La vuelta a la universidad después de las vacaciones navideñas se ha complicado este año con la tercera ola de la pandemia de coronavirus y el temporal de nieve que atraviesa el país. Los exámenes de enero, que en algunos casos han empezado el mismo día 7, han puesto a prueba las medidas de seguridad para habilitar la acogida de los centenares de estudiantes que se reunirán estos días para examinarse de forma presencial.
Desde la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), hasta la Politécnica de Valencia, pasando por Córdoba, Murcia y el País Vasco, son muchas las instancias estudiantiles que se han quejado de las condiciones en las que se ven obligados a hacer los exámenes presenciales. Durante las pruebas finales de los meses de mayo y junio muchas universidades optaron por la modalidad online, habilitando todo tipo de mecanismos de seguridad para evitar trampas. Esta vez, no obstante, la presencialidad es obligatoria en casi todos los casos. Quien no se presenta tendrá que examinarse en junio.
El plan de prevención de la Universidad Carlos III, por ejemplo, solo contempla un escenario para justificar la falta de asistencia a un examen presencial y es estar en cuarentena por un contacto estrecho con alguien que tenga la enfermedad. Los estudiantes deben rellenar un formulario online adjuntando el documento médico que acredite esta circunstancia y, solo entonces, podrán optar a examinarse de forma telemática.
La Universidad Rey Juan Carlos (URJC), también madrileña, ha tenido en cuenta el factor de riesgo médico para optar a los exámenes online. Los parciales podrán ser telemáticos si un alumno —o el profesor que va a examinar— es paciente de riesgo. Sin embargo, desde la asociación de estudiantes Res Pública han asegurado a infoLibre que no es suficiente, ya que no queda claro el procedimiento a seguir para poder justificar esta situación.
Nos remiten el caso de una alumna que se siente "abandonada" por la universidad tras no recibir una respuesta clara para su problema, a solo dos semanas de que comiencen sus exámenes. Es paciente de riesgo y tiene dispensa académica en todas las asignaturas. Hace un mes que contactó por correo electrónico con el Vicerrectorado de Ordenación de la universidad, y le aseguraron que remitirían su caso a los departamentos oportunos, pero ni ella ni el profesorado que debe examinarla han tenido noticias sobre cómo proceder.
Del mismo modo, desde Res Pública afirman que hay muchos alumnos con miedo a las aglomeraciones que pudieran producirse porque conviven con personas vulnerables al covid-19 y la universidad no tiene en consideración su caso. Si no acuden al examen, constará en su expediente como "no presentado" y perderán la convocatoria.
El miedo del alumnado no es irracional. "La universidad ha planteado habilitar clases extras, respetando la separación", argumentan desde Res Pública, "pero no creemos que esto vaya a funcionar porque no se va a poder garantizar ni la distancia ni los aforos, como ya hemos visto en otras universidades". Desde este jueves circulan por las redes sociales fotografías de diferentes universidades denunciando los tumultos en los pasillos antes y después de las pruebas. Un estudiante de la Universidad de Córdoba (UCO) publicaba en su cuenta de Twitter este jueves la acumulación de gente a la entrada de un examen, solo tres días después de que el hashtag #UCOVID se colara entre los Trending Topic del día en esta red social.
Denuncias similares han inundado Twitter desde la Facultad de Farmacia de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) hasta la Facultad de Industriales de la Universidad de Valencia, entre otras. Las aulas deben permanecer vacías en todo momento antes y después de las horas de examen, lo que ha llevado que se produjeran verdaderos atascos en los pasillos mientras los alumnos aguardan a que pasen lista.
A raíz de estos casos, los centros que aún no han comenzado el calendario oficial de exámenes se plantean un cambio de estrategia. En el caso de la Universidad Carlos III, intentarán evitar las aglomeraciones excluyendo esa lectura del listado de alumnos en el pasillo. Así se lo comunicaron a Alba, estudiante de Ciencias Políticas, desde la Delegación de Alumnos de la universidad.
Eso sí, son los delegados de cada grupo quienes deberán debatir con cada examinador la cuestión, ya que no hay una norma oficial que les impida continuar con esta práctica. La prohibición de entrar al aula sigue en pie, y solo los profesores, de manera individual, podrían decidir pasar lista cuando los estudiantes ya estén sentados en la mesa. Incluso así, no hay protocolos que regulen la entrada y salida del edificio de forma que se guarde la distancia de seguridad y no se formen grupos. Por lo pronto, las universidades llaman a la responsabilidad individual.
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Por otro lado, el temporal de frío y nieve que asola la península estos días no ayuda a que el clima universitario se calme. Como recogen la mayoría de planes de prevención de las universidades, las ventanas deberán permanecer abiertas en todo momento para facilitar la ventilación. Tal es la situación, que el protocolo covid-19 de la Universidad de Murcia previene a sus estudiantes de antemano: "Se recomienda traer al examen ropa de abrigo adecuada a la situación de ventilación constante de las aulas y a las condiciones meteorológicas de esta época del año". Desde Res Pública se muestran preocupados: "Nos parece una salvajada que, con este temporal y estas temperaturas, se obligue al estudiantado a hacer los exámenes en esas condiciones".
No hay una solución fácil para este conflicto. Una parte del alumnado pide que los exámenes sean telemáticos para todo aquel que los necesite —en la UC3M incluso han abierto una petición que ya lleva más de 3.000 firmas—, mientras que otros argumentan que el paso cien por cien online abriría una brecha de desigualdad entre estudiantes. Para los miembros de la Agrupación estudiantil Carlos Marx, de la Universidad Carlos III el "foco" de las reivindicaciones "no debe estar en un 'sálvese quien pueda' individualista, sino en exigir una universidad presencial segura y en condiciones dignas". Esta asociación pide desinfección y limpieza continua, instalación de filtros hepa, así como una "expliacción clara y directa" por parte de la universidad, a la que reprochan la falta de preparación y adelanto.
Por su parte, la dirección de la URJC ha puesto la decisión en manos de la Comunidad de Madrid, según un comunicado emitido por el presidente del Consejo de Estudiantes tras varias reuniones con la universidad, en las que "se le ha hecho llegar al equipo de gobierno lo arriesgado e imprudente que sería la realización de los exámenes de manera presencial". "Me han trasladado que la decisión de pasar los exámenes de manera presencial a telemática la tiene que tomar la Comunidad de Madrid y la Fundación Madri+d", apunta el documento, "ya que, si la universidad toma la decisión de manera unilateral, podría afectar de manera negativa en la acreditación de nuestros títulos universitarios".