Representantes de todos los grupos parlamentarios han guardado este miércoles un minuto de silencio en la llamada Puerta de los Leones del Congreso para condenar el bombardeo de Gernika en la Guerra Civil, del que este año se cumple su 80 aniversario, y para honrar a sus víctimas.
El PNV había convocado este homenaje a las cuatro de la tarde, hora en la que comenzaron el 26 de abril de 1937 los ataques en Gernika, que fue destruida por la aviación alemana e italiana al servicio del régimen de Franco, y ha conseguido reunir a diputados de todo el arco parlamentario.
Entre otros, han estado presentes tres miembros de la Mesa del Congreso, Micaela Navarro (PSOE), Gloria Elizo y Marcelo Expósito (Unidos Podemos). También se ha visto al diputado vasco del PP Leopoldo Barreda, miembro de la dirección del Grupo Popular; al secretario general del Grupo socialista, Miguel Ángel Heredia; y al líder de Podemos, Pablo Iglesias, así como a diputados de ERC, PNV, PDeCAT, Compromís, Bildu y Coalición Canaria, entre otros.
Falta un "gesto" del Gobierno
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Al término del minuto de silencio, el portavoz parlamentario de los nacionalistas vascos, Aitor Esteban, ha agradecido que todos los grupos hayan querido recordar lo que supuso el bombardeo de Gernika y honrar a las víctimas de aquella "atrocidad".
Esteban ha admitido que ha echado en falta durante todos estos años un "gesto" de los sucesivos gobiernos ante este "cruento" bombardeo en Gernika. De hecho, el pasado fin de semana, el PNV llegó a censurar al actual Ejecutivo que no haya sido capaz de dar ese paso lo que, a su juicio, llevaría a la "convivencia" y la "reconciliación".
Precisamente el PP tumbó el pasado mes de febrero en el Senado, donde tiene mayoría absoluta, una moción impulsada por el PNV que instaba al actual Gobierno a pedir disculpas a la población vizcaína de Gernika por el bombardeo y a reconocer "la responsabilidad del Estado".
Representantes de todos los grupos parlamentarios han guardado este miércoles un minuto de silencio en la llamada Puerta de los Leones del Congreso para condenar el bombardeo de Gernika en la Guerra Civil, del que este año se cumple su 80 aniversario, y para honrar a sus víctimas.