TRIBUNALES
La neonazi Isabel Peralta niega ante el juez ser la "líder" de Bastión Frontal: "Somos un grupo de amigos"

La integrante de la organización neonazi Bastión Frontal, Isabel Medina Peralta, juzgada por fomentar el odio hacia marroquíes y musulmanes en una manifestación, ha negado en el juicio ser "líder" de ese grupo y ha afirmado que fue a esa protesta porque la convocó Luis Pérez, Alvise, sin incurrir en la misma en el delito de odio que sí ven acreditados la Policía y la Fiscalía, según informa EFE.
Peralta, que ha hecho el saludo nazi a la salida del juicio, se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 3 años y medio de cárcel y 3.240 euros de multa por su discurso en una concentración frente a la Embajada de Marruecos en Madrid el 18 de mayo de 2021.
Antes de comenzar el juicio, cuando las cámaras tomaban imágenes de la Sala, la acusada ha hecho un gesto hacia las personas que tenía detrás, sacando tres dedos (pulgar, índice y corazón), en lo que se reconoce como un gesto nazi y que ella ha dicho al salir que significaba "victoria".
Durante su declaración la acusada ha negado que sea "líder" de Bastión Frontal, ya que esto el algo que le atribuye la prensa, y ha definido a ese colectivo como "un grupo de amigos" que surgió tras la pandemia.
Ha relatado que un miembro de su grupo solicitó concentrarse frente a la Embajada de Marruecos aquel día pero se lo denegaron, y luego vio que Luis Pérez Alvise convocaba en redes sociales para manifestarse en ese lugar y decidió ir, creyendo que acudía a una manifestación "legal y autorizada", aunque luego supo que no era así. Preguntada expresamente sobre si Alvise pertenece a Bastión Frontal, lo ha negado tajantemente.
Una vez en la concentración, de "una manera casi espontánea", le dieron un megáfono, entiende que "porque tenía más popularidad que otros participantes", y por eso intervino. Todo fue retransmitido en directo y luego el vídeo se publicó también en redes sociales, sin que ella participara en esta difusión, ha sostenido.
Ha negado que mantuviera un discurso de odio contra los marroquíes o los musulmanes, sino que hizo una crítica contra las políticas migratorias de Marruecos y España.
Un agente de la Policía desmonta los argumentos de Peralta: "No es un discurso vano"
Por su parte, el responsable del atestado policial por aquellos hechos, responsable del grupo de Diversidad de la Policía Municipal de Madrid, ha relatado a la Sala que sí se trató de un discurso de odio y que palabras sí incitaron a la violencia. Este agente ha explicado que seguían a este "grupo violento" desde hacía tiempo y ha detallado que Bastión Frontal surgió tras el denominado Hogar Social Madrid y tiene "mucho impulso" y se sitúan "muy en primera línea" de los grupos neonazis.
"Es un grupo que representa la parte más oscura de las acciones contra los menores extranjeros no acompañados, que fue iniciativa (del grupo neonazi) Hogar Social Madrid pero que este grupo recogió con mucho ímpetu. Tiene un discurso de odio muy extremo de odio hacia la inmigración", ha añadido.
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Ha detallado cómo integrantes de este grupo han llevado a cabo desde 2021 acciones en centros de menores inmigrantes, por ejemplo colgando carteles junto al que hay en la Casa de Campo de la capital. En una ocasión "asaltaron" uno ubicado en el distrito de San Blas de Madrid y tuvo intervenir la Unidad de Intervención Policial (UIP), tras lo que los menores acogidos no pudieron salir a la calle en seis días, por miedo.
Sobre el contenido del discurso que pronunció Medina Peralta frente a la Embajada de Marruecos, este agente especializado ha hecho hincapié en que "no es un discurso vano, vacío" y tras el mismo les preocupó que "hubiera ulteriores acciones, porque había un riesgo real". Ha dejado claro que Medina Peralta sí es líder de Bastión Frontal, junto a otras personas, ya que tiene "un papel muy activo, hiperactivo" como portavoz y en actos del colectivo.
Al final del juicio el fiscal ha confirmado su petición de cárcel para la acusada por un delito de odio agravado por el hecho de ser difundido en redes sociales, y ha argumentado que sus palabras sobre los marroquíes excedieron la libertad de expresión. Ha hecho hincapié en que ese discurso "contribuye a estigmatizar al colectivo migrante y a las personas que profesan la fe islámica”.