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El nuevo partido de Colau se desmarca de la independencia y elige a Domènech como portavoz

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Beatriz Pérez | Barcelona

20 de marzo de 1980. Los catalanes votaban en las primeras elecciones al Parlament de Cataluña tras la recuperación de la democracia, aún muy débil, en España. Cuatro partidos socialistas (la Federación Catalana del PSOE, el Partido Comunista de Cataluña, la Unió Socialista de Cataluña y el Partit Català Proletari) confluían en el Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC). Este frente que años atrás, por separado, había sido protagonista de la lucha antifranquista quedó, ni más ni menos, en tercer lugar en aquellas elecciones inaugurales de la democracia. El PSUC obtuvo 25 escaños, solo por detrás de CiU (43 escaños y con Jordi Pujol al frente) y el PSC (33).

Este sábado, 37 años después, se fundó en Barcelona Un País en Comú, un nuevo frente de izquierdas en el convergen Barcelona en Comú (la formación de Ada Colau que gobierna en Barcelona), Iniciativa per Catalunya Verds (ICV, partido en el que acabó desembocando el PSUC tras sus muchas escisiones), Esquerra Unida i Alternativa (EUiA) y Podem y que tiene por objetivo ganar la Generalitat de Cataluña. Su contrincante más directo será ERC. La fórmula Junts Pel Sí no se volverá a repetir y mientras el PDECat (la nueva Convergència) pierde votos, ERC los gana. Las encuestas sitúan a Oriol Junqueras como próximo presidente de la Generalitat.

Los buenos resultados de En Comú Podem en las elecciones generales del 20-D y 26-J (en ambas fue la primera fuerza en Cataluña) ha empujado a la izquierda catalana alternativa, los llamados comuns, a pasar de marca electoral a confluencia estable. La nueva formación, de momento, llevará por nombre el del proceso participativo que la ha gestado: Un País en Comú.

Podem decidió finalmente confluir en ella después de que hace apenas unas semanas el secretario general autonómico de la formación, Albano Dante Fachín, retirara su candidatura a la dirección Un País en Comú esgrimiendo que no se cumplían las condiciones para alcanzar un acuerdo. El sector crítico de Podem decidió sin embargo mantener su candidatura, liderada por la diputada de SíQueEsPot Jéssica Albiach y el secretario general de Podem Barcelona, Marc Bertomeu, ambos errejonistas que también han recibido el apoyo de varios líderes catalanes próximos a Pablo Iglesias.

Cargos

Diferentes psuqueros (personalidades del PSUC) estuvieron este sábado en la asamblea fundacional del nuevo partido en el pabellón deportivo de la Vall d’Hebron de Barcelona, sentados junto a jóvenes protagonistas del movimiento 15-M. Sin embargo, el ambiente vivido fue diferente de la movilización indiscutible que hace dos años generó Barcelona en Comú, que acabó ganando la alcaldía. Los comuns no lograron llenar el pabellón, pues estuvo medio vacío. Al menos no este sábado en que el buen tiempo pudo empujar a mucha gente a marcharse de fin de semana. A las 10 de la mañana, alrededor de 9.000 personas se inscribieron en las votaciones y la asistencia, según la organización, ha sido de unas 2.000.

A última hora de la tarde, y según lo previsto, el líder de En Comú Podem en el Congreso, Xavier Domènch, fue escogido como portavoz del nuevo partido de los comuns. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau  (una especie de reina madre de este nuevo proyecto), será la nueva consejera nacional del partido, en unas elecciones primarias en las que han participado 5.540 inscritos.

En la Asamblea Constituyente de los comuns, también se han hecho públicos los resultados a la Portavocía del partido (Domènech), a la Coordinadora Nacional (de 120 miembros) y a la dirección ejecutiva (de 32).

En esa ejecutiva han salido escogidos la miembro del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos Jéssica Albiach y Marc Bertomeu, que han mantenido su candidatura Juntes Podem.

“Esta mañana, cuando me levanté, pensé en mis abuelos y me puse a llorar. Mis abuelos, que por desgracia están muertos, eran gente común. No eran héroes ni heroínas, no estaban destinados a no salir en ningún libro. Han pasado mucha hambre y miedo, solo tuvieron la suerte de sus manos y su tenacidad. Su única preocupación fue que tuviéramos una vida mejor”, dijo Ada Colau al concluir la asamblea en un discurso marcadamente emotivo.

“Por eso hoy haciendo este paso histórico, he pensado en ellos, con quienes estoy en deuda. Ellos mantuvieron la dignidad para que nosotros no tuviéramos miedo. Porque la historia oficial no nos esperaba”, continuó. Colau enfatizó que la “única fuerza” de los partidos políticos es la de la gente. “Es una fuerza imparable que puede reescribir la historia”, concluyó.

También Xavier Domènech hizo hincapié en que el de este sábado fue un “día histórico” en una Cataluña “mestiza y diversa”, remarcó. En varios momentos de su discurso Domènech hizo referencia a la “diversidad” de Cataluña, en clara alusión a quienes lo acusan de “indefinición” por no postularse de manera tajante ante la independencia de Cataluña (sí es partidario del referéndum, pero pactado con el Estado). “La diversidad nos hace fuertes”, insistió.

“Cuando ganamos los ayuntamientos del cambio y las elecciones generales de Cataluña, mucha gente que había perdido siempre entonces ganó”, continuó diciendo, y aseguró que el cambio que ya se está viviendo “jamás va a parar”. “Somos hijos de quienes han transformado este país, pero también de nuestra época, una época que recuperaremos desde el Gobierno de Cataluña”.

Gritos de “unidad”

La gran ausencia del bautizo de los comuns fue Pablo Iglesias,comuns que no vino a Barcelona para que no se interpretara como una desautorización a Albano Dante. Eso sí, a través de un vídeo en la asamblea, Iglesias llamó a "la unidad, el encuentro y la fraternidad". En su lugar estuvo Pablo Echenique, uno de sus más estrechos colaboradores, que fue recibido con gritos de “¡unidad! ¡unidad!” por parte de los asistentes.

“Me resulta muy difícil imaginar una España mejor sin imaginar, a la vez, una Cataluña en manos de su pueblo. Es un orgullo para mí militar en una fuerza política estatal que defiende el derecho de los catalanes a decidir su futuro”, dijo Echenique, quien destacó que “en pocos lugares se vive la potencia democrática y la ebullición cultural de Cataluña”.

“La España del pasado, la que se va y que cada vez es más pequeña, nunca ha entendido que altura de Estado es entender que España es plurinacional”, aseveró.

Las palabras de Iglesias y Echenique fueron consideradas por muchos como un aviso a Fachín: no hay otra opción que la unidad.

Por su parte, Alberto Garzón, líder de IU, reivindicó la “tradición republicano-socialista” que, según él, ha mantenido viva la llama de los derechos humanos. Al igual que Echenique, incidió en la idea de “unidad”, construida desde la “radicalidad democrática”.

“Nosotros quizás no tengamos la verdad, pero sabemos que muchas cabezas piensan mejor que unas pocas y por eso somos demócratas, porque queremos pensar y decidir colectivamente”, zanjó.

Otras personalidades presentes fueron el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello; los coordinadores nacionales de ICV, Marta Ribas y David Cid; el portavoz ecosocialista, Ernest Urtasun, y el líder de EUiA, Joan Josep Nuet.

Decae la enmienda independentista

En la asamblea fundacional de Un País en Comú se debatían dos enmiendas al texto fundacional: una de carácter independentista y otra soberanista. Eran quizás las dos enmiendas que más polémica generaban en el ideario de la formación, trabajado en 70 talleres territoriales y que lleva la firma de 375 personas.

Finalmente se decidió aparcar el texto que apostaba por crear un “país independiente” que rompiese con España. Este se defendió en la asamblea y después fue votado. Recibió 148 votos a favor, 1.129 votos en contra y 67 votos en blanco, por lo que decayó.

De esta manera, el nuevo partido apostará por “una República social, democrática y ambientalmente justa, como máxima expresión y realización de su soberanía nacional que quiere compartir soberanías con un Estado plenamente de carácter plurinacional”.

“Estamos aquí para construir un nuevo futuro. No podemos quedar atrapados en etiquetas que construyen otros, en hojas de ruta que no son sino prisiones. Hojas proclamadas y nunca realizadas. Queremos trabajar por la República. Estamos construyendo convicciones, realidades y futuro”, dijo Xavier Domènech, que defendió el texto soberanista que finalmente se impuso.

“Queremos la soberanía libre de Cataluña, pero la queremos compartida con todos los pueblos del Estado que son hermanos”, ha añadido. También ha replicado que defender la libertad, la igualdad y la fraternidad, a través de conseguir todas las soberanías “no es indefinición, sin la propuesta revolucionaria”.

Junto a la independentista, también decayó una segunda enmienda, federalista, que defendía la república como forma de Estado.

Otras enmiendas

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Los comuns también aprobaron enmiendas por el derecho a la muerte digna y la regulación de la eutanasia, así como que los referéndums sean vinculantes, una política de garantía de rentas y un texto por la Renta Garantizada de la Ciudadanía.

Además, también apuestan por que Cataluña tenga una Hacienda que permita hacer frente a las necesidades del territorio, “sin olvidar la naturaleza solidaria que ha de permitir compensar desequilibrios económicos interregionales entre los pueblos del Estado español y de Europa”.

Y tampoco descartan salir de la OTAN, pues Cataluña votó en contra. Ahora, dicen, debe quedar clara la “voluntad de declarar incompatible una democracia real con la integración dentro de esa alianza militar”.

20 de marzo de 1980. Los catalanes votaban en las primeras elecciones al Parlament de Cataluña tras la recuperación de la democracia, aún muy débil, en España. Cuatro partidos socialistas (la Federación Catalana del PSOE, el Partido Comunista de Cataluña, la Unió Socialista de Cataluña y el Partit Català Proletari) confluían en el Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC). Este frente que años atrás, por separado, había sido protagonista de la lucha antifranquista quedó, ni más ni menos, en tercer lugar en aquellas elecciones inaugurales de la democracia. El PSUC obtuvo 25 escaños, solo por detrás de CiU (43 escaños y con Jordi Pujol al frente) y el PSC (33).

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