El constructor y cerebro de la trama Púnica, David Marjaliza, ha confesado este miércoles en el Congreso que tiene "un arrepentimiento sincero" por su participación en los presuntos amaños de contratos de obras en varios municipios de la Comunidad de Madrid y ha reseñado que continuará colaborando con la justicia aunque le "peguen un tiro", informa Europa Press.
Así lo ha afirmado el empresario, exsocio del supuesto cabecilla de la red y exsecretario general del PP de Madrid Francisco Granados, durante su comparecencia en la comisión que investiga la presunta financiación ilegal del Partido Popular, que en sus últimas sesiones se está centrando en posibles ilegalidades cometidas por el PP de Madrid.
Marjaliza ha relatado que decidió colaborar con la justicia no por vergüenza, sino por "pena" hacia su hijo. Fue su abogado el que le hizo "abrir los ojos": "Me dijo que colaboraba o me quedaba en la cárcel 12 o 15 años. Mi hijo tenía en ese momento seis años. Las palabras de mi abogado me hicieron pensar que quería verlo crecer".
El empresario, quien ha mostrado un "arrepentimiento sincero" por su actuación, ha explicado que se dio cuenta de que estaba actuando de forma "incorrecta" incluso mientras participaba de estas presuntas corruptelas. "Muchas noches estuve sin dormir antes de que me detuviera la Guardia Civil", ha señalado Marjaliza, a lo que ha añadido que, no obstante, era "complicado bajarse del tren que iba a 300 kilómetros por hora", ya que "si no pagaba comisiones no tenía obras".
"Otros empresarios callan mientras no les llega el tiro"
En cualquier caso, Marjaliza ha puntualizado que a él solo le dieron "un trocito de tarta muy pequeño" de todos los contratos de obras presuntamente amañados en Madrid. En este punto, a preguntas del diputado de ERC Joan Tardà, ha detallado que hay empresarios relacionados con estas supuestas irregularidades que, de momento, "callan mientras no les llega el tiro", y que estas prácticas se extendían no solo al PP, sino también a PSOE e IU de varias localidades madrileñas.
Durante el interrogatorio del comisionado catalán, Marjaliza ha reiterado en varias ocasiones su "arrepentimiento sincero", llegando incluso a afirmar que si volviera a nacer no actuaría de la misma forma, ya que "no vale la pena".
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"No soy un buen parlamentario, no tengo dialéctica pero lo digo todo de corazón. Podrán intentar tirar mi imagen pero voy a seguir colaborando con la justicia, voy a llegar hasta el final aunque me peguen un tiro", ha revelado el constructor, quien ha reconocido que ha sufrido amenazas pero que no tiene "la certeza absoluta" de que provengan del entorno del Partido Popular.
Tampoco sabe si provienen de antiguos y presuntos miembros de la trama, como el empresario Javier López-Madrid, quien fue acusado por la doctora Elisa Pinto de ordenar que la apuñalaran después de que ella le denunciara por supuesto acoso sexual. Preguntado expresamente por la diputada de Podemos Carolina Bescansa si teme que le suceda algo parecido, Marjaliza ha señalado que prefiere "no poner nombres" a los autores de esas amenazas, pero ha reconocido que tiene miedo sobre todo por su familia.
En este sentido, Marjaliza ha confirmado que el Ministerio de Interior le ha puesto protección policial después de que el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón le trasladara a este Departamento su preocupación por las amenazas que estaba recibiendo tanto el investigado como su familia.
El constructor y cerebro de la trama Púnica, David Marjaliza, ha confesado este miércoles en el Congreso que tiene "un arrepentimiento sincero" por su participación en los presuntos amaños de contratos de obras en varios municipios de la Comunidad de Madrid y ha reseñado que continuará colaborando con la justicia aunque le "peguen un tiro", informa Europa Press.