Rosa Díez está asistiendo al desmoronamiento del partido que ella misma creó en 2007. Como si fuera un castillo de naipes, se están cayendo importantes piezas sin que la dirección de la que está a la cabeza esté dispuesta a ceder. Ni ella misma quiere dar un paso atrás, al menos por ahora. Pero la crisis y la descomposición de su fuerza política está ahí, y con visos de que pueda empeorar si a la salida del diputado Toni Cantó se le suman, en los próximos días, más deserciones.
Unión, Progreso y Democracia (UPyD) vivió otro martes negro. Dos semanas después de que trascendiera la dimisión de cuatro miembros del Consejo de Dirección –entre ellos los parlamentarios nacionales Irene Lozano y Álvaro Anchuelo–, Toni Cantó hizo oficial lo que ya se barruntaba. Él también se iba. En rueda de prensa en Valencia, y no en la sede de su partido, sino en el hotel en el que logró hace casi cuatro años su acta de parlamentario en el Congreso, anunció que dejaba su escaño, que renunciaba a encabezar la candidatura a la Presidencia de la Generalitat Valenciana y que volvía a su profesión, a pisar los escenarios, al teatro. Pero sostuvo que no se marcha a Ciudadanos porque quiere dar la batalla en el congreso extraordinario que el partido celebrará justo después de las decisivas elecciones autonómicas y municipales del 24 de mayo.
Cantó, como Lozano o Anchuelo, o como los también dimisionarios Luis de Velasco, David Andina y Rodrigo Tena, o como numerosos dirigentes territoriales que se han ido marchando en las últimas semanas o han alzado la bandera de la protesta, es de los que cree que UPyD no puede resistir sola. Todos ellos comparten, con matices, la opinión de que el desastroso resultado de las elecciones andaluzas del 22 de marzo –donde la formación no obtuvo ni un solo escaño frente a los 9 de Ciudadanos– demuestra que la dirección ha errado, que hace falta tender puentes con el partido de Albert Rivera y que la portavoz es ya un lastre para el crecimiento de una fuerza muy débil ahora. Cantó alabó a Díez como una "figura esencial" en la historia de España, que abrió con "mucha valentía" el camino de la ruptura del bipartidismo. Pero a veces esas "grandes personas se equivocan también" y tanto ella como la cúpula de UPyD "están tomando un rumbo equivocado", según sus propias palabras.
Díez estaba en Madrid. En el Congreso. Como ella misma dijo, se enteró de la marcha de Cantó por la rueda de prensa. No había podido hablar directamente con él por la mañana, pero sí le había mandado un mensaje. La portavoz de UPyD intentó aparentar normalidad y evitar dramatismos. "Cuando alguien se va siempre es una pérdida. Las pérdidas humanas son importantes, pero todos estamos en este partido por el proyecto y por lo que representa y vamos a seguir defendiendo esas ideas y lamento que Toni no siga en la primera línea", sentenció. También esquivando la sensación de choque, elogió el "excelente trabajo" desempeñado por el diputado en UPyD. "Ha sido un gran parlamentario, un gran compañero", y tiene todo su "reconocimiento", su "amistad" y su "respeto".
Irene Lozano lamenta la "ceguera" de Díez
A Díez se le preguntó por la posibilidad de una avalancha de deserciones. "Yo no temo nada, sé que tenemos que trabajar y que lo vamos a hacer todos porque efectivamente hay una crisis muy importante en España y es la que más nos importa, que es la de millones de personas que no tienen un puesto de trabajo y ningún tipo de protección". La portavoz recordó que las elecciones del 24-M están "a la vuelta de la esquina" e insistió en que la "inmensa mayoría" de su partido trabajará desde las instituciones. E hizo un llamamiento a lo obvio, a la unidad interna como mejor receta para afrontar la tempestad.
Cantó recibió apoyos por parte de dos destacados compañeros. Irene Lozano lamentó la "ceguera" de la líder del partido por obstinarse en seguir con una estrategia política que está poniendo a "los mejores" fuera de la primera línea. La diputada, en declaraciones a Efe, insistió en que UPyD sigue sumergida en una crisis complicada y de futuro incierto, aunque aún confía en que se pueda enderezar el rumbo tras el congreso extraordinario. Lozano aseguró que no se plantea seguir los pasos de Cantó y que su proyecto sigue siendo el de UPyD. Pero no se cerró puertas: cuando pase el cónclave, y en función de lo que allí ocurra y se decida, estudiará qué hacer.
El único diputado magenta en Asturias, Ignacio Prendes, echó también un cable a Cantó. Prendes dimitió del Consejo de Dirección a finales de 2014 por disconformidad con el portazo a C's. Y este martes dijo sentirse "muy representado con la posición" defendida por el parlamentario valenciano. Él podría ser, según algunas fuentes, uno de los cargos que podría dar un paso atrás y dejar su candidatura, igual que el coordinador aragonés, Carlos Aparicio. infoLibre intentó contactar con el primero, sin éxito. Desde el entorno de Aparicio se subrayó que no está sobre la mesa que emule a Cantó, pese a que UPyD Aragón pidió la salida de la dirección nacional y de Díez. Cantó tampoco estaba localizable. Él mismo explicó en Twitter que dejaría de hacer declaraciones "durante una temporada".
UPyD intenta taponar los agujeros que se le van abriendo rápidamente. La semana pasada, cubrió las vacantes en el Consejo de Dirección –la ejecutiva– y ahora se dispone a nominar al sustituto de Cantó, sin pasar por primarias por falta de tiempo, ya que las listas han de estar registradas ante la Junta Electoral antes del 20 de abril. En principio, encarnará el relevo Alicia Andújar, la coordinadora territorial del partido en la Comunitat Valenciana. Ella misma fue quien se alzó con el liderazgo autonómico después de que dimitiera Alexis Marí, precisamente por no estar de acuerdo con tejer alianzas con C's. Marí, de hecho, acabó emigrando a la formación de Rivera. En el Congreso, reemplazará a Cantó uno de los siguientes de la lista: Rafael Soriano Hernández, Julio Lleonart Crespo o Ana Barrado Carrasco.
"UPyD es un partido autónomo"
No fue esa la única vía de agua que se le abrió a la cúpula. El candidato a la Alcaldía de Sevilla, Eladio García de la Borbolla, también anunció que tiraba la toalla a través de su cuenta de Facebook. La semana anterior, dimitió en bloque el Consejo Local de Málaga al no irse Díez.
Este mismo martes, vía comunicado, UPyD informó de que el Consejo de Dirección había nombrado una gestora en sustitución del Consejo Territorial de Andalucía para que asuma las riendas del partido en la comunidad ante la "acumulación de dimisiones" que se han producido desde las autonómicas del 22-M. Su portavoz sigue siendo Martín de la Herrán, el candidato a la Presidencia de la Junta que cosechó un resultado aún peor que el que tuvo el partido en 2012: del 3,35% al 1,93%. Será este órgano provisional el que nomine a un nuevo candidato en Sevilla y el que pilote la dirección hasta pasadas las municipales.
La dirección no tiene previsto cambiar su hoja de ruta, porque fue revalidada en el Consejo Político del pasado 28 de marzo, cuando las tesis de Díez se impusieron por un 68% de los votos. Entonces se ratificó que no habría pactos con Ciudadanos antes de las municipales y autonómicas. "Se decidió que UPyD es un partido autónomo y la dirección lo seguirá defendiendo", insistía, en declaraciones a este periódico, el flamante número dos del partido, Andrés Herzog.
Cantó señaló en su rueda de prensa que hay colectivos territoriales de UPyD que están "explorando" con los militantes la vía de acuerdos con Ciudadanos y que si se les permite cerrarán esas alianzas. Herzog deja claro que eso no es posible: "No va a prosperar. No cabe esa opción porque ya se desechó en los órganos del partido".
Explicar que UPyD sigue siendo "imprescindible"
El portavoz adjunto remacha que UPyD se volcará en la campaña del 24-M con el objetivo de que saque "los mejores resultados" en unos comicios "que son complicados porque hay más competidores". El objetivo es "seguir creciendo", "como se ha hecho hasta ahora, excepto en las andaluzas", y lograr una mayor representación institucional en parlamentos y ayuntamientos. Ahora sienta a 10 diputados autonómicos –8 en Madrid, uno en Asturias (Ignacio Prendes) y uno en Euskadi (Gorka Maneiro)– y a 152 concejales en toda España. La formación se presentará "en toda España", en todas las comunidades, y no renunciará a ningun por razones económicas, según recalca el portavoz adjunto.
"Explicaremos durante la campaña que seguimos siendo imprescindibles. El reto es convencer a los ciudadanos. ¿Cómo? Contando lo que hemos hecho, que hemos combatido contra la corrupción, que hemos aportado soluciones a la crisis y que hemos luchado contra los privilegios. No hacer promesas que no podamos cumplir, predicar con el ejemplo", subraya Herzog, quien reitera que UPyD y C's no son proyectos solapables, sólo son "aparentemente semejantes".
La dirección tiene otro asunto interno pendiente de resolución: el procedimiento disciplinario que abrió la semana pasada contra dos de sus cuatro eurodiputados, Fernando Maura y Enrique Calvet, ante las "reiteradas actuaciones de desprestigio del partido" y su rechazo a "acatar las normas internas". Ambos se han mostrado muy críticos con Díez en los últimos días. Ambos tendrán que presentar alegaciones y posteriormente se resolverá el expediente. El trámite podría acabar en suspensión de militancia o expulsión de UPyD. Herzog reitera que ambos no han "rendido cuentas respecto a sus gastos en el Parlamento Europeo y no han cumplido las normas internas de transparencia".
A la espera del expediente contra Maura y Calvet
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Maura señaló a este periódico que fue este martes cuando recibió el aviso de carta certificada y por eso quiere esperar a conocer el contenido exacto de las acusaciones para pronunciarse. Pero explicó que sí rinde cuentas en su blog, pero se niega a hacerlo ante la gerencia del partido, porque se siente "absolutamente marginado", la dirección no le ofrece "ni la más mínima cobertura, ni calor" y no expone su trabajo en la web. "Y tampoco tengo por qué detallar si como en un restaurante o en otro", alegó.
El eurodiputado decidirá qué hacer según avance el procedimiento abierto contra él, aunque no descarta ninguna alternativa –"Tengo todas las vías abiertas"– y mantiene sus críticas al rumbo de la cúpula. "El partido está abierto en canal. No tiene remedio desde hace tiempo, desde que se decidió no salir al encuentro con Ciudadanos. Rosa y la dirección intentan sujetar el timón aunque el barco se hunda". Maura cree que ambos partidos sí son similares: comparten el centro y la apuesta por la regeneración democrática. Y además los electores han demostrado con su voto que "no aprecia esas diferencias" que invoca la cúpula.
Maura es de los que cree que la crisis no se frenará en la salida de Cantó. Que la caída del edificio de UPyD es imparable. Los próximos días confirmarán si hay más abandonos o si la explosión se produce tras las autonómicas y municipales del 24-M, si las urnas ratifican el mal resultado que pronostican las encuestas.
Rosa Díez está asistiendo al desmoronamiento del partido que ella misma creó en 2007. Como si fuera un castillo de naipes, se están cayendo importantes piezas sin que la dirección de la que está a la cabeza esté dispuesta a ceder. Ni ella misma quiere dar un paso atrás, al menos por ahora. Pero la crisis y la descomposición de su fuerza política está ahí, y con visos de que pueda empeorar si a la salida del diputado Toni Cantó se le suman, en los próximos días, más deserciones.