Esta pandemia nos ha dejado descolocados a todos. Son millones las personas infectadas y también van a ser millones los fallecidos por el virus SARS-CoV-2. Todas las esperanzas están puestas en la vacuna que inmunice a la población mundial, pero no es la única vía que debemos acometer para derrocarlo definitivamente.
"No estábamos en absoluto preparados y la ciencia venía avisando de que podría llegar una pandemia. En los últimos 20 años hemos tenido al sida, al virus zika, al ébola, diferentes alertas de gripe y de otros coronavirus, pero no nos lo creíamos y este SARS-CoV-2 nos ha cogido sin preparación absoluta; pese a esos informes de la OMS que alertaban de ello. Prácticamente casi todos los países mantienen una visión cortoplacista, la de su breve mandato, y no les preocupan las amenazas que no sabes cuándo van a llegar", lamenta en una entrevista con Infosalus el doctor en Biología y catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra, Ignacio López-Goñi, informa Europa Press.
La carrera de este investigador ha estado centrada en estudios sobre virulencia bacteriana y el desarrollo de nuevas vacunas, aparte de ser un referente a nivel de divulgación científica en España. Acaba de publicar con Destino 'Preparados para la próxima pandemia', un manual con 'Reflexiones sobre la Ciencia' de lo que esta pandemia está suponiendo y supondrá para nuestro planeta.
Una de las principales ideas que defiende en el mismo es la necesidad de cooperación a varios niveles para salir de ella. "Lo fundamental que hay que tener en cuenta es que la Ciencia, el conocimiento, y la cooperación a todos los niveles nos sacarán de esto. No hay cooperación en España, ni tampoco dentro de la UE, ni en el resto del mundo. Aquí cada uno es un 'sálvese quien pueda' y hace falta porque es un problema global, no hacemos nada con las vacunas si dejamos a países sin vacunar porque el virus y una pandemia no tienen fronteras, no entienden de ellas. Por eso es necesario un trabajo común, una cooperación entre países. Es un problema global en el que la unidad no es el individuo sino la humanidad completa", explica.
Sobre el tema de las vacunas, el científico remarca que lo que mayor miedo le genera, más que la rapidez con la que se están trabajando, es el tema de la comunicación, de cómo se está informando a la población. Considera que las empresas deberían darse cuenta de que deben ser absolutamente transparentes en sus informaciones porque de no serlo, se perderá la confianza en las vacunas, no sólo en la diseñada contra el covid-19, sino en todas las vacunas a nivel general.
En cuanto a la rapidez a la hora de fabricar una vacuna eficaz contra el nuevo coronavirus, López-Goñi la justifica en que "jamás" ha habido tanta inversión y colaboración público-privada en la materia. "Por eso los procesos van rápido, pero hay que dejar claro que no se saltan las fases", insiste el catedrático de Microbiología.
Actualmente hay en marcha unas 200 vacunas experimentales, de las que una decena ya se encuentran en la recta final, en la tercera fase de sus ensayos clínicos. Ahora bien, por ahora van ganando la carrera la farmacéutica Pfizer y Moderna que hn anunciado que sus vacunas respectivas serán efectivas por encima del 94%, y de la de Astrazeneca y la Universidad de Oxford que este lunes informaban que tiene una eficacia medida, dependiendo de las dosis, del 70,4%.
El problema es la refrigeración de la primera, una desventaja que se verá también en otras de las que se encuentran en investigación. Al respecto, la OMS ha advertido de que ningún país está preparado de momento para el almacenamiento del inyectable, que requiere de una temperatura inferior a los -70ºC.
En concreto, de las 10 vacunas más adelantadas, dos de ellas implican esas condiciones de refrigeración, y las otras ocho sí se pueden manejar en las cadenas de frío que encontramos hoy en cualquier país.
¿Será fiable la primera vacuna sque nos llegue?
El experto en vacunas recuerda sobre si será fiable la primera vacuna que salga al mercado que estos inyectables no son autorizados por las empresas que las fabrican, sino que cuentan con el aval y la supervisión de las agencias reguladoras. "Podemos decir que las vacunas son los medicamentos más seguros que hay porque son los más regulados. Aparte, el proceso no acaba una vez que se ha vacunado la gente, sino que hay una fase clínica 4 también, donde se distribuye la vacuna y existe una vigilancia sobre los vacunados porque es cuando se pueden detectar algunos problemas", detalla.
Por todo ello, el investigador destaca que no hay que apostar sólo a una vacuna en esta pandemia, ya que habrá más de una aunque no todas vean la luz al mismo tiempo, y menciona que "la primera no tiene por qué ser la mejor", aunque todavía esto se desconoce.
"Habrá que ir viendo. No hay que apostar todo a una carta, va a ser largo, van a aparecer varias vacunas pero también se han de mantener varias medidas, y poner varios filtros al virus, como la mascarilla, la higiene frecuente de manos, la distancia, el evitar sitios cerrados y mal ventilados, entre otras. Otros filtros dependen de las administraciones, como el reforzar el rastreo, el diagnóstico y los servicios sanitarios. Y luego están las vacunas. Todo contribuye a que la pandemia pase lo antes posible", remarca Ignacio López-Goñi.
Preguntado sobre el hecho de que el CIS de mediados de octubre revelara que un 43,8% de los españoles no quiere vacunarse inmediatamente contra el coronavirus cuando haya vacuna, ya que muchos quieren esperar a que sea fiable, el científico reconoce que estas reticencias son "lícitas", cree que "las cosas no se ha explicado bien" desde las administraciones, y sigue faltando pedagogía y comunicación por parte de nuestros gobernantes, algo que ha provocado la falta de confianza en los mismos, y en todos los procesos en esta pandemia.
¿Debería ser obligatorio vacunarse?
Sobre si debería ser obligatorio vacunarse frente al covid-19, partiendo de la base de que en España no es obligatorio vacunarse, López Goñi subraya que en condiciones normales las vacunas no deberían ser obligatorias, si bien en una pandemia esto puede convertirse "en un debate serio".
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Él admite que no le gusta que las cosas sean obligatorias sino que opta por que la gente se adhiera por convicción. Para ello, dice que hay diferentes estrategias empleadas en otros países, como el hecho de que si quieres llevar a tu hijo a la guardería o recibir una determinada prestación debes tener al día tu cartilla de vacunación. "Pero a mi lo que me gusta es que la gente esté convencida de que las vacunas funcionan, son buenas, y un acto para evitar transmisión del virus", remarca el experto de la Universidad de Navarra.
Aquí también recuerda que no hay una vacuna 100% segura, porque puede haber algún caso con respuesta de efecto secundario grave, igual uno entre un millón, pero si obligas a que las personas se pongan una vacuna, sí defiende que es necesario un comité de compensación para el daño de vacunas, que ya existe en Estados Unidos, financiado por los propios fabricantes, que evalúa los casos de efectos secundarios graves debidos a las vacunas.
Por todo ello, López-Goñi se confiesa "optimista moderado" frente a esta pandemia, ya que a lo largo del 2021-22 saldrán distintos prototipos de vacunas: "Las primeras no tienen por qué ser las mejores, hay que ver también lo efectiva y eficiente que sea en condiciones de campo, cuando se emplea. Si tienes una en la UE que hay que distribuir en congeladores a menores de 70 grados es un problema logístico. Vacunas tendremos pero quizás las primeras no serán las mejores y existe el problema real de que hay que vacunar a mucha gente porque es un problema global".
Esta pandemia nos ha dejado descolocados a todos. Son millones las personas infectadas y también van a ser millones los fallecidos por el virus SARS-CoV-2. Todas las esperanzas están puestas en la vacuna que inmunice a la población mundial, pero no es la única vía que debemos acometer para derrocarlo definitivamente.