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Monte Rushmore, un icónico monumento que tardó 14 años en construirse

Monte Rushmore.

Curro Oñate (Agencia SINC)

El 31 de octubre de 1941 finalizó la construcción del Monte Rushmore, icónico monumento con los rostros de 4 presidentes estadounidenses (George Washington, Thomas Jefferson, Theodore Roosevelt y Abraham Lincoln) tallados en una montaña de granito.

La idea de crear un lugar que elogiara la historia de EEUU y fomentase el turismo partió del historiador Doane Robinson. El escultor Gutzon Borglum, máximo responsable de la obra, fue quien propuso tallar los rostros de los presidentes y comenzó su trabajo en 1927.

El lugar elegido fue el monte Rushmore (Dakota del Sur) por varias razones: su altura de 1.500 metros, la composición de fino granito que permitía ser tallada y porque contaba con muchas horas de luz para destacar en el paisaje.

Borglum planificó concienzudamente su trabajo. Realizó varios modelos en yeso y, tras decidirse por uno, tomó las medidas necesarias y marcó los lugares precisos donde había que perforar. Después trasladó las medidas a la montaña, de escala 12 veces mayor.

La obra duró 14 años y contó con la participación de cerca de 400 trabajadores. En la primera fase se dio forma a la superficie de la montaña y usaron dinamita para detonaciones controladas en puntos estratégicos. En total, se deshicieron de cerca de medio millón de toneladas de piedra.

En la segunda fase se tallaron los enormes bustos de 18 metros. Los trabajadores, casi todos expertos en cantería y minería, pasaban horas suspendidos con cuerdas y arneses a más de 70 metros de altura. Empleaban instrumentos pesados como martillos neumáticos y taladros.

Dar expresividad a los rostros en esa escala fue todo un reto que necesitó un toque maestro: Borglum dio a los ojos un destello de vida tallando una columna de granito de medio metro en las pupilas. Así, la luz solar forma un juego de luces y sombras, creando una mirada más real.

Gutzon Borglum no llegó a ver su obra completa ya que falleció unos meses antes de la finalización. Fue su hijo Lincoln Borglum, que en aquel momento era un adolescente, quien supervisó los trabajos finales de la obra.

Tras las cabezas de los cuatro presidentes se esconde un pequeño secreto que casi nadie conoce: una cámara secreta conocida como la Sala de Actas o Hall of Records que contiene una caja sellada. No es accesible al público, ya que está cerca de los acantilados y es peligroso.

El mantenimiento del monumento supone un desafío para los conservadores, ya que es necesario escalar la montaña para limpiar las esculturas y eliminar los líquenes. En 2005 fue la primera vez en la historia del monumento que se limpió con agua a presión.

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Hay cierta polémica alrededor del monumento Monte Rushmore, dado que se sitúa en las Colinas Negras, pertenecientes originalmente a las tribus Sioux. Actualmente hay tribus indígenas que afirman que se trata de un lugar sagrado y lo ven como un símbolo de injusticia.

Desde su inauguración el Monte Rushmore ha sido uno de los atractivos turísticos más populares de EE UU. Cada año recibe una media de 3 millones de visitas. 

Este artículo fue publicado originalmente en la Agencia Sinc, la agencia de noticias científicas de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología.

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