Máquina del fango

La nueva línea roja que cruzan los pseudomedios: acoso a periodistas en la calle con el aliento de PP y Vox

Vito Quiles, durante una concentración en Madrid contra Milei en Madrid.

La estrategia siempre es la misma: cámara y micrófono en mano se procede a grabar a políticos —siempre de izquierdas— tanto en la calle como dentro de instituciones lanzando preguntas sesgadas o directamente falsas para generar un encontronazo con el objetivo de dañar la reputación del entrevistado en cuestión. Lo hacen interrumpiendo los turnos de preguntas del resto de compañeros, invadiendo el espacio personal y manipulando los hechos en muchas ocasiones. Después, el vídeo circula por redes y se difunde masivamente para tratar de desprestigiar a esa persona ante la opinión pública.

Una máquina del fango que opera a través de la propagación de mentiras, insinuaciones y acusaciones, muchas veces infundadas o exageradas, y no solo de naturaleza política, sino también personal, a la que se prestan pseudomedios como EdaTV o Periodista Digital, subvencionados por administraciones dirigidas por el Partido Popular. Un modus operandi que llevan años ejerciendo, tanto dentro como fuera del Congreso, y que consiste en propagar bulos para provocar a los portavoces de la izquierda y utilizar después esas imágenes para sus campañas políticas en redes sociales.

Desde hace un tiempo estos seudomedios han encontrado un nuevo objetivo al que dirigirse: ya no sólo acosan a políticos de izquierdas, sino también a sindicalistas, presentadores y periodistas. Un ejemplo de ello es lo que ocurrió la pasada semana a las puertas del acto inaugural para conmemorar los 50 años de la muerte de Francisco Franco. El reportero de Libertad Digital y exasesor de Vox Bertrand Ndongo increpó a la periodista de Público Ana Pardo de Vera mientras se encontraba en un corrillo con el líder de Comisiones Obreras y otros compañeros. Ella respondió quitándole el micrófono y arrojándolo al suelo, lo que provocó una violenta reacción de Ndongo, que entró en el recito del Museo Reina Sofía pese a no estar acreditado y profirió múltiples comentarios misóginos hacia la periodista, que después silenció del vídeo que compartió.

Sucedió lo mismo este martes, cuando Vito Quiles, el reportero de EdaTV y miembro de la lista de SALF en las elecciones europeas —el partido del agitador ultra Alvise Pérez— hizo lo propio con el periodista Antonio Maestre, colaborador de laSexta y RNE. No es la primera vez que trataba de confrontar con un comunicador ya que hace unas semanas también lo intentó con el humorista David Broncano y con la exdirectora de El Plural y actual consejera de RTVE, Angélica Rubio. Lo abordó por la calle y, antes de que Quiles le pudiera formular ninguna pregunta, Maestre le cogió el micrófono y lo lanzó al otro lado de la calle.

Sin embargo, esto no impidió que Quiles siguiera al periodista, a quien acusó de haber "pegado a su compañero" –que portaba una cámara– y de haberle agredido también a él, pese que no aparecen imágenes que lo prueben. Tras el incidente, Quiles subió un vídeo en sus redes asegurando que había presentado una denuncia contra Maestre "por amenazas, lesiones, coacciones e intimidación" ante la Policía Nacional y animó a sus seguidores a "dejar de poner la otra mejilla" y a "responder" ante "la violencia": "Si os encontráis un micrófono de La Sexta, de Público o de Canal Red, increparles e insultarles. Está justificado, lo están justificando ellos", afirmaba el agitador.

Vox hace un llamamiento para quitar los micrófonos a periodistas de medios progresistas

Desde la ultraderecha se han hecho eco de la incitación de Quiles a la violencia contra periodistas de medios progresistas difundiendo en redes sociales la imagen de un cartel de un supuesto "concurso de lanzamiento de micros", con el que señalan como "objetivo" cualquier micrófono de laSexta, TVE, Cadena Ser o Canal Red, el medio de Pablo Iglesias, "en directo a ser posible": "Se puede insultar o no decir nada, lo que sea más cómodo", reza el cartel, difundido por el director de EdaTV, Javier Negre.

Minutos después, la cuenta oficial de Vox en X compartía un cartel similar, incluyendo los los logos del Gobierno de España y de Atresmedia. "Nos hemos enterado de que han abierto un concurso (sic) de lanzamiento de micros patrocinado por A3media y el Gobierno de España. El ganador se llevará el premio al periodista más violento y todos los participantes entrarán en el sorteo de una querella", señala el texto .

Algunos dirigentes de Vox como el eurodiputado Juan Carlos Girauta o el diputado de la Asamblea de Ceuta Carlos Verdejo se han posicionado a favor de Quiles, pero no han sido los únicos. También han apoyado al agitador miembros del Partido Popular como el diputado por Barcelona Nacho Martín Blanco o el senador murciano Francisco Bernabé.

Por su parte, desde el PSOE han tildado de "ataque directo a la libertad de prensa y a la democracia" la difusión del cartel por parte de la formación de Santiago Abascal. "Queremos expresar nuestro más firme apoyo a todos los periodistas que, con su labor, garantizan el derecho de la ciudadanía a la información y defienden la verdad. No vamos a permitir que los ataques de la ultraderecha continúen socavando la labor de los medios, fundamentales para nuestra sociedad", destacan fuentes de la formación.

También se han pronunciado asociaciones de periodistas como la FAPE o la API. La primera concedió amparo a Pardo "ante los señalamientos" de Ndongo —y se lo negó al reportero de Periodista Digital, que también lo había solicitado— insistiendo en que "el periodismo consiste en garantizar con honestidad el derecho ciudadano a recibir una información veraz, no en provocar enfrentamientos entre profesionales", mientras que la segunda expresó este miércoles su apoyo a Maestre "frente a acosadores que intoxican la sociedad": "El ejercicio periodístico conlleva deberes y obligaciones. El acoso es intolerable y en el periodismo no debería haber espacio para quienes lo ejercen".

Sin una estrategia común para confrontar a los agitadores

Lo cierto es que los encontronazos no son nuevos, sino una constante en los últimos años, lo que ha generado debate tanto entre los periodistas como también entre los políticos, sin llegar a una estrategia común. Algunos como el portavoz de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián, han pasado de no atender a estos seudomedios a hacerlo con ironía, respondiendo a cuestiones que nada tienen que ver con lo preguntado. Otros como la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, siguen negándose a contestar, mientras que el portavoz socialista Patxi López sí lo ha hecho confrontando directamente con Quiles o Negre desde el Congreso. La Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP) ha pedido en múltiples ocasiones al Congreso que retire las acreditaciones de estos agitadores, pero desde el equipo de comunicación de la Cámara Baja se han desentendido.

La periodista Ana Pardo de Vera asegura que ella no "está contenta" ni "orgullosa" de lo que sucedió la semana pasada, pero subraya que "obedece a la reacción contra un acoso constante durante años de gente que se hace pasar por periodistas y lo único que pretende es provocar, molestar e intentar amedrentar a los periodistas", reflexiona en conversación con infoLibre. "O estamos todos y todas a una denunciando estos comportamientos o realmente llegará un momento en que nadie quiera salir a la calle o ir al Congreso a hacer su trabajo porque es insoportable", añade.

Maestre, por su parte, destaca que él "no se siente con autoridad" para decir a los demás como actuar, pero apela a que "la gente no tolere que nadie le acose". "Yo llevo muchos años sufriendo amenazas de muerte, acoso a mi familia, querellas de todo tipo para intentar silenciarme, bullying digital de manera recurrente, vandalización de mi casa y mi coche... Ya he tenido bastante paciencia", sintetiza. El periodista cree que "toda la profesión tiene que hacer un ejercicio" frente a estos acosos selectivos y señala que "no hay precedentes de periodistas de izquierdas que actúen como los escuadristas de extrema derecha" que "se dedican única y exclusivamente a violentar a todo aquel que piensa diferente".

La ‘máquina del fango’ se paga (en parte) con tus impuestos

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Pardo de Vera afirma que tanto su reacción como la de Maestre "obedecen a un cansancio muy profundo", en su caso "muy enquistado de años y años de acosos y amenazas en redes " con el añadido, destaca, del hostigamiento que sufren las mujeres con "los comportamientos y comentarios machistas", como sucedió en el caso de Ndongo. La periodista de Público considera que la solución pasa por que estos seudomedios no estén en instituciones como el Congreso o el Senado, donde están acreditados. Maestre añade que hace falta un "una respuesta colectiva" que muestre su "repudio absoluto" ante estas actuaciones: "Al final solos nunca se arregla nada, hay que hacerlo siempre unidos", zanja.

El pasado año la Red de Colegios Profesionales de Periodistas y los responsables de comunicación de los grupos parlamentarios de distintos partidos políticos se reunieron para reflexionar acerca de la acreditación de periodistas y medios para el acceso a ruedas de prensa en las instituciones públicas. Una de las complicaciones radica en que en España no existe una definición legal de periodista ni de medio de comunicación, y eso, en teoría, permite a cualquiera que se identifique a sí mismo como profesional de la comunicación o empleado de un autoproclamado medio solicitar una acreditación.

La clave, sin embargo, no es tanto la definición de quién es periodista y qué es un medio, como el establecimiento de algunas reglas de comportamiento y el sometimiento a los códigos deontológicos. Por esa razón, las dos partes coincidieron en aquella reunión en la necesidad de redactar un código de buenas prácticas que rija para los periodistas acreditados que acudan a cubrir informaciones en las instituciones, así como para los representantes públicos que informen a dichos periodistas.

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