El Día D para Podemos ha llegado. Este sábado, el partido tratará de dar un golpe sobre la mesa en las calles de Madrid llenando un lugar tan céntrico como es la Puerta del Sol, símbolo por excelencia del 15-M y, aunque se resisten a facilitar una cifra estimada de asistencia, Delegación del Gobierno de Madrid lo hace por ellos: la previsión de los organizadores es de atraer 100.000 personas, según consta en la comunicación que enviaron hace varias semanas para informar sobre la marcha.
La manifestación partirá a las 12 de la mañana de la Plaza de Cibeles y desembocará en la icónica plaza, donde está previsto que el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y otros dirigentes y militantes del partido pronuncien varios discursos en un escenario instalado al efecto. La cúpula del partido ha enfocado la concentración como una marcha sin otro objetivo que "celebrar" que este año puede ser el que marque la salida de los partidos de la "casta" de los diferentes gobiernos a nivel municipal, autonómico y nacional, y que le concede una importancia capital queda demostrado por la intensa campaña de difusión y organización que la formación ha llevado a cabo desde que se anunciase la manifestación en diciembre.
No obstante, Podemos se muestra muy reacio a concretar la asistencia que espera a la Marcha del Cambio. Rita Maestre, miembro del Consejo Ciudadano –la dirección– del partido y máxima responsable de organizar la manifestación, insiste en que la formación quiere valorar de manera "cualitativa" y no "cuantitativa" la marcha, porque "ya es un éxito" que se vaya a celebrar. No obstante, sí se vieron obligados a ofrecer a la Delegación del Gobierno una cifra estimada de afluencia para organizar las medidas de seguridad. La previsión –hecha hace unas tres semanas, según fuentes oficiales– es de 100.000 personas, y el departamento dirigido por Cristina Cifuentes ha dispuesto la presencia de 400 policías andisturbios, informa Europa Press.
La cifra, un mero "trámite"
Maestre confirma el dato entregado ante la delegación del Gobierno, pero hace hincapié en que se trata tan sólo de un "trámite necesario" para convocar la manifestación. "Los compañeros que hicieron la comunicación optaron esa cifra porque les pareció relevante, pero no hemos tenido un debate político al respecto porque no queremos hacer ese tipo de valoración", explica la dirigente, que señala, no obstante, que uno de los motivos para dar esa cifra fue "pasarse de prudentes" con el fin de que "si todo va genial estemos preparados y la policía también lo esté". "Pero es un trámite, no hemos hecho cálculos, igual mañana somos 150.000", reitera.
Lo cierto, no obstante, es que Podemos ha confirmado que más de 10.000 simpatizantes de toda España acudirán en 260 autobuses fletados por los Círculos de la organización, a los que hay que sumar los asistentes de Madrid –la comunidad donde el partido tiene más militantes– y aquellos que se desplacen en vehículos particulares. Si la previsión que ofrecieron a la Delegación del Gobierno se cumple, desbordaría con creces el aforo de la Puerta del Sol, ya que el punto donde finalizará la marcha puede acoger en torno a 35.000 personas.
"Si la Delegación ha filtrado el dato es para poder decir que si no se llega a esa cifra ha sido un fracaso porque no hemos cumplido expectativas", denuncia Maestre, que sigue firmemente la táctica que está utilizando el partido de rehuír el baile de cifras. No obstante, la comparación con anteriores manifestaciones es inevitable. En 2012, por ejemplo, la conmemoración del primer aniversario del movimiento 15-M que se celebró el 12 de mayo congregó a un mínimo de 79.000 personas entre las que se dispusieron en la Puerta del Sol y las que se concentraron en las calles aledañas, según calculó el diario 20 Minutos multiplicando la superficie de la plaza por el número de manifestantes estimado por metro cuadrado.
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Los líderes no marcharán en la cabecera
Otra concentración que se llevó a cabo recientemente en la céntrica plaza madrileña fue la manifestación por la república convocada en los días posteriores a la abdicación del rey Juan Carlos. Esa protesta fue secundada, según las cifras que ofreció entonces la Policía, por tan sólo 10.000 personas, si bien fuentes del cuerpo elevaron posteriormente esta cifra a 20.000 en declaraciones al diario El País. Las Marchas de la Dignidad de marzo de 2014 fueron, por contra, mucho más multitudinarias, aunque el baile de cifras se repitió: la marcha que se desarrolló en los aproximadamente dos kilómetros que separan la Estación de Atocha y la Plaza de Colón de Madrid acogió a dos millones y medio de personas según la organización y a tan sólo 50.000 según la Delegación del Gobierno.
Sin embargo, Podemos quiere distanciarse de las interpretaciones basadas estrictamente en el número de asistentes y tampoco quiere que se asocie su marcha con una manifestación partidista, a pesar de que han rechazado confluir con otras fuerzas políticas o sociales para celebrarla. "Todo el mundo está invitado, independientemente de lo que vote o de dónde venga", asegura Pablo Iglesias en una carta enviada a los militantes con motivo del acto. "El 31 de enero el protagonismo debe ser de la gente, de todas esas personas que, pese a las adversidades económicas, sociales y políticas, representan los mejor de este país y sus capacidades", afirmaba a este respecto el secretario general. Por ello, ninguno de los líderes marchará en la cabecera de la expedición.
El Día D para Podemos ha llegado. Este sábado, el partido tratará de dar un golpe sobre la mesa en las calles de Madrid llenando un lugar tan céntrico como es la Puerta del Sol, símbolo por excelencia del 15-M y, aunque se resisten a facilitar una cifra estimada de asistencia, Delegación del Gobierno de Madrid lo hace por ellos: la previsión de los organizadores es de atraer 100.000 personas, según consta en la comunicación que enviaron hace varias semanas para informar sobre la marcha.