Abogada, jueza, candidata por el PCE a las Cortes Generales, fundadora de Jueces para la Democracia y, ahora, alcaldesa de Madrid. Son sólo algunos de los hitos de la vida de Manuela Carmena (Madrid, 1944), la nueva regidora de la capital tras el acuerdo que su partido, Ahora Madrid, alcanzó con el PSOE este viernes. Una alcaldesa que ha conseguido doblegar la hegemonía del PP en la ciudad y que viene, según aseguró en campaña, con la intención de que los mandatarios sean todos y cada uno de los madrileños.
A Carmena su primer cargo político le llega tarde, ya que nació hace 71 años en Madrid. Pero su vida ha estado ligada a los movimientos de izquierdas desde su época de estudiante, cuando era alumna de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. No pudo terminar allí la carrera: precisamente su participación en los movimientos prodemocráticos y su colaboración a la hora de crear la Federación Universitaria de Estudiantes Democráticos provocó que fuese expedientada y expulsada del centro, por lo que debió licenciarse en la Universidad de Valencia.
La nueva regidora llega con una vocación de tránsito a la Alcaldía de la capital. "Creo que puedo ser un puente para que la gente joven pueda llegar a tener esa capacidad de gestión para la que está preparada", sostuvo en la presentación de su candidatura a las primarias de Ahora Madrid, en las que arrasó con un 63,5% de los votos. En ese mismo acto, la entonces candidata aseguró que su estancia en el Ayuntamiento pretende ser de "cuatro años, ni uno más", para después dejar paso a sus compañeros, mucho más jóvenes: Rita Maestre, número 5 de los 20 concejales obtenidos por Ahora Madrid, tan sólo cuenta 26 años.
De jueza a icono
Sin embargo, la alcaldesa que no quería presentarse a las elecciones –rechazó hasta siete veces los ofrecimientos del secretario general de Podemos en Madrid, Jesús Montero, y el líder del partido, Pablo Iglesias– y que ha asegurado en varias ocasiones que no le gustan las campañas electorales, se ha convertido en un icono que ha inspirado viñetas y retratos. El fenómeno ha sido efectivo en las urnas: Ahora Madrid –apoyado por Podemos, Equo y Ganemos– consiguió 519.210 votos (el 31,8%), mientras que Podemos sólo obtuvo 286.973 (el 17,7%) en la capital en los comicios autonómicos.
Pocos dudan de que el tirón de Carmena ha tenido mucho que ver en el resultado. Eso, y el hecho de que la candidata del PP, Esperanza Aguirre, polarizase la campaña al acusar veladamente a la aspirante de Ahora Madrid de simpatizar con ETA y de llevar en la lista a "alguno que incluso es abertzale". "Usted liberó a una señora del GRAPO y a un etarra que después dijo que no se arrepentía de sus crímenes", criticó Aguirre en un debate en Telemadrid, en referencia al pasado como jueza de Carmena, que durante el ejercicio de su profesión estuvo en ocasiones en el centro de la polémica por su defensa de los derechos de los presos. La candidata de Ahora Madrid aseguró que Aguirre decía "verdaderas simplezas".
"Todo el mundo sabe que llevo luchando por la democracia y la libertad toda mi vida”, se defendió entonces Carmena. Y es que la próxima alcaldesa de Madrid fue cofundadora del despacho laboralista de la calle Atocha que fue atacado en 1977 por un grupo ultraderechista que asesinó a cinco personas. Ella salvó la vida por casualidad, ya que se encontraba trabajando en otro local del bufete. Ese mismo año fue candidata a las elecciones generales dentro de la lista del PCE –partido al que se había afiliado en 1965–, en la que ocupó el puesto 23 por la circunscripción de Madrid.
Los desahucios, primera prioridad
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Comenzó a ejercer como jueza en 1981, y fundó junto a otros compañeros la asociación Jueces para la Democracia en 1983, y años más tarde trabajó en el Grupo de Trabajo contra las Detenciones Arbitrarias del Departamento de Justicia del Gobierno vasco. Su trabajo en este ámbito no se circunscribe al ámbito nacional: también ha sido relatora de prisiones indebidas de la ONU. Y además, entre 1996 y 2001 fue vocal del Consejo General del Poder Judicial, un cargo que desempeñó justo después del de jueza decana de Madrid, entre 1993 y 1996.
Fue durante su etapa como magistrada donde comenzó a interesarse por las familias que sufren desahucios, un problema que constituye la primera prioridad de Ahora Madrid. Antes de acceder a la Alcaldía, Carmena se reunió con el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, así como con el presidente del Tribunal de Justicia de Madrid y con el juez decano de la ciudad para estudiar fórmulas para evitar los desalojos. La idea, según aseguró la regidora en su presentación, es "no dejar a nadie en la calle". "Eso es tercermundista", denunció entonces.
No obstante, Carmena asegura que los bancos "no tienen por qué" temer su gestión, aunque no renuncia a los puntos fundamentales de su programa: acabar con los desahucios, revisar las privatizaciones de servicios o garantizar los suministros de luz, agua, gas y alimentación a los madrileños que no puedan pagarlos. "Las cosas pueden ser diferentes. Se pueden cambiar, siempre que exista la voluntad, también individual, de hacerlo. Se pueden hacer grandes cambios, pero podemos empezar también por cambiar pequeñas cosas. Los cambios uno a uno significan poco, pero la acumulación de muchos pequeños cambios puede hacer que el mundo sea diferente", asegura la sinopsis de Por qué las cosas pueden ser diferentes (Clave Intelectual), el libro que Carmena publicó en 2014. Con esa actitud, asegura, llega a la Alcaldía: "Quiero dedicarme a cuidar de mi Madrid y a intentar que la gente viva un poco mejor en Madrid. Y ya está".
Abogada, jueza, candidata por el PCE a las Cortes Generales, fundadora de Jueces para la Democracia y, ahora, alcaldesa de Madrid. Son sólo algunos de los hitos de la vida de Manuela Carmena (Madrid, 1944), la nueva regidora de la capital tras el acuerdo que su partido, Ahora Madrid, alcanzó con el PSOE este viernes. Una alcaldesa que ha conseguido doblegar la hegemonía del PP en la ciudad y que viene, según aseguró en campaña, con la intención de que los mandatarios sean todos y cada uno de los madrileños.