La endiablada realidad política pone a prueba las reglas del PSOE sobre participación de la militancia en las decisiones clave del partido. Tras el acceso de Pedro Sánchez al liderazgo en 2017, el PSOE se autoimpuso la consulta a las bases sobre acuerdos de gobierno, pero no contaba con llegar a una investidura en plena negociación. Esto ha dado lugar a una paradoja. Podemos, IU y Equo, miembros del grupo parlamentario de Unidas Podemos, ya han celebrado consultas a sus bases para determinar su posición ante el debate de investidura, a pesar de que no hay un acuerdo firmado entre Unidas Podemos y el PSOE. En cambio, el PSOE, dirigido por Pedro Sánchez, el secretario general que regresó a Ferraz con la promesa de "devolver el partido a las bases", no lo ha hecho. Ahora el tiempo se agota. La negociación in extremis complica la consulta socialista.
Los socialistas aún no han aclarado oficialmente cómo resolverán la encrucijada, en caso de acuerdo. Preguntado al respecto el partido a través de sus canales oficiales, no hay respuesta. El PSOE no aclaró este lunes si existe la posibilidad de que la consulta se plantease como una ratificación de un acuerdo ya consumado y votado, o que su celebración sea telemática. Tampoco hace fácil la organización de la consulta el hecho de que el propio presidente, a pesar del paso a lado de Pablo Iglesias, aún no dé por hecho el acuerdo e incluso desde la tribuna del Congreso este lunes contemplase abiertamente la hipótesis de un fracaso de las negociaciones o de una repetición electoral.
La normativa interna del PSOE es clara: los pactos de gobierno los deciden las bases. Las reglas de funcionamiento emanadas del 39º congreso, el que aupó a Sánchez a la secretaría general en junio de 2017, establece que militancia debe ser consultada sobre los acuerdos postelectorales, siendo la expresión de su voluntad vinculante. Menos claro está qué y cómo y cuándo se pregunta. Los Estatutos establecen que la Comisión Ejecutiva Federal, es decir, la dirección del partido, deberá convocar consultas a las bases sobre acuerdos de gobierno. El reglamento federal que desarrolla los Estatutos establece que las consultas a las base sobre acuerdos de gobierno son obligatorias y vinculantes. Al no haber acuerdo de gobierno, el PSOE no ha entrado en el terreno del incumplimiento de su normativa interna. Eso sí, la dirección tenía la opción de haber convocado una consulta de carácter no vinculante o de haber considerado la negociación con Unidas Podemos un "asunto de especial trascendencia", lo que hubiera permitido una consulta vinculante aunque no hubiera acuerdo. Pero no lo ha hecho.
Urnas e internet
El calendario ahora es apremiante. Si este martes fracasa la investidura, como parece probable, habrá una segunda votación el jueves, en la que Sánchez sólo necesitará ya la mayoría simple. Entre martes y jueves PSOE y Unidas Podemos seguirán negociando, al menos a priori. Si llegaran a un acuerdo, es difícilmente viable una consulta con tan poco margen.
El reglamento está concebido para plazos más largos. El PSOE es un partido garantista en sus procedimientos internos, donde no se resuelve a todo a golpe de clic. Existe una cultura de urna. Es más, el reglamento establece que en las consultas "la votación se realizará en urna", a lo que se puede sumar el voto telemático. No está prevista la votación exclusivamente telemática, si bien tampoco queda excluida expresamente. "La votación se realizará en urna, sin perjuicio de que la Comisión Ejecutiva [...] podrá aprobar el voto electrónico", señala la norma. Razones de "urgencia" o "interés del partido" se pueden acortar los plazos.
Podemos, IU, Equo
Podemos, IU y Equo tampoco tenían prevista una coyuntura como la actual cuando diseñaron el apartado sobre consultas en sus reglamentos. A pesar de todo, se las han ingeniado para preguntar. No es raro que las consultas hayan tenido limitaciones y presentado problemas técnicos. Los Estatutos de Podemos señalan que es competencia de todos los afiliados "aprobar o rechazar cualquier pacto o alianza preelectoral o postelectoral, de gobierno o de investidura, con otras fuerzas políticas". Podemos planteó la pregunta la semana pasada, en mitad de las negociaciones, para irritación de Sánchez. El 70% votó a favor de una la opción del Gobierno de coalición, la preferida por la dirección de Iglesias: "Para hacer presidente a Pedro Sánchez, es necesario llegar a un acuerdo integral de Gobierno de coalición (programático y equipos), sin vetos, donde las fuerzas de la coalición tengan una representación razonablemente proporcional a sus votos". Sánchez se quejó de que la consulta no incluyera la oferta del PSOE de incluir a ministros de Podemos de perfil técnico. El resultado de la consulta de la formación morada atañe a los diputados de Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común.
El PSOE consultará a sus bases el eventual acuerdo con Unidas Podemos el fin de semana, tras la votación de investidura
En cuanto IU, los Estatutos son claros para el caso de que haya que alcanzar un acuerdo de gobierno: "La posibilidad de un acuerdo de gobierno se considerará motivo inexcusable para la convocatoria de referéndum [...]". Sobre esta base, la dirección federal liderada por Alberto Garzón aprobó el sábado la realización de una consulta telemática con la siguiente pregunta: “Si se alcanza un acuerdo programático para la investidura que evite nuevas elecciones, ¿estás de acuerdo con que se conforme un Gobierno de coalición entre el PSOE y nuestro grupo parlamentario Unidas Podemos?”. El sí ganó claramente, con un 78,76%.
Hay que aclarar un punto: lo que se ha votado ahora en IU es si apoyar o no una coalición. Y ha salido que sí con un apoyo claro. Una –hipotética– entrada de ministros de IU en un –hipotético– Gobierno de PSOE y Unidas Podemos exigiría una nueva consulta. IU tiene cuatro diputados en el grupo confederal de Unidas Podemos, más dos en las coaliciones catalana y gallega.
Equo también ha celebrado su consulta para determinar el voto de su único diputado en Unidas Podemos. Su bases han votado mayoritariamente a favor de que el partido apoye la investidura de Pedro Sánchez. El 69,9% ha votado a favor de apoyar a Sánchez, frente a un 24,7% que se han mostrado partidarias de votar igual que el grupo confederal y un 5,4%, en contra de respaldar la investidura. A estas alturas, las bases de Podemos, los comuns, la confluencia gallega y Equo ya están de acuerdo con investir a Sánchez si hay coalición de Gobierno. Las bases del PSOE aún no se han pronunciado.
La endiablada realidad política pone a prueba las reglas del PSOE sobre participación de la militancia en las decisiones clave del partido. Tras el acceso de Pedro Sánchez al liderazgo en 2017, el PSOE se autoimpuso la consulta a las bases sobre acuerdos de gobierno, pero no contaba con llegar a una investidura en plena negociación. Esto ha dado lugar a una paradoja. Podemos, IU y Equo, miembros del grupo parlamentario de Unidas Podemos, ya han celebrado consultas a sus bases para determinar su posición ante el debate de investidura, a pesar de que no hay un acuerdo firmado entre Unidas Podemos y el PSOE. En cambio, el PSOE, dirigido por Pedro Sánchez, el secretario general que regresó a Ferraz con la promesa de "devolver el partido a las bases", no lo ha hecho. Ahora el tiempo se agota. La negociación in extremis complica la consulta socialista.