sociales y de varios testimonios a los que ha tenido acceso este periódico.