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La 'misión Hohlmeier' se va sin lograr el ruido que alentaba el PP con sus dudas sobre los fondos de la UE

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De vuelta a Bruselas, sin escándalos y sin titulares contra el Ejecutivo español. La ‘misión Holhmeier’ del Parlamento Europeo acabó este miércoles su trabajo de control sobre los fondos europeos en España con la principal conclusión de que no se han encontrado ni fraudes ni infracciones. Un vacío para buena parte de la derecha política y mediática nacional que venía calentando este viaje como arma contra La Moncloa.

La delegación del Parlamento Europeo, formada en su mayoría por miembros conservadores, realizó sus trabajos en Madrid durante tres días, liderados por Monika Holhmeier, diputada alemana del PPE, que llevaba semanas cargando duramente contra el Gobierno español y sembrando dudas sobre la ejecución de los fondos, a pesar del aval repetido de la Comisión Europea.

Y su visita llegaba de manera paralela a la concesión por parte de la Comisión del tercer paquete de fondos Next Generation para España, con un monto de 6.000 millones. Este miércoles la presidenta de la delegación ofreció las conclusiones, con la principal idea de que no hay ni fraude ni infracción. Con un tono rebajado respecto a sus entrevistas anteriores en ABC o en OK Diario, Hohlmeier sostuvo: “No hay perspectiva de cortarle el grifo a España”.

La delegación no ve infracciones y pone algunos 'peros'

Durante días la derecha mediática y política española venía calentando este viaje. Pero no sólo la conclusión ha aguado la fiesta conservadora, sino que tampoco se ha conseguido otro de los fines: marcar la agenda política española. Su paso por el país no tuvo repercusión en las durísimas sesiones de control al Gobierno en el Senado y en el Congreso y no monopolizó el huracán preelectoral que sacude el país con la vista puesta en las elecciones autonómicas y municipales del 28M, el día que se juegan más puestos políticos. Incluso el PP, que ha azuzado en Bruselas el tema desde hace tiempo, evitó hacer de esta visita su bandera estos días.

La misión del Parlamento Europeo, con clara mayoría conservadora en su composición, había diseñado una agenda en la que había citas con la vicepresidenta Nadia Calviño y los ministros María Jesús Montero y José Luis Escrivá, y con un especial peso para las patronales y consultoras. Además, se entrevistaron con periodistas principalmente del arco conservador (ABC, El Mundo y The Objective).

La delegación se va sin detectar fraude ni infracciones, con la jefa de la misión destacando que España fue el primer país en recibir un pago basado en el rendimiento del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y “se ha presentado como líder en la ejecución de los fondos”.

Los peros que pone son de retraso en el sistema de control, pidiendo una mayor interoperabilidad en los sistemas de control (conocidos como COFFEE y Minerva). Considera que la información no es fácil de conseguir para los ciudadanos y los periodistas. Las otras recomendaciones que ha hecho la misión, que no tiene un papel ejecutivo sobre los fondos, es “quitar trabas burocráticas” y el refuerzo del diálogo con algunas autonomías. Esto venía principalmente por la Comunidad de Madrid, cuyo consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Javier Fernández-Lasquetty, dijo a los miembros de la misión que el Ejecutivo no les había hecho “ni caso” y que el sistema de conferencias sectoriales “no está funcionando como un mecanismo de cogobernanza”.

"Se van de vacío"

La sensación que traslada el Gobierno tras el paso de la misión, según fuentes consultadas, es que se ha demostrado el trabajo bien hecho con los fondos europeos, donde España es el alumno aventajado con tres pagos ya por parte de la Comisión, sumando 31.000 millones de euros. Y recuerdan que el sistema de control de los mismos ha sido validado por la propia Comisión Europea, que lo respaldó públicamente en el comunicado que emitió el viernes por la tarde con el desembolso de los últimos 6.000 millones de euros. También en el Ejecutivo resaltan cómo ha bajado el tono de Hohlmeier respecto a las semanas anteriores. 

En el Gobierno español entienden que esto refuerza todavía más la apuesta por los fondos europeos, a pesar de las dudas que se han querido sembrar desde algunos sectores. Y se trata, según fuentes gubernamentales, también de una pugna que hay entre conservadores europeos para que estas partidas no se conviertan en estructurales.

Fuentes de La Moncloa resumen así la visita: “La derecha y la ultraderecha pretendían usar esta misión para hacer daño a España y se van de vacío”. “España lidera el despliegue de los fondos europeos a la Unión Europea. Acabamos de recibir la confirmación del tercer desembolso”, añaden.

La posición de Hohlmeier ha contrastado durante este tiempo con la de su compañera de partido Ursula Von der Leyen, también alemana y conservadora pero firme defensora de los fondos y que ha celebrado en todo momento el papel de España. A pesar de que la misión decía ir a Madrid a controlar los fondos, desde la izquierda europea se ha denunciado la “politización” que buscaban los conservadores.

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La misión estaba formada en su mayoría por conservadores, como la propia Hohlmeier y los miembros del PPE José Manuel Fernandes e Isabel Benjumea, además de Jorge Buxadé (Vox) y las parlamentarias de Cs Eva María Poptcheva y Susana Solís. Por parte progresista acudieron las socialistas Isabel García, Caterina Chinnici y Eider Gardiazabal, además de Ernest Urtasun (En Comú Podem). Sus conclusiones no son vinculantes, pues el mecanismo depende de la Comisión y del acuerdo con los estados miembros.

Durante la reunión con Nadia Calviño, Hohlmeier la interpeló por la reforma del delito de malversación, además de hacerlo posteriormente con María Jesús Montero. Fuentes gubernamentales entienden que lo hizo con intencionalidad política. En la rueda de prensa la eurodiputada pidió al Gobierno “tolerancia cero” con la corrupción. Se da la circunstancia de que la política bávara está implicada en un caso de corrupción en su país, donde una amiga suya de infancia ingresó en prisión provisional por haber ganado 48 millones de euros intercediendo con las autoridades para la compra de material sanitario, en un escándalo similar al caso mascarillas. Y en 2005 tuvo que dimitir, además, de su puesto como titular de Educación de Baviera por el fraude electoral en su elección como líder de la CSU en Munich.

Después de la visita de los miembros de la misión, la más crítica fue Isabel Benjumea (PP), una de las personas más cercanas a Pablo Casado en la anterior etapa y que se ha movido mucho por los pasillos de Bruselas para hacer ruido contra el Gobierno español. Ella siguió con la teoría de que “a día de hoy seguimos sin saber exactamente cuánto se ha gastado en los fondos de recuperación” y “sin tener listados de beneficiarios finales, es decir, quiénes están siendo receptores”. Sus palabras no tuvieron ni eco en las redes oficiales de los populares, que centraron comunicativamente el día en las peticiones de cese de Irene Montero por el ‘sí es sí’ y en la negativa del Ministerio de Defensa a que Núñez Feijóo visite a las tropas españolas en Letonia.

De vuelta a Bruselas, sin escándalos y sin titulares contra el Ejecutivo español. La ‘misión Holhmeier’ del Parlamento Europeo acabó este miércoles su trabajo de control sobre los fondos europeos en España con la principal conclusión de que no se han encontrado ni fraudes ni infracciones. Un vacío para buena parte de la derecha política y mediática nacional que venía calentando este viaje como arma contra La Moncloa.

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