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El MIR adelanta un futuro con una atención primaria cada vez más raquítica y con más médicos sin plaza

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Con la de este año, ya han sido tres las elecciones de plaza de los médicos internos residentes con la nueva normalidad que nos ha dejado la pandemia. También con la de este año, ya han sido tres en los que los MIR han levantado la voz para clamar contra el método de elección y contra la precariedad laboral a la que, denuncian, están sometidos durante sus años de residencia. Este 2022 se han adjudicado 7.970 plazas para 9.932 médicos que habían superado la nota de corte. Como de costumbre, Dermatología, Cirugía Plástica y Cardiología han sido las tres especialidades preferidas, agotando sus plazas (115, 51 y 190, respectivamente) en los primeros días de adjudicación. También como de costumbre, ha habido especialidades, como la de Medicina Familiar y Comunitaria, que han quedado sin cubrir y ha habido titulados que no han podido decidir dónde y en qué especializarse. Dos aspectos preocupantes porque adelantan cuál es el futuro de la sanidad en España. "Pinta un poco negro", lamenta Vicente Matas, coordinador del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada.

Para entender la predicción, Matas cree que es importante conocer el contexto. Actualmente, la mayoría de médicos especialistas que se encuentran en ejercicio pertenece a las promociones que terminaron la carrera de Medicina en los años 80. Son la generación del baby boom que ahora está a punto de jubilarse. "Esas promociones eran muy numerosas, pero ahora les toca retirarse", explica. Lo harán en los próximos años. Según la estimación de su Centro de Estudios, se prevé que la cifra de jubilaciones al año ronde las 8.000. A 31 de diciembre de 2020 había, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) elaborados a partir de los Colegios de Médicos, 80.720 médicos activos mayores de 55 años.

Con este escenario, lamenta Matas, lo que había que haber hecho es aumentar las plazas para los médicos internos residentes. "No ha habido una planificación coherente, al revés, se han tomado medidas contrarias a lo que había que hacer. En 2014 y 2015 había que haber incrementado el número de plazas, porque se preveía un alto porcentaje de jubilaciones, pero en lugar de eso se disminuyeron. Lo dijimos y, tras mucho insistir, en los tres últimos años sí crecieron las plazas, pero de manera insuficiente y, además, tarde", critica.

Según el informe que ha elaborado el centro de estudios que coordina, se adjudicaron 7.987 plazas en 2021, 7.615 en 2020, 6.797 en 2019, 6.513 en 2018 y 6.324 en 2017. El problema es que siempre hay más aspirantes, obligando a un porcentaje de ellos a no obtener plaza, un requisito indispensable para trabajar en la sanidad pública española. Como reflejan los datos, hubo 10.805 en 2021, 12.172 en 2020, 11.204 en 2019, 11.292 en 2018 y 10.549 en 2017.

Pero hay otro problema. Otros 531 aspirantes no tuvieron posibilidad ni de elegir plaza, o bien por no superar la nota de corte o bien por el cupo reservado a que se especialicen médicos extracomunitarios, profesionales que luego abandonan nuestro país para ejercer en el suyo. Por otro lado, no se presentaron al examen 1.232 personas, en muchos casos por dar positivo en covid "y no habilitar el Ministerio un lugar seguro para hacer el examen, cuando ya se puede acudir a cualquier lugar positivo con mascarilla", critica el centro de estudios de Matas. Todos ellos son, ahora, médicos sin especialidad que, en síntesis, pierde la sanidad pública.

La elección en diferido, el abandono de plaza y las especialidades desiertas

Se ven en la misma situación, además, quienes, una vez obtenida la plaza, deciden abandonarla o, directamente, no tomar posesión de ella. Y en esto tiene mucho que ver el sistema de elección de plaza que, a consecuencia de la pandemia, dejó de ser a tiempo real. Las protestas de los MIR y de la profesión médica en general han sido sucesivas, pero a pesar de ello a día de hoy el Ministerio de Sanidad no ha modificado nada. "Es un desastre y desde que se utiliza hay muchas más plazas sin cubrir", se queja María José Campillo, responsable de Finanzas de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos y médico en Murcia. Como explica, en los turnos de últimas plazas, los aspirantes se ven obligados a ordenar, por preferencia, un total de 2.000 vacantes, lo que dificulta la elección y deja, al final, algunas especialidades desiertas de médicos. "Nada impide volver a la presencialidad y al tiempo real, un método en el que la gente sabe lo que elige. Esto solo dificulta las cosas", continúa Campillo.

De ese modo, añade, no ocurriría lo que ha ocurrido este año: 218 plazas no han sido adjudicadas. De ellas, el 92% son de Medicina Familiar y Comunitaria, que ha dejado 200 plazas vacantes. "Es la base de nuestro sistema sanitario [...] y es la especialidad que garantiza la equidad y el acceso a la salud hasta en el hogar más alejado del pueblo más aislado", lamenta el Sindicato Médico de Granada en su informe. Pero nunca es de las favoritas.

Aun así, es la que ha ofertado un mayor número de plazas: el 26,8% de las adjudicadas este año. En números redondos, 2.336. Por comunidades autónomas, según los datos de Sanidad recogidos por el Sindicato Médico de Granada, la mayoría de plazas de medicina de familia sin cubrir están en Cataluña (71 plazas vacías, de las cuales 55 están en Barcelona), seguida de Castilla y León (45, de las cuales 12 están en Soria) y Extremadura (40, de las que 25 están en Cáceres).

Según lamenta Campillo, no es raro que esto ocurra. "Estas plazas no tienen ningún atractivo. Las condiciones son penosas, ven a los enfermos en un tiempo de entre tres y cinco minutos y las quejas son constantes. Es importante invertir en este área que permita tener una plantilla adecuada", reclama. Y que se conozca la especialidad. "En las facultades no hay ninguna asignatura que la estudie, así que el atractivo es nulo", insiste.

El Sindicato Médico de Granada también lo explica en su informe. "Posiblemente el principal motivo de la falta de atractivo de la especialidad para los nuevos médicos sea el poco conocimiento que tienen de la especialidad, precisamente por la poca presencia de Atención Primaria en las facultades de Medicina. Paradójicamente, también puede influir el conocimiento que los aspirantes tienen sobre las condiciones laborales, profesionales, retributivas, etc. que padecen los médicos de Atención Primaria y que son manifiestamente mejorables", recoge.

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Según ha denunciado recientemente Amnistía Internacional, ninguna comunidad española cumple con la directriz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que insta a invertir el 25% del presupuesto sanitario en este servicio. El escaso presupuesto de la atención primaria, no obstante, es endémico. Como publicó infoLibre, el porcentaje de inversión sanitaria en atención primaria cayó de 2009 a 2019 del 14,9% al 14,2%. Una falta de inversión que se tradujo en 2019 en una ratio de médicos de 0,78 por cada 1.000 habitantes y de 0,7 enfermeros por cada millar de habitantes, por debajo de la media de la OCDE y a mucha distancia de Portugal –más de 2–, Bélgica, Francia o Irlanda.

Además, más del 41% de los médicos de familia tenían, antes de la pandemia, cupos superiores a los 1.500 pacientes, frontera que Sanidad cree que no debe superarse. El futuro de la Atención Primaria era antes del covid ya "preocupante", según el estudio del Ministerio de Sanidad Estimación de la oferta y demanda de médicos especialistas 2018-2030Sólo un 13% de los sanitarios tienen menos de 39 años y en 2017 sólo el 6,9% de los contratos de los médicos de familia fueron indefinidos.

"Desde el foro de médicos de Atención Primaria [...] se propone un verdadero impulso a este nivel asistencial como la mejor forma de hacer sostenible, más eficiente y resolutivo nuestro sistema sanitario", explica el Sindicato Médico de Granada. "Para ello es necesario incrementar paulatinamente la parte del presupuesto sanitario dedicado al primer nivel asistencial hasta llegar al 20-25% del total lo antes posible", añade la organización.

Con la de este año, ya han sido tres las elecciones de plaza de los médicos internos residentes con la nueva normalidad que nos ha dejado la pandemia. También con la de este año, ya han sido tres en los que los MIR han levantado la voz para clamar contra el método de elección y contra la precariedad laboral a la que, denuncian, están sometidos durante sus años de residencia. Este 2022 se han adjudicado 7.970 plazas para 9.932 médicos que habían superado la nota de corte. Como de costumbre, Dermatología, Cirugía Plástica y Cardiología han sido las tres especialidades preferidas, agotando sus plazas (115, 51 y 190, respectivamente) en los primeros días de adjudicación. También como de costumbre, ha habido especialidades, como la de Medicina Familiar y Comunitaria, que han quedado sin cubrir y ha habido titulados que no han podido decidir dónde y en qué especializarse. Dos aspectos preocupantes porque adelantan cuál es el futuro de la sanidad en España. "Pinta un poco negro", lamenta Vicente Matas, coordinador del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada.

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