Las mentiras, medias verdades y preguntas sin responder sobre la empresa que Ayuso ocultó a la Asamblea de Madrid

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La airada reacción de Isabel Díaz Ayuso tras las informaciones de infoLibre sobre cómo se ha visto obligada a rectificar la declaración de bienes tras haber ocultado el nombre de su empresa privada se disparó este viernes. Durante una rueda de prensa y ante una pregunta sobre el asunto, la presidenta de Madrid y candidata a la reelección arrancó diciendo que no iba a comentar "el bulo de Podemos". Usó exactamente esos términos pese a que, después de 32 horas de espera, fueron sus portavoces de comunicación quienes anunciaron el miércoles por la noche a este periódico que Ayuso enviaría una "subsanación" a la Asamblea de Madrid. "Se interpretó –fue entonces la respuesta oficial– que en la [declaración] de la Asamblea solo se pedía la descripción de la sociedad (SL), no el nombre". Pero el formulario que todos los miembros de la Cámara regional deben cumplimentar como mínimo al inicio y al final del mandato no admite interpretaciones: exige de forma expresa que se especifique "el nombre de la sociedad o la entidad" con que tienen vínculos accionariales si esta no cotiza en Bolsa o en algún otro mercado organizado. A tenor del relato oficial, ni Ayuso ni ningún alto cargo o asesor había detectado o le había avisado de lo que indica el formulario en su nota 7.

Al ocultar ahora que el origen de la información publicada son las declaraciones de bienes, de acceso libre para cualquier ciudadano, Ayuso emprendió en la rueda de prensa una carrera jalonada por mentiras, medias verdades y preguntas sin responder. Los principales hitos de un trípode son los que siguen. Y en la base se solapa lo sucedido ahora con sus declaraciones de bienes con lo que una investigación de infoLibre destapó en 2019 sobre la inoperancia de Avalmadrid, sociedad semipública de garantías, tras el impago de un macrocrédito que había sido concedido al padre de Díaz Ayuso y sus socios.

De la empresa fantasma a la "sociedad que estaba en la declaración, es la misma de siempre"

En los tres años y medio transcurridos entre el 5 de octubre de 2017 y el pasado 14 de abril, Isabel Díaz Ayuso ha registrado seis declaraciones de bienes y rentas. La primera la presentó en calidad de viceconsejera de Presidencia y Justicia. Y la última es la que rectifica, subsana o modifica la depositada seis días antes en la Asamblea de Madrid: solo en esta y tras las dos palabras que se habían convertido en una coletilla o leit motiv ("sociedad limitada") aparece el nombre de la mercantil Sismédica SL, cuyo accionariado se sigue repartiendo al 50% con su hermano. Y aparece porque la presidenta se vio obligada a rectificar su contenido. Aunque la firma digital deja claro que esa última declaración entró en el registro de la Cámara el día 14, Ayuso la ha fechado no ese día sino el 8, como si la que hubo de corregir no hubiera existido.

Ese bagaje de seis declaraciones lo conforman una como viceconsejera, dos como presidenta y tres como diputada. Salvo en la última, en ninguna de ellas ningún ciudadano habría encontrado ni siquiera con microscopio el menor rastro de Sismédica SL. Sin embargo, Ayuso proclamó este viernes lo que sigue: "No voy a volver a entrar en cuestiones que son mentira y, sobre todo, por una sociedad que estaba ahí precisamente en la declaración [de bienes]". "Es la misma de siempre", añadió a renglón seguido cerrando el bucle de una afirmación directamente falsa.

"Están hablando de una empresa que no es una empresa, que es una sociedad limitada"

Para engarzar su afirmación sobre lo que la máxima responsable de la Comunidad de Madrid definió como "el bulo de Podemos", Ayuso optó por un relato que la presenta como víctima: "Están a la desesperada, una y otra vez atacando a mi familia, atacando mi honor, hablando de una empresa que no es una empresa, que es una sociedad limitada que se me murió con mi padre". En España, y según la web especializada statista.com, la inmensa mayoría de las mercantiles españolas son sociedades limitadas: 92.010 en 2019. Porque el grueso de las empresas son pymes. Pero son empresas: poseer el rango de limitada y no de anónima en absoluto priva a ninguna entidad de su carácter empresarial. Por qué Ayuso trata de demostrar que Sismédica SL "no es una empresa" se integra por partida doble en el capítulo de las incógnitas. Por qué insiste en que Sismédica SL está "muerta" se encuadra en el de las falsedades, como se desprende del siguiente apartado.

"Una sociedad que está muerta"

Según Ayuso, a Sismédica SL hay que definirla así: una sociedad "que está muerta, que no tiene actividad". Publicar que la ocultó, vino a añadir a renglón seguido omitiendo que existió tal ocultación, "es más de lo mismo": "Intentar desprestigiarme y atacar a mi familia".

Pero empecemos por algo que se sitúa en el párrafo anterior: que la empresa –Sismédica SL, cuyo nombre no salió de sus labios ni una vez a lo largo de la rueda de prensa– "murió" al mismo tiempo que el padre de Ayuso. Pero no es así: el progenitor de la presidenta falleció en 2014. Y Sismédica SL había pasado a pertenecer a Isabel Díaz Ayuso y a su hermano dos años antes, en abril de 2012. Fue entonces cuando el padre de ambos se la traspasó mediante donación.

En aquellas fechas, Sismédica poseía en la capital madrileña una oficina de 180 metros cuadrados en un edificio muy próximo a la M30. Leonardo Díaz, padre de la presidenta y entonces subordinada de Esperanza Aguirre, se arriesgaba a un mazazo por culpa de una deuda impagada a Avalmadrid, una sociedad de garantía semipública. Al pasar la empresa Sismédica a sus hijos, nadie –salvo que se hubiera determinado la existencia de algún tipo de fraude a los acreedores, cosa que no ocurrió– aquella oficina de casi 200 metros cuadrados quedaba a salvo. Años más tarde, terminó en poder de un banco por otra deuda. Aquella pérdida se produjo en 2017. Habían transcurrido cinco años desde el cambio de titularidad de Sismédica. Y tres desde la muerte del padre de Díaz Ayuso. La compañía, por tanto, no desapareció en ningún caso al mismo tiempo que quien años antes la había constituido junto con otros socios a los que le unían intereses comunes en un grupo de sociedades. Entre ellas, MC Infortécnica, la beneficiada por un préstamo de 400.000 euros obtenido gracias a Avalmadrid.

La historia de Avalmadrid con la familia Ayuso había comenzado en marzo de 2011, cuando una empresa donde el padre de la presidenta ostentaba el 25% de las participaciones –MC Infortécnica– obtuvo un crédito de 400.000 euros. A finales de ese año debía hacerse el primer pago. No hubo tal pago. Ni en aquel momento ni en ningún otro. Pero ninguna propiedad de los deudores fue embargada por Avalmadrid. Ni la oficina de Sismédica ni la vivienda cuya titularidad había recaído, también por donación, en Isabel Díaz Ayuso. Esa primera donación se produjo en octubre de 2011, en vísperas de expirar el plazo del primer pago a Avalmadrid. 

"No tiene actividad"

Que el último ejercicio en que Sismédica SL presentó las cuentas anuales del año anterior fuese 2014 en absoluto significa que a partir de ahí estuviese "muerta" y "sin actividad". Otra cosa es que la ausencia de balances anuales infringe la normativa mercantil y, según los expertos consultados, genera inquietud en cuanto a la seguridad jurídica de las operaciones en que participe: "Si vas a hacer negocios con alguien, lo que hace cualquiera es mirar antes las cuentas anuales", asegura un jurista que al conocer que la pregunta está relacionada con la dirigente madrileña del PP pide no ser identificado.

Dado que faltan las cuentas del Registro Mercantil, agrega el experto, resulta imposible conocer a qué se dedica esa sociedad y de qué activos dispone. Salvo que su trayectoria resulte visible, tampoco resulta factible averiguar si trabaja solo en el ámbito nacional o también en el internacional. Ni si actúa en el sector al que apunta su denominación social –el sanitario– o en el que su información mercantil señala como prioritario: el alquiler de bienes inmuebles y la tenencia de activos financieros. Sostener que "no tiene actividad" puede ser falso o cierto. Nadie salvo sus propietarios lo saben a ciencia cierta. Y saben también por qué no la han disuelto todavía. Según el INE, solo en febrero de este año se disolvieron 2.501 sociedades. Sismédica no figura en ese abultado paquete. ¿Por qué no se ha disuelto aún? Es la principal incógnita. Ayuso no piensa resolver el enigma. Así se infiere de la respuesta que este viernes por la tarde facilitaron sus portavoces: "Está ya todo explicado".

"Lo han llevado a los tribunales y ni siquiera lo han admitido a trámite"

En su discurso de este viernes ante los periodistas, Ayuso trazó una madeja donde mezcló los argumentos sobre su declaración de bienes con el préstamo de Avalmadrid a una sociedad en la que su padre participaba con un 25%. "Desde que soy candidata están siempre con lo mismo. Lo han llevado a los tribunales y ni siquiera lo han admitido a trámite. Es el estilo comunista para intentar desprestigiar al adversario. Y como no pueden hacerlo por los caminos políticos, pues intentan ir por el honor de las personas". 

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Con esta mezcla que sitúa en Unidas Podemos el germen de las informaciones publicadas por infoLibre, Ayuso eludía de nuevo explicar por qué en ninguna de las seis declaraciones de bienes que ha presentado desde octubre de 2017 ha desvelado que la "sociedad limitada" era Sismédica. Paradójicamente, y a tenor de lo estipulado para cada formulario, solo venía obligada a hacerlo ante la Asamblea de Madrid y no en las firmadas como presidenta del Gobierno regional. 

Eludía de nuevo dar explicaciones sobre su declaración de bienes e introducía una media verdad: que el tema se había "llevado a los tribunales y ni siquiera lo han admitido a trámite". En realidad, y ante la sospecha de que las donaciones del padre de Díaz Ayuso a su hija podrían implicar un delito de alzamiento de bienes, es decir, una maniobra destinada a eludir un embargo, Más Madrid acudió a la Fiscalía. El ministerio público decidió no investigar el tema al entender que no había indicios de delito, en una resolución firmada por la número dos de Anticorrupción, Belén Suárez Pantín, que contenía al menos cinco datos que no eran ciertos.

El caso dio origen a una comisión de investigación en la Asamblea de Madrid. Sobre la mesa estuvieron, entre otros hechos, las donaciones del piso a Isabel Díaz Ayuso y de la sociedad Sismédica SL. Poco antes de que la presidenta convocase elecciones, la Asamblea decidió que el pleno debatiría y votaría las conclusiones alcanzadas tanto por Ciudadanos como por Vox en el seno de la comisión. PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos optaron por apoyar con sus votos tales conclusiones para que el asunto no quedara bloqueado y pudiese llegar a pleno. El final abrupto de la legislatura dio al traste con ese plan. La Cámara madrileña no llegó a emitir ninguna resolución sobre si la familia de Isabel Díaz Ayuso había recibido o no trato de favor por parte de Avalmadrid.

La airada reacción de Isabel Díaz Ayuso tras las informaciones de infoLibre sobre cómo se ha visto obligada a rectificar la declaración de bienes tras haber ocultado el nombre de su empresa privada se disparó este viernes. Durante una rueda de prensa y ante una pregunta sobre el asunto, la presidenta de Madrid y candidata a la reelección arrancó diciendo que no iba a comentar "el bulo de Podemos". Usó exactamente esos términos pese a que, después de 32 horas de espera, fueron sus portavoces de comunicación quienes anunciaron el miércoles por la noche a este periódico que Ayuso enviaría una "subsanación" a la Asamblea de Madrid. "Se interpretó –fue entonces la respuesta oficial– que en la [declaración] de la Asamblea solo se pedía la descripción de la sociedad (SL), no el nombre". Pero el formulario que todos los miembros de la Cámara regional deben cumplimentar como mínimo al inicio y al final del mandato no admite interpretaciones: exige de forma expresa que se especifique "el nombre de la sociedad o la entidad" con que tienen vínculos accionariales si esta no cotiza en Bolsa o en algún otro mercado organizado. A tenor del relato oficial, ni Ayuso ni ningún alto cargo o asesor había detectado o le había avisado de lo que indica el formulario en su nota 7.

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