En un debate a nueve siempre es difícil destacar. Demasiadas intervenciones, temas y acusaciones cruzadas. Pero la candidata de Podemos, Irene Montero, lo consiguió en el de RTVE. La exministra de Igualdad, uno de los rostros más conocidos del debate, se juega la supervivencia de su propio partido el próximo domingo y, siguiendo la estela de la campaña, supo colocar su mensaje, confrontar con los candidatos de la derecha y desmarcarse de PSOE y Sumar.
Ataviada con la bandera palestina, la número dos de Podemos exigió a la candidata socialista, Teresa Ribera, que explicase por qué España no ha roto relaciones “comerciales y diplomáticas con Israel” pese a haber retirado al embajador de Argentina y le pidió que reconociera que “lo que Israel está haciendo es genocidio”. También confrontó por el mismo tema con el candidato de Ciudadanos, Jordi Cañas. “Este país tiene que decir alto y claro 'no a la guerra' y votar por la paz”, incidió la dirigente morada, después de que Cañas evitara calificar de “genocidio” la masacre perpetrada por Israel en Gaza.
Fue, además, la protagonista de varios rifirrafes con Jorge Buxadé, candidato de Vox, a cuenta de la violencia machista, la migración o la financiación de la formación ultraderechista. “Se quejan ustedes de globalismo pero fueron ustedes fundados con un millón de euros de Irán, otra de las fundaciones que participó en su impulso tiene miembros de la oligarquía putinista. A ustedes el globalismo de los fachas les encanta", zanjó.
Montero y Galán exponen la xenofobia de Vox
Montero logró eclipsar también a la candidata de Sumar, Estrella Galán, proveniente del tercer sector y sin experiencia previa en política institucional. Aunque Galán es experta en cuestiones migratorias tras estar décadas al frente de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) no encontró su hueco en ese bloque, si bien ambas acusaron al candidato ultraderechista de racismo tras asegurar Buxadé que “el principal reto” de Europa es la inmigración ilegal y defender que “el mejor plan de seguridad” es el de Marruecos por “vaciar sus cárceles” y “enviarnos sus delincuentes”.
El candidato ultra tiró de argumentario para asegurar que "hay una relación directa entre inmigración ilegal y delincuencia” y acusó a Galán de gastar la mitad de los fondos de la organización que dirigía en sueldos. "Llevo 25 años trabajando en materia de derechos humanos y la única amenaza que tiene Europa son ustedes. El fascismo, la ultraderecha", le contestó la candidata de Sumar, que lamentó que tanto Buxadé como Jordi Cañas "criminalizaran a las personas migrantes": "Las personas migrantes aportan una gran riqueza", zanjó.
Por su parte, Cañas también vinculó inmigración y delincuencia en su réplica a Irene Montero. "Es muy bonito el buenismo cuando uno vive en un chalet en Galapagar, pero es muy diferente cuando uno vive en un barrio popular o en un barrio obrero", señaló. "Tengo yo más inmigrantes en la puerta de casa, que tú en la tuya seguro, ¿vale? O sea que a mi no me des lecciones tú tampoco. Vente un día a mi casa", añadió.
Ribera evita el choque con la izquierda y carga contra el PP
En la primera parte del debate, Montero se disputó el protagonismo con Ribera. La ministra para la Transición Ecológica fue la rival a batir por el resto de candidatos. Desde las continuas apelaciones de Dolors Montserrat (PP) a la amnistía o al caso de Begoña Gómez, a las críticas de sus socios de Gobierno por no hacer lo suficiente para que las lenguas cooficiales de España lo sean también en la Unión Europea y también por parte de Estrella Galán (Sumar) para “ser zurdos en las leyes y no en las cartas”.
La candidata del PSOE supo lucirse especialmente en el bloque sobre medio ambiente y las medidas tomadas por su departamento durante la pandemia, como la excepción ibérica. “Echamos de menos el patriotismo del PP cuando el precio de la energía se disparó. Ellos llamaban ‘timo ibérico' a una medida con la que tenemos el precio de la luz más barato de Europa”, señaló. “Costó convencer a la Comisión, pero gracias a la revolución energética en favor de las renovables hemos tenido precios de la electricidad muy inferiores a los del resto de Europa”, reivindicó.
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Ribera evitó el choque con el resto de formaciones de izquierdas y dedicó la mayor parte de sus críticas a la candidata del PP: "Ustedes y sus amigos quieren recortar las partidas presupuestarias y las más importantes son la PAC y los Fondos de Cohesión". Por su parte, Monserrat acusó a la del PSOE “no tener proyecto”: “Mientras el PSOE entrega el Código Penal a sus socios prófugos de la justicia, nosotros aprobamos en el Parlamento Europeo prohibir las amnistías e indultos por corrupción”.
‘Ara Repúbliques’, Ceus y Junts demandan "respeto" a las lenguas cooficiales en la UE
A lo largo del debate se escuchó hablar en catalán, euskera y galego. Y, en esa línea, la representante de la coalición CEUS, de la que forman parte el PNV y Coalición Canaria, pidió que en la próxima legislatura la Comisión Europea cuente con un comisario específico que “garantice el respeto” a las lenguas cooficiales de la Unión Europea, entre las que ha incluido al euskera, el catalán y el gallego. Una reivindicación compartida también por Ara Repúbliques, que engloba a ERC, EH Bildu y BNG, y por Junts.
El candidato de la formación de Carles Puigdemont fue un paso más allá y defendió el reconocimiento de Cataluña como el Estado número 28 de la Unión Europea y durante todo el debate intervino en catalán, a diferencia del resto de candidatas que fueron alternando.
En un debate a nueve siempre es difícil destacar. Demasiadas intervenciones, temas y acusaciones cruzadas. Pero la candidata de Podemos, Irene Montero, lo consiguió en el de RTVE. La exministra de Igualdad, uno de los rostros más conocidos del debate, se juega la supervivencia de su propio partido el próximo domingo y, siguiendo la estela de la campaña, supo colocar su mensaje, confrontar con los candidatos de la derecha y desmarcarse de PSOE y Sumar.