Entrevista
Moreno Yagüe: "A mí en Podemos la gente me parece muy conservadora"
El único adversario de Pablo Iglesias para la elección de secretario general en Podemos afirma que no pretende ser secretario general de Podemos. Juan Ignacio Moreno Yagüe, salmantino de 44 años criado en Sevilla, diputado y vicepresidente tercero en el Parlamento andaluz, se ha convertido en aspirante al liderazgo del partido morado porque ha resultado la única forma de que su documento político forme parte del debatedocumento político de la asamblea ciudadana, conocida como Vistalegre II, dado que el reglamento vincula la presentación de documentos a la existencia de candidaturas. "O presentabas una lista de 60 personas [al consejo ciudadano] o presentabas tu candidatura a la secretaría general para que tu documento pudiera votarse", afirma.
Yagüe, con escasa influencia orgánica, pide el voto para su documento –que se puede votar por separado–, no para sí mismo. Una situación "anómala" de la que culpa a lo que ha sido, a su juicio, una planificación "precipitada" de Vistalegre II. Llegados a este punto sin marcha atrás, Yagüe está resuelto a aprovechar la plataforma para desplegar su discurso, que propugna una mayor atención a las ideas concretas, casi siempre vinculadas al aprovechamiento de las posibilidades que brinda la tecnología para encarar desafíos políticos como la democracia directa, la reducción del poder de la banca sobre el funcionamiento democrático...
Yagüe es abogado especialista en derecho bancario y transparencia. En 2011, poco antes del 15-M, se topó en Internet con una convocatoria de Democracia Real Ya. Allí se plantó con su propuesta de Democracia 4.0, sus ideas de superación de las limitaciones democráticas vía recursos tecnológicos y su convencimiento de que se podían combatir con la ley en la mano las prácticas bancarias fraudulentas. Como abogado trabajó para 15Mparato y fue el redactor de la querella contra el consejo de administración de Bankia por la salida a bolsa. También participó en la llamada operación Euribor contra las operaciones ilícitas de la banca. Fue número 2 de la lista de Podemos por Sevilla en las elecciones al Parlamento andaluz, donde se le conoce como un diputado que se sabe los temas y es poco convencional.
PREGUNTA: ¿Por qué se presenta?
RESPUESTA: Pues porque no me ha quedado más remedio si quería presentar un documento político con ideas concretas, realizables, prácticas y útiles.
P: Un documento que intentó que asumiera alguna otra candidatura.
R: Sí. Intenté que alguna lo incorporase, sobre todos las grandes. Pero no han querido. Y al final, para que se debata mi documento político, sólo tenía la opción de presentarme.
P: ¿No les han interesado las propuestas o no las han leído?
R: No, casi nadie lo ha mirado. Verás, yo soy... nadie en Podemos. Sólo la gente de Recuperar la ilusión, de Iñigo, me propuso una transacción, pero reduciéndolo todo a unos parrafitos para meterlos en su documento. Y no. Yo redacto mis propuestas después de leer las demás. Me parecía indignante que no dijeran nada, cuando el documento político es lo que le cuentas a la sociedad. No es el organizativo. Es el programa, lo que marca la línea. ¿Qué quiere Podemos? Arreglar el mundo, como todos. Que se acabe esta crisis, vale. Pero si estamos aquí es para dar soluciones concretas.
P: Entonces usted no quiere ser secretario general.
R: Yo no quería presentarme. La gente con la que me muevo, la gente que defiende las ideas por las que yo entré en Podemos, me dijo: "Tendríamos que presentar un documento, pero hay que hacer una lista [para el consejo ciudadano]. ¿Alguien se apunta?". Pero nadie quería, porque no nos interesa ser parte de un partido en el plano orgánico. Queremos que salgan estas cosas, para que Podemos sea de verdad una herramienta para los demás. O sea que la idea era presentar un documento, sin más. Y no se pudo. Bueno, pues me voy a presentar a secretario general, ya está. No pasa nada.
P: ¿Ha sido una pataleta?
R: Bueno, ha sido una cuestión de decir "hombre, si no me dejáis reglamentariamente hacerlo, pues tendré que presentarme, aunque no sea mi voluntad".
P: Pero, llegados a este punto, toca hacer campaña y pedir el voto, ¿no?
R: Voy a pedir el voto por mi documento político, no por mí. Son ideas que favorecen a todos. Cuando hablo de que todo el mundo pueda ejercer el derecho al voto [se refiere a una modificación normativa para facilitar la votación de los electores sobre los asuntos que se debaten en el Congreso, no al voto en elecciones], algo que ahora sólo hacen los políticos, hablo de algo que favorece a personas de todo el arco político. Cuando señalo que ahora mismo los bancos tienen el dinero de todo el mundo y propongo liberar el sistema de pago y hacerlo neutral y universal, también defiendo una medida de la que se beneficia todo el mundo.
P: ¿Este documento es incompatible con los de Pablo Iglesias o Iñigo Errejón?
R: Para nada. Es que los de Pablo e Iñigo se ocupan de otras cosas. Cuando los leí, dije: "Aquí no hay nada que puedas tocar, algo concreto".
P: En resumen, usted hubiera querido presentar un documento sin presentarse, pero eso no es posible con el reglamento Desborda. Así que intenta que otra candidatura, a la secretaría general o al consejo ciudadano, asuma su documento. Al no lograrlo, la única fórmula que le queda es presentarse a secretario general. Desborda
R: Sí, y así lo digo en el vídeo [en el que hace oficial su candidatura]. No tenía ningún interés en presentarme a secretario general, pero no me ha quedado otra. Es que lo que se ha hecho con Desborda ha sido precipitado. Un partido con 5 millones de votantes no debe hacer las cosas así, sino con más tranquilidad y bien hechas. En cualquier partido se puede llevar un documento sin necesidad de presentarse. Pero no había manera reglamentariamente. Soy candidato a la secretaría general, pero no era mi intención.
P: Es extraño.
R: Es una situación anómala, sí, pero no la he provocado yo.
P: ¿Cree que existe la posibilidad de que, dado que es la única alternativa a Iglesias, termine en usted el voto de descontento con él?
R: Ni me lo he planteado. Entiendo que hay gente que me votará. Mi objetivo está en mi documento, y me encantaría que ganara, claro. Que se lea y se compare con los demás.
P: Sabe que no hay gran tradición de lectura de documentos políticos, ¿no?
R: Ninguna, por eso lo hice cortito, jaja.
P: ¿Habrá debate Moreno Yagüe-Pablo Iglesias?
R: Ya se lo he lanzado por Twitter. Creo que sí, que sería necesario e interesante.
P: ¿Ha informado a alguien antes de presentarse?
R: A Tere [Teresa Rodríguez], que me dio el aval que necesitaba. Y a los cuatro amigos que les he dicho que me ayuden. Y no he informado a nadie más, ni tengo preparada una campaña ni tengo nada. Sólo tengo la ilusión de que alguien se tome en serio el programa político. Porque cuando piensas en Podemos, ¿en qué piensas? No lo sabes. Pero piensas en el PP y tienes claro lo que es. ¿Cuál es el futuro con Podemos? Yo quiero que le digamos a la gente cuatro o cinco cosas que lo cambian todo. Si dejamos que los ciudadanos puedan votar, cambias la política española. ¿Y qué pasa en el resto del continente? Va detrás. Y así el debate deja de ser económico y vuelve a ser político. Yo dejé mi profesión, que me iba muy bien, y me metí aquí porque creía que Podemos podía cambiarlo todo. No me sirve de nada deslomarme para darle a mis hijos lo mejor y que luego se tengan que ir de España o acaben aquí bien posicionados pero en un país pobre. Tenemos que dedicarnos en cuerpo y alma a buscar soluciones. ¿O es que queremos un país sin derecho laboral, sin sanidad pública, sin pensiones? La solución a eso no viene ni del PP, ni del PSOE, ni de Ciudadanos. Desde Podemos tenemos que impulsar reformas espectaculares, sabiendo que no vamos a poder hacer nada si no tiene resonancia en Europa. Y creo que las ideas que planteo pueden tener resonancia en toda Europa. Yo pienso como Varoufakis, la salida es más Europa, pero no mercantil. Y desde aquí podemos provocar cambios.
P: Su documento, casi más que político, es técnico: propuesta de modelos y medidas para propiciar la democracia directa, restar influencia de la banca en la economía, cambiar el modelo energético, la educación...
R: Es técnico-político. ¿Qué quiero? Democracia real ya. Quitarle poder a la banca. ¿Cómo se le quita? Quítale el control del dinero. Oiga, déjense ustedes de mirarse el ombligo, empiecen a mirar para fuera. Revolucionemos la política. Centrémonos menos en debates ideológicos y empecemos a hablar de ideas y de soluciones. La gente no necesita que le cuentes los problemas, que ya los sabe. Sabe lo mal que está la cosa el día 20 de cada mes. Cuando tú permites que la gente votando pueda parar un decreto como el del otro día de las cláusulas suelo, eso ayuda de verdad. Si instalas eso, los gobiernos se van a cuidar de qué hacen, porque saben que se lo pueden parar.
P: Pone especial énfasis en el voto electrónico.
R: Es lo principal, sin eso no cambiamos nada.
P: Consultar más al pueblo.
R: No, no quiero que se consulte, sino que el ciudadano pueda entrar a votar cuando le dé la gana. Votar lo mismo que se vota en el hemiciclo y ahora sólo vota su representante.
P: ¿Eso exige reforma de la Constitución?
R: El artículo 23 dice que los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos, directa o indirectamente. Esto se puede hacer perfectamente con los recursos tecnológicos al alcance. Y es fundamental, porque se puede adaptar a los parlamentos autonómicos y a los ayuntamientos, que es donde mejor se ven las cosas.
P: Ya que hablamos de votaciones, ¿qué le parece el sistema de votación de Vistalegre II?
R: Pues tengo que comprobarlo y verificarlo... Pero en principio parece que está bien, y que hay auditores. Y me fío de ellos, porque son mis colegas, y porque sé que se han forzado muchas mejoras.
P: En cuanto a la banca, también propone soluciones tecnológicas para problemas políticos.
R: Toda la legislación está reformada para que tengas que utilizar un banco por narices. Pero ahora, con la tecnología que hay, ¿cuál es la excusa de que tenga el banco mis mil euros en una cuenta suya y no los tenga yo en la nube? Y esto tiene una mayor carga de profundidad. Si el sistema de pago es neutral y no está controlado por la banca, se evitan los corralitos con los que han doblegado la voluntad de países como Grecia.
P: En su documento aboga por ir hacia el fin del dinero en metálico.
R: Como en Dinamarca, donde sólo el 5% usa metálico, porque todo el mundo paga con tarjeta o con el móvil, y los comerciantes ya se pueden negar a recibir metálico.
P: Dinamarca en este punto; en el educativo, el modelo finlandés. Más que por criterio ideológico, defiende lo que considera que funciona.
R: Cosas que funcionan y son transversales y neutrales. Que las ideologías están muy bien, y todo el mundo tiene la suya. Pero, ¿y si vamos a las ideas?
P: Según su punto de vista, lo que hay que solucionar en política son, más que cuestiones determinadas por la ideología, problemas de gestión.
R: Claro. En la gestión no se hace caso a nadie. Los políticos no hacen caso a los expertos, no escuchan. ¿Qué se hace hoy en el mundo sin equipos? Nada.
P: Aboga por profesionalizar la política.
R: No, no. Que se escuche a los profesionales. Claro que tiene que haber representantes, pero que no se sirvan sólo de asesores y técnicos para arreglar los follones que van creando y para ver cómo atacan al adversario.
P: ¿Podemos ha perdido ese discurso que usted defiende?
R: Yo entiendo que Podemos ha perdido todos los discursos. Ésa es mi queja. Por favor, que tenemos que seguir creyendo en el país y en la gente, que tenemos que ser su herramienta. Ya tendríamos que estar activando el país.
P: ¿Y ya no es esa herramienta?
R: Podemos se ha centrado demasiado en sí mismo. Hemos cometido un error gravísimo. Y me da pena. El CIS dice que 9 de cada 10 desconfían de los partidos, y que 7 de cada 10 creen que piensan más en sí mismos que en la gente. Y es verdad. Hemos caído en eso. ¿Qué hace Podemos hablando de sí mismo todo el rato?
P: ¿En Podemos hay una crisis o es que son en realidad dos partidos?
R: Una cosa es Madrid y otra el resto. Aquí ha habido división de opiniones [en la asamblea andaluza]. Pero pasó, y todos tan contentos. El discurso político de cada uno es el que es. Pues ya está, se enfrentan y el que gane ganó. Pero nunca hemos llegado a esa tensión, ese enfrentamiento. No es necesario. Los dos principales sujetos de Podemos son magníficos, pero están enredados en una cosa que nadie entiende.
P: ¿Cuándo empezó esta deriva negativa de Podemos?
R: Cuando empezó a querer ser un partido político como los de siempre. Había hecho algo que pasará a los manuales de historia. Sin partido y sin financiación bancaria, revolucionó la política. Sólo con la ilusión de la gente. ¿A qué viene preocuparse por ser un partido? Si entras ahí, todo el diseño legal, institucional y financiero está hecho para que te pasen todas las cosas malas de un partido. Y además te obliga a la competición, cuando antes hacíamos algo que no hacía nadie: colaborar. Esto ha envenenado un poco a Podemos. Si vas a construir un partido, hazlo nuevo.
P: Usted defiende la llamada "transversalidad". ¿Por qué no ha conectado con esa corriente liderada por Iñigo Errejón?
R: Creo que lo transversal está en la gente que no está en el partido a tope. Yo me muevo en todos los ambientes. Y verás, mis amigos con los que suelo salir no son votantes de Podemos, al revés, son votantes del PP. Y ponen a caldo a Podemos, y nos reímos todos. Me gusta. Eso le ha fallado a Podemos. No está escuchando a los que no son los suyos, que están haciendo buena crítica. A mí votantes del PP me han dicho: "Oye, con la ley de cuentas claras, qué buena idea has tenido". A eso venía Podemos, a meter buenas ideas que cambian cosas y pueden ser apoyadas por todos.
P: ¿Por qué cree que las otras candidaturas no han asumido su documento?
R: No lo sé... A lo mejor les han parecido medidas demasiado radicales. A mí es que en Podemos la gente me parece muy conservadora, y al final el de la corbata [él mismo, que suele llevar corbata, algo infrecuente en su partido] es el radical (sonríe). Yo he hablado del tema del cannabis [defiende su legalización, especialmente por motivos de recaudación fiscal], que por cierto hay un círculo en Podemos sobre el tema con gente muy buena. No sé por qué no se habla de esto. No se reacciona, cuando somos una herramienta ya hecha, y nos sigue un montón de gente joven. Hay tantas cosas que podemos hacer ya.
P: El diagnóstico de su documento es crítico. Viene a afirmar que Podemos en el fondo no ha logrado cambiar nada.
R: Pero porque no ha empezado a hacer nada, ésa es mi queja. Bueno, a ver, ha cambiado muchas cosas, para empezar la actitud de los demás partidos y de la sociedad. Pero yo tengo la siguiente queja: no me puedes decir más veces que vamos derogar el 135 con una PNL [proposición no de ley]. Si para iniciar una reforma constitucional necesitas 70 diputados y los tienes, métela. Y que se posicionen ya los demás, hombre. A ver qué hace el PSOE, que dice que se ha arrepentido.
P: ¿Y qué le pasa al partido entonces, que está distraído?
R: Creo que está distraído consigo mismo
P: Y que tiene una crisis interna. ¿Es posible una solución de síntesis en Podemos?
R: Yo creo que sí, por eso el documento político, que creo que va a asuntos importantes.
P: ¿Dónde se ubica ideológicamente?
R: Pues mucho más a la izquierda de mucha gente que se cree de izquierdas. Mis ideas son de igualitarismo, de reparto de cargas y ayudas a favor del que no puede... Pero es que el voto de la gente es libre, y cambia, y hay gente que en determinada materia puede votar una propuesta de derechas, y otro día no... Pero vamos, por supuesto ideológicamente de izquierdas. Estoy en Podemos porque soy de izquierdas, pero para mí la izquierda y la derecha no son lo importante, ni los de arriba y los de abajo.
P: ¿Entonces?
R: Justicia o injusticia. ¿Es una injusticia lo que han hecho con los riesgos del sistema bancario que tenemos que pagar todos? Sí. ¿Es una injusticia que la UE se ocupe sólo de los mercaderes, y no de la tributación y de que los derechos laborales y fiscales sean continuos en todo el continente? Sí. Ése es mi primer planteamiento: ¿Esto es justo es tramposo? Y resulta que el capitalismo funciona a base de trampas, con índices oficiales falsificados, con todo manipulado, hasta los índices de los tipos de cambio.
P: En el otro eje, calle o instituciones, muestra usted confianza en las instituciones.
R: Sí. Yo confío en la capacidad de las instituciones. Pasó una cosa sorprendente. Fuimos a una reunión diputados andaluces del Parlamento y del Congreso, y dijo Cañamero: "La lucha está bien, claro. Yo llevo 40 años. Pero, ¿cómo que las instituciones y el BOE no sirven?. Claro que sirven". A mí me pareció fantástico. Aquí mismo, en el Parlamento, estamos trazando los vectores políticos nosotros, porque el PSOE nos lo bloquea todo y luego lo saca en Consejo de Gobierno a las tres semanas, lo mismo.
P: ¿Y cómo juzga el papel de Podemos en el Congreso?
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R: Me está decepcionando. Podría hacer muchísimo más. Hay mucha gente dispuesta a colaborar con Podemos. Pero no se puede llamar a la gente, pedirle ideas y luego no hacerle ni caso. Y luego no puede ser que a Podemos le aprobaran la tramitación de una proposición de ley para subir el salario mínimo un miércoles, que los medios dijeran el jueves que el PSOE negociaba con el PP y el viernes que el Gobierno subía el salario mínimo. Las instituciones son para comunicar. No puede ser que lleves dos años en las calles hablando de pobreza energética y PP y PSOE te roben la merienda en las narices. No podemos soltar los huesos que mordemos. Si coges algo, sigue erre que erre dando por saco, y al final se le quedará a la gente en la cabeza, se consiga lo que se consiga, que ha sido Podemos.
P: ¿Qué pasa si se sale de Vistalegre II sin atender la exigencia de autonomía de Podemos Andalucía, que fue refrendada en la asamblea autonómica?
Ahí la jefa es Tere [Teresa Rodríguez]. Y yo lo que diga Tere. Pero vamos, que va a decir que nos vamos a federar y se acabó.